Tal y como lo mencioné en mi columna del 29 de diciembre del año pasado, ahora en enero empiezan a salir todos los críticos de la implementación de los salarios mínimos diferenciados. Lo primero que vemos es que como lo mencioné en dicha columna todos iban a salir en enero, porque en diciembre cuando fue publicado estaban de vacaciones (ellos sí gozan de prestaciones laborales que les permite tener: vacaciones, aguinaldo, bono 14) y adicionalmente vemos que los críticos siguen siendo personas que trabajan de manera formal en el área Metropolitana del país. No han podido los medios de comunicación encontrar personas que se opongan a la decisión de los alcaldes de Masagua, Guastatoya, Zacapa y San Agustín Acasaguastlán, que trabajen de manera informal en los municipios donde se aplicará la medida de salarios mínimos diferenciados.
La pregunta, es ¿cómo se puede elevar el nivel de vida de una persona, si se ponen restricciones a la generación de nuevos emprendimientos que permitan generar nuevos empleos?. La razón principal por la cual un empresario establece un negocio es para generar utilidades de sus inversiones. Este principio básico es cierto para una persona que abre una pequeña tienda de barrio o para el gran empresario que pone una fábrica. Lo importante es que la inversión, cumpla con los requisitos legales que establece el país, que incluye pagar el salario mínimo vigente.
El hecho entonces que cuatro municipios de manera autónoma, como lo establece la propia Constitución, hayan declarado que en sus circunscripciones se puedan establecer salarios mínimos que a todas luces están por encima de los salarios reales que ganan la mayoría de las personas, es positivo para ellos y como generadores de opinión del área metropolitana, debemos respetar esa autonomía incluso avalada de manera provisional por la propia Corte de Constitucionalidad (esperemos que la resolución final sea igualmente positiva).
Ahora resulta que algunos sindicalistas han interpuesto una petición de medida cautelar en contra de los salarios mínimos diferenciados en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, diciendo que es discriminatorio la forma en que se le quiere pagar a las personas, cuando ha sido la misma Comisión la que ha pedido que se escuche a las autoridades locales que en su legítimo derecho amparadas por la Constitución Política de la República, han establecido mecanismos para atraer más inversión a sus municipios. Esperemos que la CIDH no caiga en la trampa y se dé cuenta que lo único que intentan los alcaldes es elevar los salarios reales con trabajos que sí existan.
@jczapata_s
Tal y como lo mencioné en mi columna del 29 de diciembre del año pasado, ahora en enero empiezan a salir todos los críticos de la implementación de los salarios mínimos diferenciados. Lo primero que vemos es que como lo mencioné en dicha columna todos iban a salir en enero, porque en diciembre cuando fue publicado estaban de vacaciones (ellos sí gozan de prestaciones laborales que les permite tener: vacaciones, aguinaldo, bono 14) y adicionalmente vemos que los críticos siguen siendo personas que trabajan de manera formal en el área Metropolitana del país. No han podido los medios de comunicación encontrar personas que se opongan a la decisión de los alcaldes de Masagua, Guastatoya, Zacapa y San Agustín Acasaguastlán, que trabajen de manera informal en los municipios donde se aplicará la medida de salarios mínimos diferenciados.
La pregunta, es ¿cómo se puede elevar el nivel de vida de una persona, si se ponen restricciones a la generación de nuevos emprendimientos que permitan generar nuevos empleos?. La razón principal por la cual un empresario establece un negocio es para generar utilidades de sus inversiones. Este principio básico es cierto para una persona que abre una pequeña tienda de barrio o para el gran empresario que pone una fábrica. Lo importante es que la inversión, cumpla con los requisitos legales que establece el país, que incluye pagar el salario mínimo vigente.
El hecho entonces que cuatro municipios de manera autónoma, como lo establece la propia Constitución, hayan declarado que en sus circunscripciones se puedan establecer salarios mínimos que a todas luces están por encima de los salarios reales que ganan la mayoría de las personas, es positivo para ellos y como generadores de opinión del área metropolitana, debemos respetar esa autonomía incluso avalada de manera provisional por la propia Corte de Constitucionalidad (esperemos que la resolución final sea igualmente positiva).
Ahora resulta que algunos sindicalistas han interpuesto una petición de medida cautelar en contra de los salarios mínimos diferenciados en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, diciendo que es discriminatorio la forma en que se le quiere pagar a las personas, cuando ha sido la misma Comisión la que ha pedido que se escuche a las autoridades locales que en su legítimo derecho amparadas por la Constitución Política de la República, han establecido mecanismos para atraer más inversión a sus municipios. Esperemos que la CIDH no caiga en la trampa y se dé cuenta que lo único que intentan los alcaldes es elevar los salarios reales con trabajos que sí existan.
@jczapata_s