Si en nuestra civilización, en este mundo, se hicieran caso a todas la críticas el mundo no avanzaría. Cuentas veces nos han dicho no se puede, así no es, yo te recomiendo que mejor siguas como estabas, “no busques lo que no se te perdió”.
Los empresarios diariamente tienen que lidiar con estas personas que, tal vez, con buenas intenciones te invitan a no cambiar, a no intentar, a no arriesgarte. Muchas veces quien más te desmotiva son tus amigos cercanos, incluida tu familia. Tal vez el cariño que te tienen los hace ser protectores, y cada aventura empresarial conlleva riesgos, el mejor ejemplo es irse “mojado” a Estados Unidos, no creo que exista una mamá que quiera que su hijo se arriesgue a cruzar el desierto o que venda la casa para iniciar una aventura empresarial. Los riesgos son altos, pero también las recompensas son grandes, por lo que diariamente hay muchos que emigran a Estados Unidos o que empiezan una nueva empresa, a pesar de las críticas que encuentran a su paso.
Pero los peores críticos son los que se “dicen” expertos en los temas en cuestión (que por cierto no arriesgan ni su prestigio ni su capital en esas críticas). Las historias abundan de consultores empresariales que recomiendan no seguir en el negocio o no invertir en el proyecto, incluso las historias son muchas de Gerentes Generales muy bien pagados que desprecian nuevos proyectos. Pero (gracias a Dios) el espíritu emprendedor no se detiene ante estos “sabios consejos” y siguen a delante, despidiendo al consultor, renunciando del trabajo, y arriesgando su capital, logran crear nuevas empresas, nuevos proyectos, los cuales revolucionan la industria, hacen la vida más fácil, nos dan acceso a mejores bienes y servicios, y muchas veces con precios mas bajos.
La política no se salva de estos pesimistas y críticos que se llaman a si mismos “expertos” a pesar de nunca haber sido fundador o militante de un Partido Político o de haber ejercido función pública alguna.
En política, podemos generalizar que hay dos tipos de actores; los burócratas y los empresarios, que son los candidatos, quienes organizan recursos presentes (materiales y humanos) en búsqueda de resultados futuros (algunos buscan hacer dinero y otros hacer cambios) y esta actividad, desde el punto de vista de la acción humana, es empresarial. Y como todo empresario, está expuesto al fracaso, pero sobre todo a estos pesimistas que por una u otra razón, resultan criticando el proyecto, desalentando muchas veces, antes de tiempo, futuros cambios.
¿Por qué no se consolidan los proyectos nuevos en política? Por las típicas frases: “no tiene oportunidad”, “no aparece en las encuestas”, “tal vez para la siguiente elección”, “la población no entiende el mensaje”, “todos son iguales” y tantas otras frases dichas por quien no ha tomado un riesgo político o quienes por no equivocarse le apuestan a lo que siempre pasa, sin dejar de lado que algunas veces las opiniones están sesgada por amigos o patrocinadores.
Estas criticas, muchas veces irresponsables y sin fundamentos, contra los proyectos nuevos, le dan fuerza a los proyectos de siempre y generan nuevas barreras de entrada para los emprendedores.
La democracia en Guatemala necesita de nuevos liderazgos y sobre todo más políticos emprendedores que aumenten la oferta electoral (por muchos partidos que estén inscritos en TSE, opciones reales son 4 ó 5, para cada proceso). Son muchos los empresarios y analistas quienes con sus aportes económicos y sus ideas, generar un ambiente hostil al surgimiento de nuevas fuerzas políticas, condenándonos a que el proceso de cambio sea más lento.
Si en nuestra civilización, en este mundo, se hicieran caso a todas la críticas el mundo no avanzaría. Cuentas veces nos han dicho no se puede, así no es, yo te recomiendo que mejor siguas como estabas, “no busques lo que no se te perdió”.
Los empresarios diariamente tienen que lidiar con estas personas que, tal vez, con buenas intenciones te invitan a no cambiar, a no intentar, a no arriesgarte. Muchas veces quien más te desmotiva son tus amigos cercanos, incluida tu familia. Tal vez el cariño que te tienen los hace ser protectores, y cada aventura empresarial conlleva riesgos, el mejor ejemplo es irse “mojado” a Estados Unidos, no creo que exista una mamá que quiera que su hijo se arriesgue a cruzar el desierto o que venda la casa para iniciar una aventura empresarial. Los riesgos son altos, pero también las recompensas son grandes, por lo que diariamente hay muchos que emigran a Estados Unidos o que empiezan una nueva empresa, a pesar de las críticas que encuentran a su paso.
Pero los peores críticos son los que se “dicen” expertos en los temas en cuestión (que por cierto no arriesgan ni su prestigio ni su capital en esas críticas). Las historias abundan de consultores empresariales que recomiendan no seguir en el negocio o no invertir en el proyecto, incluso las historias son muchas de Gerentes Generales muy bien pagados que desprecian nuevos proyectos. Pero (gracias a Dios) el espíritu emprendedor no se detiene ante estos “sabios consejos” y siguen a delante, despidiendo al consultor, renunciando del trabajo, y arriesgando su capital, logran crear nuevas empresas, nuevos proyectos, los cuales revolucionan la industria, hacen la vida más fácil, nos dan acceso a mejores bienes y servicios, y muchas veces con precios mas bajos.
La política no se salva de estos pesimistas y críticos que se llaman a si mismos “expertos” a pesar de nunca haber sido fundador o militante de un Partido Político o de haber ejercido función pública alguna.
En política, podemos generalizar que hay dos tipos de actores; los burócratas y los empresarios, que son los candidatos, quienes organizan recursos presentes (materiales y humanos) en búsqueda de resultados futuros (algunos buscan hacer dinero y otros hacer cambios) y esta actividad, desde el punto de vista de la acción humana, es empresarial. Y como todo empresario, está expuesto al fracaso, pero sobre todo a estos pesimistas que por una u otra razón, resultan criticando el proyecto, desalentando muchas veces, antes de tiempo, futuros cambios.
¿Por qué no se consolidan los proyectos nuevos en política? Por las típicas frases: “no tiene oportunidad”, “no aparece en las encuestas”, “tal vez para la siguiente elección”, “la población no entiende el mensaje”, “todos son iguales” y tantas otras frases dichas por quien no ha tomado un riesgo político o quienes por no equivocarse le apuestan a lo que siempre pasa, sin dejar de lado que algunas veces las opiniones están sesgada por amigos o patrocinadores.
Estas criticas, muchas veces irresponsables y sin fundamentos, contra los proyectos nuevos, le dan fuerza a los proyectos de siempre y generan nuevas barreras de entrada para los emprendedores.
La democracia en Guatemala necesita de nuevos liderazgos y sobre todo más políticos emprendedores que aumenten la oferta electoral (por muchos partidos que estén inscritos en TSE, opciones reales son 4 ó 5, para cada proceso). Son muchos los empresarios y analistas quienes con sus aportes económicos y sus ideas, generar un ambiente hostil al surgimiento de nuevas fuerzas políticas, condenándonos a que el proceso de cambio sea más lento.