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It's the economy, Stupid…

Redacción
20 de enero, 2015

A James Carville, estratega político de la campaña de Bill Clinton en 1992 se le atribuye la frase: “Es la economía, estúpido”. Fue una expresión lapidaria que se convirtió, a lo interno del equipo de Clinton, en el mensaje central de campaña a recordarle a millones de votantes norteamericanos y una de las guías para ganarle a un George Bush padre, que se presentaba en esas elecciones como el “imbatible”, pues, entre otras cosas, sus índices de popularidad y aprobación rondaban casi el 90% -un dato histórico en la política de su país-.

En nuestro país, si se revisa los mensajes centrales de las últimas dos elecciones generales, veremos que los mismos han girado en torno a la seguridad. Se recordará usted, en 2007, de aquel slogan de “la violencia se combate con inteligencia”, de Álvaro Colom o de “la mano dura”, de Otto Pérez Molina, tanto en 2007 como en 2011.

Hoy día, sin embargo, la seguridad, parece ya no ser el más importante para los guatemaltecos. Si el tema de la seguridad ya no es el más importante, entonces ¿cuál es? Al revisar encuestas, si se suman temas como desempleo, costo de la canasta básica y generación de oportunidades, se tiene que 6 de cada 10 ciudadanos, ven como principal preocupación aquellos temas de índole económica. Viene esto a colación ya que estamos a pocos meses de que el TSE convoque, oficialmente, a Elecciones Generales 2015, pero todavía no se atisban, ni siquiera en los discursos, planes económicos serios y bien articulados, por parte de quienes, por ahora, encabezan encuestas.

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Si bien como país tenemos muchos problemas, parece ser que las Elecciones Generales 2015, tendrían como temas centrales, los relacionados a la economía. Además, hay un actor que vendría a “restregarles” en la cara, a muchos políticos, sus números económicos, especialmente los de la canasta básica: Alfonso “Pollo Ronco” Portillo.

Le doy un dato duro, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, INE: en enero del año 2000 el costo diario de la canasta básica vital era de Q. 71.54, en diciembre de 2003, el penúltimo mes de gobierno del “Pollo Ronco” el costo fue de Q. 74.35. El aumento o variación en cuatro años de gobierno del “Pollo”, fue de apenas Q. 2.81. Esta es, talvez, la razón más importante por la que la población recuerda y califica muy bien al gobierno de Portillo. Muy por encima de Arzú, Berger y Colom, de acuerdo con varias encuestas, grupos de enfoque y entrevistas en profundidad. Por ello, muchos políticos andan por estos días “revoloteando”, para llevar a sus filas a un personaje como “el Pollo Ronco” y será, como le han denominado algunos “el gran elector” -aunque su retorno habrá que entenderlo como parte de un plan o jugada maestra, más grande, en el que convergerían varios actores poderosos y de varios frentes-.

Con O. Berger, en enero de 2004, el costo diario de la canasta básica vital fue de Q. 75.66 y en diciembre de 2007 fue de Q. 101.13, es decir, tuvo un aumento del 34% equivalente a Q. 25.47, durante su gobierno. En enero de 2008, con Álvaro Colom, la canasta básica vital costaba Q. 102.49 y, en diciembre de 2011, era de Q. 148.43, con ello se tuvo un aumento de Q. 45.94, durante la administración Colom.

En los últimos meses del año pasado, el actual gobierno mantuvo en medios una importante campaña sobre “estabilización de precios” de la canasta básica. Los números se traen por la borda ese mensaje ya que los aumentos se siguen registrando. En enero de 2012, el costo de la canasta básica vital fue de Q. 149.01 y en diciembre del año pasado, el costo fue de Q. 196.88, es decir, un aumento de Q. 47.87, el cual es ya mayor al registrado en cuatro años de la administración Colom. En resumen, el de Otto Pérez, puede empezar a considerarse como el gobierno en el que más habrá aumentado el costo de la canasta básica, desde el año 2000 a la fecha.

Los indicadores macroeconómicos parecen no reflejarse en una mejora de la economía individual y familiar. Los problemas comunes para millones de guatemaltecos -la mayoría de ellos votantes- son de índole económica y falta de oportunidades. Mientras tanto, lejos estamos de alcanzar un crecimiento sostenido del 6% del PIB como, alguna vez, se consideró en los Acuerdos de Paz, y tal parece que ya ningún político se recuerda de esa meta.

Habremos de ver, entonces, si las Elecciones 2015, serán en las que resuene aquello de: “Es la economía, estúpido”.

