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El candidato Republicano debe tener una visión panamericana

Redacción
31 de enero, 2015

Por Chuck Warren

Los candidatos presidenciales estadounidenses nunca han carecido de opiniones sobre cómo solucionar problemas en el extranjero, ya sea si se trata del Medio Oriente, opinar sobre el fortalecimiento de los lazos con Europa o la creación de oportunidades económicas con China. El fracaso constante radica en perder de vista la situación actual de América, debido a la apatía o a la inmediatez de una crisis de política exterior.

En general, hemos perdido de vista la sabiduría de Thomas Jefferson, el primer verdadero panamericano, quien dijo acerca de México y Cuba, “Consideramos sus intereses y los nuestros como los mismos”. Nuestros vecinos del sur deben ser nuestros aliados más cercanos y corremos un riesgo a largo plazo si damos por sentado esto. Como el escritor satírico Horacio tan elocuentemente dijo: “Es tu asunto cuando la pared de al lado se incendia”.

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Desde hace muchos años, nuestro hemisferio ha estado en un segundo plano debido a los acontecimientos en Rusia, China, el sudeste de Asia, África sub-Sahariana y Medio Oriente. Como resultado, el descuido de larga data de las Américas ha permitido que las heridas abiertas se agraven. Inconsistentemente, hemos intentado detener la producción de opio en Afganistán y al mismo tiempo permitimos la venta de cocaína y armas a lo largo de nuestras fronteras.

Por supuesto, no debemos perder de vista al resto del mundo, pero América debe ser nuestra prioridad. Si Uganda se cae a pedazos, es algo malo; pero si Costa Rica se desmorona, el problema podría afectar nuestras costas, nuestro comercio, y perturbar nuestra paz. Deberíamos observar con mayor detenimiento el problema.

Uno no necesita más que mirar a la historia. Además de Jefferson, los primeros estadistas estadounidenses como Henry Clay y Alexander Hamilton hablaron positivamente de una identidad panamericana.

En los últimos años, hemos perdido lo que nuestros antepasados entendieron bien: el fortalecimiento de las relaciones diplomáticas y la importancia de la influencia de Estados Unidos en este hemisferio debido a los muchos peligros que se encuentran en nuestra puerta trasera.

El primer paso obvio para los candidatos presidenciales Republicanos es detener la difusión de teorías de la conspiración sobre la llamada Unión de América del Norte, y prometer poner atención a la Asamblea General Anual  de la Organización de los Estados Americanos. Al mismo tiempo, ofrecer llamar a un Congreso especial Panamericano para identificar y abordar nuestros asuntos hemisféricos y actuar sobre los mismos.

Para el próximo candidato presidencial Republicano, es vital desarrollar un plan de renovación al alcance y compromiso con el resto de América. Hay muchos países que están en el patio trasero de Estados Unidos —nuestros vecinos— quienes dependen de nosotros para varias cosas: la defensa o el comercio, la asociación económica o los valores comunes.

Tiene sentido para Estados Unidos mantener relaciones de intercambio e interacción con los países más cercanos con los que comparte idioma —37 millones de residentes de Estados Unidos hablan español—  y una cosmovisión judeocristiana más común.

Este plan debe identificar fundamentalmente los temas hemisféricos como los pueblos indígenas y cómo tratarlos, oportunidades legítimas económicas y de inversión, sociedades de defensa y formación, la erosión costera, la protección del medio ambiente, reforma migratoria y la preservación histórica. El candidato Republicano a la presidencia debe estar preparado y ansioso por participar en el diálogo sobre estas cuestiones con los líderes de otros países de este hemisferio.

Los desastres naturales y la conciencia cultural traen más oportunidades para demostrar interés en nuestros vecinos. Los huracanes, terremotos, tifones y otras crisis impactan regularmente a más de un país a la vez. Los huracanes arrasan en su camino un país tras otro. El terremoto en Haití solo impactó un país directamente, pero la respuesta vino de muchos Estados vecinos. En julio, los Juegos Panamericanos arrancan en Canadá —uno de los mayores eventos deportivos del mundo después de los Juegos Olímpicos y merecedores de reconocimiento por parte de los líderes de Estados Unidos. Nuestro presidente, ahora y en el futuro, no debe perder la oportunidad de crear buena voluntad hemisférica, así como establecer lazos de amistad interesándose en los problemas, las preocupaciones y los acontecimientos de las naciones de nuestro hemisferio.

El aumento del comercio solo puede beneficiarnos en este punto. Los candidatos presidenciales Republicanos hablan a menudo sobre el libre comercio sin tener un plan en marcha para mejorarlo. Solo iremos más allá de las palabras si tenemos planes específicos afín de proteger los acuerdos de libre comercio existentes, e identificando la manera de expandir y mejorarlos en el futuro.

