Este fin de semana tuve oportunidad de vivir otra reunión de “Antigua Forum:  un lugar de aprendizaje para reformadores”.  Un evento realmente único en Guatemala, impulsado por la Universidad Francisco Marroquín, al que asisten un grupo invitado cuidadosamente seleccionado, con reformadores y emprendedores de todas partes del mundo.

Es muy interesante y curioso observar cómo personas que vienen de distintas realidades enfrentan problemas muy similares:  los sistemas de salud tan desviados de las necesidades de sus pueblos cercanos, perpetuando problemas de salud de niños y adultos que no tienen alcance a servicios de salud, la educación insuficiente en una generación inquieta por saber y aprender, el reto de la seguridad que tenemos tantos pueblos a diferentes escalas, las condiciones que no facilitan la creación de riqueza y desarrollo. Parece increíble creer que a pesar de la gran cantidad de kilómetros de distancia, de diferentes culturas y de realidades, existe una serie de problemas que nos preocupan a todos, y que han estado allí por años.

Escuchaba con atención cómo en estas discusiones se buscan soluciones que puedan emerger de las personas, y poder aprender de líderes innovadores que han hecho cambios interesantes partiendo de un paradigma diferente:  qué podemos hacer para generar en el entorno de cada persona las condiciones que le permitan multiplicar sus capacidades y mejorar sus circunstancias de vida.

Dentro del grupo, una persona de Nepal compartía su objetivo de concentrarse en potenciar emprendedores jóvenes.  Mencionaba cuáles eran los servicios que más necesitaban estas personas, y cómo buscar la forma de “empacar” esos servicios de manera que puedan ayudar a prepararlos para resolver sus necesidades.  Me pareció muy interesante observar que aparecen en su iniciativa varios temas:  conocer el mercado (aprender a leerlo y escuchar a las personas), desarrollar habilidades claves como emprendedor, aprender conocimientos y procesos básicos que permiten potenciar cualquier iniciativa de negocio, y posteriormente tienen una  rama que se dedica a trasladar lo que han encontrado a iniciativas de política pública que puedan despejarle el camino a esos y a todo emprendedor de Nepal.   Una cadena de servicios interesante, que pareciera ser aplicable en cualquier lugar.

Me pareció interesante también ver cómo estas iniciativas van siempre “empujadas” por un apasionado que intenta, desde su propia perspectiva, hacer cambios importantes al mundo que les rodea.

Otro de los proyectos era Mission, un producto desarrollado por un grupo de jóvenes, que busca llevar la potencia de una computadora al próximo billón de personas en el mundo.  Entienden que esto les abre la ventana a un mundo maravilloso del cual se encuentran ausentes.  Se refieren al software que convierte a un televisor en un computador.  Lo que más entusiasma es que tiene operaciones piloto en Silicon Valley, Brasil y en nuestra querida Guatemala.    Su grupo ve en este producto la forma de llevar información y educación al mundo de formas realmente baratas.

Me parece interesante y trascendental el reto que algunos nos ponemos de cómo, usando el ingenio y estando preocupados por las personas del mundo en el que vivimos, buscamos continuamente soluciones nuevas a estos problemas viejos, y cómo centrados en principios de libertad, les damos vida a estas iniciativas.

Sin duda es retador, es un estado superior del uso de nuestra inteligencia y capacidades, pero enciende la pasión ver a personas tan inteligentes que dedican su vida a descubrir nuevos caminos para llevar a personas de diferentes partes del mundo a vivir “una vida mejor con su propio sabor”.