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Un Lima en el zapato

Redacción República
08 de septiembre, 2014

La semana pasada capturaron a Edgar Camargo, director del
Sistema Penitenciario (SP); a Edy Fisher, exdirector de operaciones del SP, a
Byron Lima actualmente preso, así como a Alejandra Reyes, esposa de Byron Lima,
entre otros detenidos acusados de integrar una red que cobraba dinero en efectivo a los reos a cambio de
seguridad, beneficios y traslados en las cárceles a su conveniencia.

Cualquiera pensaría que esta red sería dirigida por el
director del SP o al menos por el exdirector de operaciones, pero no era así,
según la investigaciones hechas por la Comisión Internacional contra la
Impunidad en Guatemala (CICIG) apoyadas por el Ministerio Público (MP), era el
reo Byron Lima quien dirigía esta
estructura desde hacía quince años.

Según las investigaciones y publicaciones en diferentes
medios, Byron Lima se hizo del poder en la cárcel en la cual estaba recluido y
desde ahí controlaba diferentes actividades de lo más variadas que iban desde
el orden y disciplina del lugar hasta la maquila de material promocional para
el actual partido en el poder, así como el cobro a los reos por diferentes
beneficios.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

El caso Lima, será un caso paradigmático ya que puede
convertirse en un éxito o fracaso para varios de los implicados en el
asunto. Para empezar, durante estos
quince años en los cuales supuestamente operó Byron Lima hasta adquirir el
poder que poseía en la cárcel y las propiedades que le adjudica la CICIG,
pasaron por lo menos 4 presidentes de Guatemala, 3 fiscales generales del MP, 3
comisionados de la CICIG, al menos 5
ministros de gobernación y por lo menos 8 directores de presidios; de los
cuales nadie se dio cuenta hasta ahora de la corrupción rampante en las
cárceles y si se dieron cuenta, peor aún, no hicieron nada al respecto.

Para la CICIG este caso se convertirá en “un Lima en el
zapato” si, como acostumbran a hacer, no aportan las pruebas contundentes de
sus acusaciones en el juicio y convierten esta denuncia en un asunto mediático
donde lo que buscan es publicidad para justificar una existencia sin mayores
éxitos que la cobertura en prensa.

Para el presidente Otto Pérez Molina será “un Lima en el
zapato” si quedan demostrados los nexos y apoyo a su campaña presidencial cuya
coordinación recaía en aquel tiempo en su actual ministro de gobernación.

Para la fiscal general del MP, Thelma Aldana será “un Lima
en el zapato” si no consigue profundizar en la investigación para comprobar las
acusaciones que han presentado en el
juzgado y además no deriva en más investigaciones en el resto de cárceles.

Para el juez Miguel Ángel Gálvez, titular del Juzgado
Primero de Mayor Riesgo B, será “un Lima en el zapato” si se deja presionar por
los querellantes o acusados y no actúa apegado a derecho siguiendo el debido
proceso, como le sucedió a una colega.

Para el ministro de gobernación, Mauricio López Bonilla ya
es de por sí “un Lima en el zapato” debido a las dudas que genera la cercanía
con el acusado al grado de haber sido su consejero en temas de cárceles modelos
o de nombramiento de autoridades en el SP,
además que fue el propio ministro quien designó a Camargo como director
del SP y en su nombramiento alabó sus cualidades tras haber aprobado todos los
exámenes satisfactoriamente. Con el ministro López Bonilla me queda la duda de qué
tan grande será “ese Lima en el zapato”

En lo personal considero que si después de esta situación,
no se aprovecha el momento para cambiar el modelo de cárceles y privatizarlas
para cortar de raíz la corrupción enquistada en todas partes, sólo será “un
Lima más en el zapato” de este gobierno que no le interesa en lo más mínimo
brindar seguridad a quienes los mantienen con sus impuestos. ¿Usted qué otros
“Lima en el zapato” encuentra?

