Terroristas islámicos atacaron la sede de la revista satirica Charlie Hebdo en Paris el miércoles 7 de enero, matando a por lo menos 12 personas, habiendo buscado y preguntado por los editores, escritores y caricaturistas de la revista específicamente para ejecutarlos en venganza por sus ofensas imperdonables contra el Islam. ¿Su pecado? Haber publicado caricaturas que los islámicos que la corrección política occidental niega que son islámicos consideraron ofensivos. De inmediato, comentaristas de los medios masivos globales salieron a propagar la falsa narrativa que estos ataques no tienen nada que ver con (1) islam (2) terrorismo. El Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas, Zeid Raád Al Hussein aprovecho el ataque para condenar también y advertir en contra de los movimientos sociales europeos que manifiestan en pro de la cultura occidental. El Secretario de Estado de Estados Unidos John Kerry dio un discurso donde afirmó que los países libres del mundo jamás se dejarán intimidar por grupos que el estaba demasiado intimidar de llamar por su nombre – islámicos.
Este ataque dejo en evidencia que el Estado Islámico no esta contento con quedarse dentro de las fronteras del Medio Oriente. El Presidente George W. Bush tenía razón que habría que atacar el terrorismo islámico en su lugar de origen para que no nos atacara en las tierras libres. Independientemente de los méritos o falta de ir a la guerra contra Iraq, no se puede negar que la guerra ofensiva contra el terrorismo islámico previno un nuevo ataque terrorista sobre tierras Americanas durante el resto de su Administración. Una vez retiradas las tropas Americanas de Iraq, surgió el Estado Islámico atacando y matando todo en su camino, camino que va en dirección opuesta a Israel, donde saben que tendrían respuesta a su cobarde violencia contra civiles, mujeres, e incluso bebes. Hubo ataques en Fort Hood, Oklahoma, donde un musultman abrio fuego contra sus compañeros soldados y mató a 13 e hirió a mas de 30, otra mujer en Oklahoma Colleen Hufford fue decapitada por un musulman que desconocía, un soldado ingles Lee Rigby fue decapitado las calles de Londres, por musulmanes que no conocía, el parlamento canadiense fue atacado y un soldado muerto, y dos soldados canadienses fueron atacados en Ottawa, también por musulmanes que no conocían. Tres australianos fueron asesinados en una tienda de chocolates en Sydney – por un musulman. El bombazo del Maratón de Boston, otro ataque terrorista cometido por … dos hermanos musulmanes.
Para la corrección política progresista, la conclusión lógica a deducir es que no hay problema con los musulmanes, sino la intolerancia de la civilización Occidental. Absurdo! Los Progresistas se dedican a cantar que la mayoría de los musulmanes son pacíficos, una afirmación tanto cierta como irrelevante. Los moderados musulmanes callan la boca porque saben que sus hermanos musulmanes los matarán si alzan la voz en pro de la paz y el dialogo y la coexistencia tolerante con los demás. Callados, son complices. Y ¿ahora pretenden que nosotros ciudadanos de Occidente libre también nos callemos, y nunca pretendamos hablar ni criticar al Islam? Sería risible si no fuese exactamente lo que esta pasando.
Los Progresistas, y más de algún Libertario con su cabeza en la arena, culparán a Bush por todos los males que cometen musulmanes. Jurán ante toda evidencia que el fundamentalismo islámico solo quiere vivir en paz en sus tierras, y que lo que hacen alla no nos compete en Occidente. Otra mentira. Policías en los países escandinavos ya no pueden entrar en barrios islámicos donde las mujeres son esclavizadas por los hombres y obligadas a cubrir sus caras. Inmigrantes musulmanes cometen violaciones en serie en Inglaterra, y los medios no lo reportan. Medios europeos no se atreven a publicar noticias ni hacer reportajes criticos de los movimientos islamicos terroristas que crecen bajo sus propias narices, por lo que se dedican a hablar de los peligros que representa el Tea Party en Estados Unidos. Los medios no mencionan la religión de los criminales con la misma dedicación que mencionan la raza de policías blancos Americanos que se vieron obligados a matar a “jóvenes negros desarmados” porque no cuadra con la falsa narrativa que los Progresistas propagan – el problema no es el Islám, sino el imperialismo Occidental.
