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Detrás del “papel” que menciona un millón de dólares hay más.

Redacción
14 de enero, 2015

Muchas veces cometemos un error enorme, todos; ciudadanos, analistas políticos, empresarios, universitarios, etc.    El error es pensar que el  “gobierno es un ser sobre natural, una especie de “supra estructura” que está por encima del bien y del mal, que no está sujeto a las leyes de la física, de la económica, del presupuesto balanceado, del vivir diario.

La solución, es medir al gobierno, y obviamente a los gobernantes, con la misma vara con la que medimos a nuestros semejantes.  Para saber si va por buen o mal camino hay que comparar al gobierno con nuestra vida, o nuestro negocio.  Y salvando pequeñas distancias, sabremos si hay algo podrido o no en las acciones de los ministros, diputados, alcaldes, etc.

Sale a luz en Brasil un posible acto de corrupción internacional.   Es importante ahondar en ese millón de dólares que se suponen recibió personal cercano al PP de empresas brasileñas, porque muchas veces estas noticias son la punta del Iceberg, con muchos problemas debajo.

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Para profundizar en esta “mordida”  hay que analizar el crédito de un banco brasileño con el estado de Guatemala por 280 millones de dólares, que se negocio en esta administración, para la ampliación a cuatro carriles de la carretera que va de Cocales a la frontera con México.

Comparémoslo con una operación normal:   aparece un banco, digamos de El salvador, y le ofrece un crédito, y pues su empresa, de zapatos digamos, necesita crecer y el crédito le vendría bien.   Viene el banco y le dice; le doy 100,000 dólares, pero fíjese que:    solo puede comprar en el Salvador, pues los desembolsos los hará el banco directo a empresas salvadoreñas a las que les debe comprar.    Y usted pensaría, esta bien, si hay buenos precios.  Y surge la pregunta, pero ¿si son más caras los productos?. La respuesta: no es nuestro problema, el crédito se da si usted se compromete a comprar producto salvadoreño.

(Pues como le urge el dinero, espera que no sea mucha la diferencias.)

Usted señor banco me asusta, pero me imagino que puedo seguir comprando las pieles y productos que regularmente uso.   Pues no, algunos sí, pero nosotros pondremos una empresa que se encargue de ver el avance y los detalles de la producción.  Así que en algunos casos le diremos que comprar.

No puede ser.  Ósea, que este crédito me obliga a comprar productos extranjeros, que muchas veces son más caros, y me ponen un supervisor que no es ni de mi empresa ni de mi país.    Eso si está muy duro.   Pero mi imagino, que por lo menos, el plazo para pagar es largo y cuenta con periodo de gracias, y por supuesto deben ser intereses muy bajos.

Se equivoca de nuevo. Fijes que el crédito es a 15 años.  Y a partir del primer desembolso ya debe pagar intereses, y a partir del sexto pago, ya debe abonar a capital.   Y la tasa es la de mercado pues algo tiene que ganar el banco.

Este préstamo va contra toda lógica,   pero supongamos que lo acepto, y claro trabajo duro para poder pagarlo lo más pronto posible.

Si lo puede pagar antes, pero  debe cancelar la multa.

No puede ser. Quien le compra estos préstamos. La única forma que uno acepte esto, es de regalado.

Aunque usted no lo crea, amigo, encontramos muchos gobiernos que les gusta la idea.

Parece que algo (o todo) anda mal con estos que se dice Gobierno.

La historia anterior no está muy lejos de lo que pasó con este crédito de 280 millones que se aprobó con el Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico y Social de Brasil.  Este crédito obliga a Guatemala a comprar los productos (para construir la carretera) a Brasil, con características similares a la historia.

Como para hacer una carretera era imposible comprar todo en Brasil, se hizo un préstamo amarrado con el BCI de 119 millones.  Los desembolsos del BCIE están ligados a pre autorización del banco de Brasil.    La tasa no es baja, es 3.9 fijo más 1% de comisión para el Banco, mas .5 sobre gastos de desembolsos,  es decir, 5.5 más Libor, que es una tasa normal para Guatemal

Este banco de Brasil se dedica a fomentar las exportaciones de Brasil, por lo que su fin es que con los desembolsos se compre producto brasileño, su objetivo es que salgan productos no dólares.  Como no sería posible lograr ejecutar el 100% del crédito en Brasil,  es decir, hay que pagar alquileres en Guate, movimientos de tierra, etc.   Se agregó al crédito una clausula, que penaliza con un 10% las diferencias entre los desembolsos y los bienes y servicios que salieron de Brasil.   