Esta acción definitiva también indicaría a los votantes estadounidenses la dirección necesaria. Hay más de 950 millones de personas en América, y un renovado esfuerzo para aprobar un acuerdo de libre comercio panamericano, similar en estructura al TLCAN, beneficiaría a las empresas de Estados Unidos permitiéndoles llegar a cientos de millones de consumidores con un PIB per cápita más alto que el de China.

La lucha para reducir la violencia, el narcotráfico, el envío de armas y contrabando de materiales ilegales, son también temas del acuerdo hemisférico. Cualquier candidato Republicano a la presidencia debe tener un plan sobre cómo luchar contra el terrorismo, no solo en el Medio Oriente, sino también aquí en el hemisferio occidental. Por ejemplo, debe tener un plan para ayudar a Colombia a derrotar a las FARC, apoyar al Perú para terminar con la guerrilla de Sendero Luminoso, y luchar contra los grandes cárteles de la droga que han establecido sus puntos de venta en México. En cada uno de estos casos la violencia de los terroristas o de grupos narcoterroristas desborda las fronteras con otros países.

El candidato Republicano a la presidencia que quiere ser visto como innovador y dinámico, pondrá a estos grupos sobre aviso y tendrá un plan en marcha para debilitarlos o destruirlos.

Incrementar la creación de intercambios de estudiantes de secundaria entre los países del hemisferio occidental también podría instaurar lazos más interculturales, junto con más visas estudiantiles para quienes buscan asistir a las universidades en Estados Unidos. Queremos a los mejores y más brillantes estudiantes, y ellos quieren ser educados en las mejores universidades del mundo: es una oportunidad donde ganamos todos.

Hay muchas otras maneras de fortalecer estas alianzas, estas amistades. Si deseas mejorar tu barrio, debes empezar por tu propio patio trasero. Sigues la sabiduría tradicional de poner en orden su propia casa, con la confianza de que esto traerá fuerza. Los candidatos presidenciales Republicanos tienen no solo la oportunidad, sino la responsabilidad de probar que el compromiso hacia América, junto con la experiencia y el conocimiento internacional, son las tres cosas por las que Estados Unidos se dará a conocer como un líder formidable… y amigo de confianza.

Chuck Warren es un prolífico recaudador de fondos para candidatos Republicanos, ocupa el cargo de presidente de finanzas para Utah y Arizona en la Comisión Legislativa Nacional Republicana, y trabaja en la Comisión National Financiera de la campaña Romney para Presidente. Es socio de Silver Bullet LLC, una empresa de relaciones públicas. (@SilverBulletLLC).

Publicado en Panampost.

El candidato Republicano debe tener una visión panamericana

Redacción
31 de enero, 2015

Por Chuck Warren

Los candidatos presidenciales estadounidenses nunca han carecido de opiniones sobre cómo solucionar problemas en el extranjero, ya sea si se trata del Medio Oriente, opinar sobre el fortalecimiento de los lazos con Europa o la creación de oportunidades económicas con China. El fracaso constante radica en perder de vista la situación actual de América, debido a la apatía o a la inmediatez de una crisis de política exterior.

En general, hemos perdido de vista la sabiduría de Thomas Jefferson, el primer verdadero panamericano, quien dijo acerca de México y Cuba, “Consideramos sus intereses y los nuestros como los mismos”. Nuestros vecinos del sur deben ser nuestros aliados más cercanos y corremos un riesgo a largo plazo si damos por sentado esto. Como el escritor satírico Horacio tan elocuentemente dijo: “Es tu asunto cuando la pared de al lado se incendia”.

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Desde hace muchos años, nuestro hemisferio ha estado en un segundo plano debido a los acontecimientos en Rusia, China, el sudeste de Asia, África sub-Sahariana y Medio Oriente. Como resultado, el descuido de larga data de las Américas ha permitido que las heridas abiertas se agraven. Inconsistentemente, hemos intentado detener la producción de opio en Afganistán y al mismo tiempo permitimos la venta de cocaína y armas a lo largo de nuestras fronteras.

Por supuesto, no debemos perder de vista al resto del mundo, pero América debe ser nuestra prioridad. Si Uganda se cae a pedazos, es algo malo; pero si Costa Rica se desmorona, el problema podría afectar nuestras costas, nuestro comercio, y perturbar nuestra paz. Deberíamos observar con mayor detenimiento el problema.

Uno no necesita más que mirar a la historia. Además de Jefferson, los primeros estadistas estadounidenses como Henry Clay y Alexander Hamilton hablaron positivamente de una identidad panamericana.

En los últimos años, hemos perdido lo que nuestros antepasados entendieron bien: el fortalecimiento de las relaciones diplomáticas y la importancia de la influencia de Estados Unidos en este hemisferio debido a los muchos peligros que se encuentran en nuestra puerta trasera.

El primer paso obvio para los candidatos presidenciales Republicanos es detener la difusión de teorías de la conspiración sobre la llamada Unión de América del Norte, y prometer poner atención a la Asamblea General Anual  de la Organización de los Estados Americanos. Al mismo tiempo, ofrecer llamar a un Congreso especial Panamericano para identificar y abordar nuestros asuntos hemisféricos y actuar sobre los mismos.