@Md30


Un Lima en el zapato

Redacción República
08 de septiembre, 2014

La semana pasada capturaron a Edgar Camargo, director del
Sistema Penitenciario (SP); a Edy Fisher, exdirector de operaciones del SP, a
Byron Lima actualmente preso, así como a Alejandra Reyes, esposa de Byron Lima,
entre otros detenidos acusados de integrar una red que cobraba dinero en efectivo a los reos a cambio de
seguridad, beneficios y traslados en las cárceles a su conveniencia.

Cualquiera pensaría que esta red sería dirigida por el
director del SP o al menos por el exdirector de operaciones, pero no era así,
según la investigaciones hechas por la Comisión Internacional contra la
Impunidad en Guatemala (CICIG) apoyadas por el Ministerio Público (MP), era el
reo Byron Lima quien dirigía esta
estructura desde hacía quince años.

Según las investigaciones y publicaciones en diferentes
medios, Byron Lima se hizo del poder en la cárcel en la cual estaba recluido y
desde ahí controlaba diferentes actividades de lo más variadas que iban desde
el orden y disciplina del lugar hasta la maquila de material promocional para
el actual partido en el poder, así como el cobro a los reos por diferentes
beneficios.

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El caso Lima, será un caso paradigmático ya que puede
convertirse en un éxito o fracaso para varios de los implicados en el
asunto. Para empezar, durante estos
quince años en los cuales supuestamente operó Byron Lima hasta adquirir el
poder que poseía en la cárcel y las propiedades que le adjudica la CICIG,
pasaron por lo menos 4 presidentes de Guatemala, 3 fiscales generales del MP, 3
comisionados de la CICIG, al menos 5
ministros de gobernación y por lo menos 8 directores de presidios; de los
cuales nadie se dio cuenta hasta ahora de la corrupción rampante en las
cárceles y si se dieron cuenta, peor aún, no hicieron nada al respecto.

Para la CICIG este caso se convertirá en “un Lima en el
zapato” si, como acostumbran a hacer, no aportan las pruebas contundentes de
sus acusaciones en el juicio y convierten esta denuncia en un asunto mediático
donde lo que buscan es publicidad para justificar una existencia sin mayores
éxitos que la cobertura en prensa.

Para el presidente Otto Pérez Molina será “un Lima en el
zapato” si quedan demostrados los nexos y apoyo a su campaña presidencial cuya
coordinación recaía en aquel tiempo en su actual ministro de gobernación.

Para la fiscal general del MP, Thelma Aldana será “un Lima
en el zapato” si no consigue profundizar en la investigación para comprobar las
acusaciones que han presentado en el
juzgado y además no deriva en más investigaciones en el resto de cárceles.

Para el juez Miguel Ángel Gálvez, titular del Juzgado
Primero de Mayor Riesgo B, será “un Lima en el zapato” si se deja presionar por
los querellantes o acusados y no actúa apegado a derecho siguiendo el debido
proceso, como le sucedió a una colega.

Para el ministro de gobernación, Mauricio López Bonilla ya
es de por sí “un Lima en el zapato” debido a las dudas que genera la cercanía
con el acusado al grado de haber sido su consejero en temas de cárceles modelos
o de nombramiento de autoridades en el SP,
además que fue el propio ministro quien designó a Camargo como director
del SP y en su nombramiento alabó sus cualidades tras haber aprobado todos los
exámenes satisfactoriamente. Con el ministro López Bonilla me queda la duda de qué
tan grande será “ese Lima en el zapato”

En lo personal considero que si después de esta situación,
no se aprovecha el momento para cambiar el modelo de cárceles y privatizarlas
para cortar de raíz la corrupción enquistada en todas partes, sólo será “un
Lima más en el zapato” de este gobierno que no le interesa en lo más mínimo
brindar seguridad a quienes los mantienen con sus impuestos. ¿Usted qué otros
“Lima en el zapato” encuentra?

@Md30