Un crédito caro que te obliga a comprar caro.  Va mal, pero la cosa se pone peor.   Resulta que la ley de compras y contrataciones de Guatemala no se usa en este caso, como en muchos otros.  Pero ni siquiera se toma en cuenta.   El banco de Brasil exige que una empresa brasileña sea la que supervise la obra, con estándares brasileños y procesos brasileños.  Esta empresa liquida en Brasil, le paga a empresas brasileñas en Brasil, y acá solo vemos las facturas y la obra, siendo difícil auditar la misma. Guatemala tiene muy poca opción de supervisar la obra, es como contratar ONGs extranjeras para gastarse nuestros impuestos.

Una deuda cara, que nos obliga a comprar caro, que anula la supervisión interna e impone supervisión extranjera.  A esto le sumamos que si Guatemala decide cancelar el crédito o salir del mismo antes de tiempo, hay onerosas multas.

Es entendible que el gobierno y el banco brasileño busquen vender este tipo de proyectos, es una ganga para ellos. Porque también obliga a Guatemala a compara un seguro, que garantiza a las empresas brasileñas que en caso de inestabilidad política, se les pagara a las empresas.

La pregunta es quien le compra a ese  banco un producto tan malo, Guatemala pierde en todos los ángulos. Se queda pagando una carretera cara a una tasa de interés alta. Sin mencionar las posibles “mordidas” que se dejan en el camino.   Estos créditos han dado mucho de que hablar  en Republica Dominicana, y por supuesto los gobernantes, dicen, que es normal, que así funcionan estas instituciones.

Se identifican tres actores:

Primero quien firma y lo negocia. El ex Ministro de Comunicaciones quien en busca de hacer más obras para promocionar su imagen, o generar donaciones de un millón de dólares para la campaña,  dos ambiciones malas para Guatemala.

Quien lo aprueba.  Los diputados, que seguro no leyeron de nuevo las letras pequeñas.

Y agrego un tercero; los que callan, y esos son los empresarios, que con tal de beneficiarse de estos 400 millones de dólares, aprox. 3,000 millones de quetzales, prefieren dejar pasar el descaro de este crédito con tal de ganarse algunos Quetzales. También demuestran su poco amor por Guatemala, su falta de visión de largo plazo.

El millón de dólares es solo la punta de una cadena de corrupción, de desprecio por construir país, que denota la ambición de alcanzar la presidencia de unos, y ganar dinero sin principios de otros.

No es el robo o las mordidas que se puedan generar lo que ofende,  es el nivel de no pensar en el país. Es pensar en ganar las próximas elecciones a toda costa. 

Detrás del “papel” que menciona un millón de dólares hay más.

Redacción
14 de enero, 2015

Muchas veces cometemos un error enorme, todos; ciudadanos, analistas políticos, empresarios, universitarios, etc.    El error es pensar que el  “gobierno es un ser sobre natural, una especie de “supra estructura” que está por encima del bien y del mal, que no está sujeto a las leyes de la física, de la económica, del presupuesto balanceado, del vivir diario.

La solución, es medir al gobierno, y obviamente a los gobernantes, con la misma vara con la que medimos a nuestros semejantes.  Para saber si va por buen o mal camino hay que comparar al gobierno con nuestra vida, o nuestro negocio.  Y salvando pequeñas distancias, sabremos si hay algo podrido o no en las acciones de los ministros, diputados, alcaldes, etc.

Sale a luz en Brasil un posible acto de corrupción internacional.   Es importante ahondar en ese millón de dólares que se suponen recibió personal cercano al PP de empresas brasileñas, porque muchas veces estas noticias son la punta del Iceberg, con muchos problemas debajo.

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Para profundizar en esta “mordida”  hay que analizar el crédito de un banco brasileño con el estado de Guatemala por 280 millones de dólares, que se negocio en esta administración, para la ampliación a cuatro carriles de la carretera que va de Cocales a la frontera con México.

Comparémoslo con una operación normal:   aparece un banco, digamos de El salvador, y le ofrece un crédito, y pues su empresa, de zapatos digamos, necesita crecer y el crédito le vendría bien.   Viene el banco y le dice; le doy 100,000 dólares, pero fíjese que:    solo puede comprar en el Salvador, pues los desembolsos los hará el banco directo a empresas salvadoreñas a las que les debe comprar.    Y usted pensaría, esta bien, si hay buenos precios.  Y surge la pregunta, pero ¿si son más caras los productos?. La respuesta: no es nuestro problema, el crédito se da si usted se compromete a comprar producto salvadoreño.

(Pues como le urge el dinero, espera que no sea mucha la diferencias.)

Usted señor banco me asusta, pero me imagino que puedo seguir comprando las pieles y productos que regularmente uso.   Pues no, algunos sí, pero nosotros pondremos una empresa que se encargue de ver el avance y los detalles de la producción.  Así que en algunos casos le diremos que comprar.