Para el próximo candidato presidencial Republicano, es vital desarrollar un plan de renovación al alcance y compromiso con el resto de América. Hay muchos países que están en el patio trasero de Estados Unidos —nuestros vecinos— quienes dependen de nosotros para varias cosas: la defensa o el comercio, la asociación económica o los valores comunes.

Tiene sentido para Estados Unidos mantener relaciones de intercambio e interacción con los países más cercanos con los que comparte idioma —37 millones de residentes de Estados Unidos hablan español—  y una cosmovisión judeocristiana más común.

Este plan debe identificar fundamentalmente los temas hemisféricos como los pueblos indígenas y cómo tratarlos, oportunidades legítimas económicas y de inversión, sociedades de defensa y formación, la erosión costera, la protección del medio ambiente, reforma migratoria y la preservación histórica. El candidato Republicano a la presidencia debe estar preparado y ansioso por participar en el diálogo sobre estas cuestiones con los líderes de otros países de este hemisferio.

Los desastres naturales y la conciencia cultural traen más oportunidades para demostrar interés en nuestros vecinos. Los huracanes, terremotos, tifones y otras crisis impactan regularmente a más de un país a la vez. Los huracanes arrasan en su camino un país tras otro. El terremoto en Haití solo impactó un país directamente, pero la respuesta vino de muchos Estados vecinos. En julio, los Juegos Panamericanos arrancan en Canadá —uno de los mayores eventos deportivos del mundo después de los Juegos Olímpicos y merecedores de reconocimiento por parte de los líderes de Estados Unidos. Nuestro presidente, ahora y en el futuro, no debe perder la oportunidad de crear buena voluntad hemisférica, así como establecer lazos de amistad interesándose en los problemas, las preocupaciones y los acontecimientos de las naciones de nuestro hemisferio.

El aumento del comercio solo puede beneficiarnos en este punto. Los candidatos presidenciales Republicanos hablan a menudo sobre el libre comercio sin tener un plan en marcha para mejorarlo. Solo iremos más allá de las palabras si tenemos planes específicos afín de proteger los acuerdos de libre comercio existentes, e identificando la manera de expandir y mejorarlos en el futuro.

Esta acción definitiva también indicaría a los votantes estadounidenses la dirección necesaria. Hay más de 950 millones de personas en América, y un renovado esfuerzo para aprobar un acuerdo de libre comercio panamericano, similar en estructura al TLCAN, beneficiaría a las empresas de Estados Unidos permitiéndoles llegar a cientos de millones de consumidores con un PIB per cápita más alto que el de China.

La lucha para reducir la violencia, el narcotráfico, el envío de armas y contrabando de materiales ilegales, son también temas del acuerdo hemisférico. Cualquier candidato Republicano a la presidencia debe tener un plan sobre cómo luchar contra el terrorismo, no solo en el Medio Oriente, sino también aquí en el hemisferio occidental. Por ejemplo, debe tener un plan para ayudar a Colombia a derrotar a las FARC, apoyar al Perú para terminar con la guerrilla de Sendero Luminoso, y luchar contra los grandes cárteles de la droga que han establecido sus puntos de venta en México. En cada uno de estos casos la violencia de los terroristas o de grupos narcoterroristas desborda las fronteras con otros países.

El candidato Republicano a la presidencia que quiere ser visto como innovador y dinámico, pondrá a estos grupos sobre aviso y tendrá un plan en marcha para debilitarlos o destruirlos.

Incrementar la creación de intercambios de estudiantes de secundaria entre los países del hemisferio occidental también podría instaurar lazos más interculturales, junto con más visas estudiantiles para quienes buscan asistir a las universidades en Estados Unidos. Queremos a los mejores y más brillantes estudiantes, y ellos quieren ser educados en las mejores universidades del mundo: es una oportunidad donde ganamos todos.

Hay muchas otras maneras de fortalecer estas alianzas, estas amistades. Si deseas mejorar tu barrio, debes empezar por tu propio patio trasero. Sigues la sabiduría tradicional de poner en orden su propia casa, con la confianza de que esto traerá fuerza. Los candidatos presidenciales Republicanos tienen no solo la oportunidad, sino la responsabilidad de probar que el compromiso hacia América, junto con la experiencia y el conocimiento internacional, son las tres cosas por las que Estados Unidos se dará a conocer como un líder formidable… y amigo de confianza.

Chuck Warren es un prolífico recaudador de fondos para candidatos Republicanos, ocupa el cargo de presidente de finanzas para Utah y Arizona en la Comisión Legislativa Nacional Republicana, y trabaja en la Comisión National Financiera de la campaña Romney para Presidente. Es socio de Silver Bullet LLC, una empresa de relaciones públicas. (@SilverBulletLLC).

Publicado en Panampost.