It's the economy, Stupid…

Redacción
20 de enero, 2015

A James Carville, estratega político de la campaña de Bill Clinton en 1992 se le atribuye la frase: “Es la economía, estúpido”. Fue una expresión lapidaria que se convirtió, a lo interno del equipo de Clinton, en el mensaje central de campaña a recordarle a millones de votantes norteamericanos y una de las guías para ganarle a un George Bush padre, que se presentaba en esas elecciones como el “imbatible”, pues, entre otras cosas, sus índices de popularidad y aprobación rondaban casi el 90% -un dato histórico en la política de su país-.

En nuestro país, si se revisa los mensajes centrales de las últimas dos elecciones generales, veremos que los mismos han girado en torno a la seguridad. Se recordará usted, en 2007, de aquel slogan de “la violencia se combate con inteligencia”, de Álvaro Colom o de “la mano dura”, de Otto Pérez Molina, tanto en 2007 como en 2011.

Hoy día, sin embargo, la seguridad, parece ya no ser el más importante para los guatemaltecos. Si el tema de la seguridad ya no es el más importante, entonces ¿cuál es? Al revisar encuestas, si se suman temas como desempleo, costo de la canasta básica y generación de oportunidades, se tiene que 6 de cada 10 ciudadanos, ven como principal preocupación aquellos temas de índole económica. Viene esto a colación ya que estamos a pocos meses de que el TSE convoque, oficialmente, a Elecciones Generales 2015, pero todavía no se atisban, ni siquiera en los discursos, planes económicos serios y bien articulados, por parte de quienes, por ahora, encabezan encuestas.

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Si bien como país tenemos muchos problemas, parece ser que las Elecciones Generales 2015, tendrían como temas centrales, los relacionados a la economía. Además, hay un actor que vendría a “restregarles” en la cara, a muchos políticos, sus números económicos, especialmente los de la canasta básica: Alfonso “Pollo Ronco” Portillo.

Le doy un dato duro, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, INE: en enero del año 2000 el costo diario de la canasta básica vital era de Q. 71.54, en diciembre de 2003, el penúltimo mes de gobierno del “Pollo Ronco” el costo fue de Q. 74.35. El aumento o variación en cuatro años de gobierno del “Pollo”, fue de apenas Q. 2.81. Esta es, talvez, la razón más importante por la que la población recuerda y califica muy bien al gobierno de Portillo. Muy por encima de Arzú, Berger y Colom, de acuerdo con varias encuestas, grupos de enfoque y entrevistas en profundidad. Por ello, muchos políticos andan por estos días “revoloteando”, para llevar a sus filas a un personaje como “el Pollo Ronco” y será, como le han denominado algunos “el gran elector” -aunque su retorno habrá que entenderlo como parte de un plan o jugada maestra, más grande, en el que convergerían varios actores poderosos y de varios frentes-.

Con O. Berger, en enero de 2004, el costo diario de la canasta básica vital fue de Q. 75.66 y en diciembre de 2007 fue de Q. 101.13, es decir, tuvo un aumento del 34% equivalente a Q. 25.47, durante su gobierno. En enero de 2008, con Álvaro Colom, la canasta básica vital costaba Q. 102.49 y, en diciembre de 2011, era de Q. 148.43, con ello se tuvo un aumento de Q. 45.94, durante la administración Colom.

En los últimos meses del año pasado, el actual gobierno mantuvo en medios una importante campaña sobre “estabilización de precios” de la canasta básica. Los números se traen por la borda ese mensaje ya que los aumentos se siguen registrando. En enero de 2012, el costo de la canasta básica vital fue de Q. 149.01 y en diciembre del año pasado, el costo fue de Q. 196.88, es decir, un aumento de Q. 47.87, el cual es ya mayor al registrado en cuatro años de la administración Colom. En resumen, el de Otto Pérez, puede empezar a considerarse como el gobierno en el que más habrá aumentado el costo de la canasta básica, desde el año 2000 a la fecha.

Los indicadores macroeconómicos parecen no reflejarse en una mejora de la economía individual y familiar. Los problemas comunes para millones de guatemaltecos -la mayoría de ellos votantes- son de índole económica y falta de oportunidades. Mientras tanto, lejos estamos de alcanzar un crecimiento sostenido del 6% del PIB como, alguna vez, se consideró en los Acuerdos de Paz, y tal parece que ya ningún político se recuerda de esa meta.

Habremos de ver, entonces, si las Elecciones 2015, serán en las que resuene aquello de: “Es la economía, estúpido”.