No puede ser.  Ósea, que este crédito me obliga a comprar productos extranjeros, que muchas veces son más caros, y me ponen un supervisor que no es ni de mi empresa ni de mi país.    Eso si está muy duro.   Pero mi imagino, que por lo menos, el plazo para pagar es largo y cuenta con periodo de gracias, y por supuesto deben ser intereses muy bajos.

Se equivoca de nuevo. Fijes que el crédito es a 15 años.  Y a partir del primer desembolso ya debe pagar intereses, y a partir del sexto pago, ya debe abonar a capital.   Y la tasa es la de mercado pues algo tiene que ganar el banco.

Este préstamo va contra toda lógica,   pero supongamos que lo acepto, y claro trabajo duro para poder pagarlo lo más pronto posible.

Si lo puede pagar antes, pero  debe cancelar la multa.

No puede ser. Quien le compra estos préstamos. La única forma que uno acepte esto, es de regalado.

Aunque usted no lo crea, amigo, encontramos muchos gobiernos que les gusta la idea.

Parece que algo (o todo) anda mal con estos que se dice Gobierno.

La historia anterior no está muy lejos de lo que pasó con este crédito de 280 millones que se aprobó con el Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico y Social de Brasil.  Este crédito obliga a Guatemala a comprar los productos (para construir la carretera) a Brasil, con características similares a la historia.

Como para hacer una carretera era imposible comprar todo en Brasil, se hizo un préstamo amarrado con el BCI de 119 millones.  Los desembolsos del BCIE están ligados a pre autorización del banco de Brasil.    La tasa no es baja, es 3.9 fijo más 1% de comisión para el Banco, mas .5 sobre gastos de desembolsos,  es decir, 5.5 más Libor, que es una tasa normal para Guatemal

Este banco de Brasil se dedica a fomentar las exportaciones de Brasil, por lo que su fin es que con los desembolsos se compre producto brasileño, su objetivo es que salgan productos no dólares.  Como no sería posible lograr ejecutar el 100% del crédito en Brasil,  es decir, hay que pagar alquileres en Guate, movimientos de tierra, etc.   Se agregó al crédito una clausula, que penaliza con un 10% las diferencias entre los desembolsos y los bienes y servicios que salieron de Brasil.   

Un crédito caro que te obliga a comprar caro.  Va mal, pero la cosa se pone peor.   Resulta que la ley de compras y contrataciones de Guatemala no se usa en este caso, como en muchos otros.  Pero ni siquiera se toma en cuenta.   El banco de Brasil exige que una empresa brasileña sea la que supervise la obra, con estándares brasileños y procesos brasileños.  Esta empresa liquida en Brasil, le paga a empresas brasileñas en Brasil, y acá solo vemos las facturas y la obra, siendo difícil auditar la misma. Guatemala tiene muy poca opción de supervisar la obra, es como contratar ONGs extranjeras para gastarse nuestros impuestos.

Una deuda cara, que nos obliga a comprar caro, que anula la supervisión interna e impone supervisión extranjera.  A esto le sumamos que si Guatemala decide cancelar el crédito o salir del mismo antes de tiempo, hay onerosas multas.

Es entendible que el gobierno y el banco brasileño busquen vender este tipo de proyectos, es una ganga para ellos. Porque también obliga a Guatemala a compara un seguro, que garantiza a las empresas brasileñas que en caso de inestabilidad política, se les pagara a las empresas.

La pregunta es quien le compra a ese  banco un producto tan malo, Guatemala pierde en todos los ángulos. Se queda pagando una carretera cara a una tasa de interés alta. Sin mencionar las posibles “mordidas” que se dejan en el camino.   Estos créditos han dado mucho de que hablar  en Republica Dominicana, y por supuesto los gobernantes, dicen, que es normal, que así funcionan estas instituciones.

Se identifican tres actores:

Primero quien firma y lo negocia. El ex Ministro de Comunicaciones quien en busca de hacer más obras para promocionar su imagen, o generar donaciones de un millón de dólares para la campaña,  dos ambiciones malas para Guatemala.

Quien lo aprueba.  Los diputados, que seguro no leyeron de nuevo las letras pequeñas.

Y agrego un tercero; los que callan, y esos son los empresarios, que con tal de beneficiarse de estos 400 millones de dólares, aprox. 3,000 millones de quetzales, prefieren dejar pasar el descaro de este crédito con tal de ganarse algunos Quetzales. También demuestran su poco amor por Guatemala, su falta de visión de largo plazo.

El millón de dólares es solo la punta de una cadena de corrupción, de desprecio por construir país, que denota la ambición de alcanzar la presidencia de unos, y ganar dinero sin principios de otros.

No es el robo o las mordidas que se puedan generar lo que ofende,  es el nivel de no pensar en el país. Es pensar en ganar las próximas elecciones a toda costa.