Bush tenía razón. Afrontamos una amenaza existencial, y debe ser aniquilada. Estamos en una guerra en contra el terrorismo, y ese terrorismo es islámico y fundamentalista. El ataque terrorista en Paris valida todos los argumentos que la sabiduría convencional ha querido desmentir. El fundamentalismo islámico representa una amenaza a las tradiciones liberales de la Civilización Occidental, empezando con los principios de tolerancia y la libre emisión del pensamiento. El gobierno de Obama no ha ni siquiera dicho la frase “guerra contra el terrorismo”, optando por creer en el argumento que si se ignora al fundamentalismo islámico, los terroristas también nos dejarán en paz. Fue bajo esa lógica que el ataque terrorista en Fort Hood, Oklahoma, donde Nidal Malik Hasan gritaba “Allah Akbar” mientras cometía su masacre fue clasificado hasta muy recientemente como un incidente de violencia laboral, negando a los soldados víctimas de los beneficios de asistencia social que por contrato cumplían tenían como derecho.
En Europa, los gobiernos han sido mas pasivos que el gobierno actual Estadunidense. Hasta que la misma ciudadanía se ha empezado a levantar politicamente para expresar su temor de perder los beneficios de la Civilización Occidental. Pero, como no se atreven a criticar a los terroristas islámicos, los medios masivos de Occidente empezarán a cubrir el surgimiento de grupos de “extrema derecha” que pone en peligro el futuro de la democracia.
Una humilde propuesta. Si se quiere combatir pacificamente al fundamentalismo islámico que sea por medio de una práctica consecuente y consiste de valores liberales caracteristicos de la Civilización Occidental, como lo fue el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a la joven activista por derechos de la mujer a la educación, Malala Yousafzai. Hasta que se muestren concretamente comprometidos con los valores liberales, organizaciones internacionales no deben poner a países o personajes musulmanes en puestos de honor, como la Comisión de Derechos Humanos, o la Corte Internacional. Palestina no debe ser reconocida como Estado. Y países del Golfo no debe ser sedes de eventos empresariales ni mucho menos deportivos. Si las elites politicas, economicas y sociales de Occidente se dejasen de prostituir tan facilmente cada vez que se da un evento de celebridades en Dubai, el mensaje sería claro que los que tienen que cambiar son los terroristas y los moderados que los esculpan y esconden. Esto no es un choque de civilizaciones, porque no puede haber tal choque cuando solo se trata de una civilización.
Terroristas islámicos atacaron la sede de la revista satirica Charlie Hebdo en Paris el miércoles 7 de enero, matando a por lo menos 12 personas, habiendo buscado y preguntado por los editores, escritores y caricaturistas de la revista específicamente para ejecutarlos en venganza por sus ofensas imperdonables contra el Islam. ¿Su pecado? Haber publicado caricaturas que los islámicos que la corrección política occidental niega que son islámicos consideraron ofensivos. De inmediato, comentaristas de los medios masivos globales salieron a propagar la falsa narrativa que estos ataques no tienen nada que ver con (1) islam (2) terrorismo. El Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas, Zeid Raád Al Hussein aprovecho el ataque para condenar también y advertir en contra de los movimientos sociales europeos que manifiestan en pro de la cultura occidental. El Secretario de Estado de Estados Unidos John Kerry dio un discurso donde afirmó que los países libres del mundo jamás se dejarán intimidar por grupos que el estaba demasiado intimidar de llamar por su nombre – islámicos.
Este ataque dejo en evidencia que el Estado Islámico no esta contento con quedarse dentro de las fronteras del Medio Oriente. El Presidente George W. Bush tenía razón que habría que atacar el terrorismo islámico en su lugar de origen para que no nos atacara en las tierras libres. Independientemente de los méritos o falta de ir a la guerra contra Iraq, no se puede negar que la guerra ofensiva contra el terrorismo islámico previno un nuevo ataque terrorista sobre tierras Americanas durante el resto de su Administración. Una vez retiradas las tropas Americanas de Iraq, surgió el Estado Islámico atacando y matando todo en su camino, camino que va en dirección opuesta a Israel, donde saben que tendrían respuesta a su cobarde violencia contra civiles, mujeres, e incluso bebes. Hubo ataques en Fort Hood, Oklahoma, donde un musultman abrio fuego contra sus compañeros soldados y mató a 13 e hirió a mas de 30, otra mujer en Oklahoma Colleen Hufford fue decapitada por un musulman que desconocía, un soldado ingles Lee Rigby fue decapitado las calles de Londres, por musulmanes que no conocía, el parlamento canadiense fue atacado y un soldado muerto, y dos soldados canadienses fueron atacados en Ottawa, también por musulmanes que no conocían. Tres australianos fueron asesinados en una tienda de chocolates en Sydney – por un musulman. El bombazo del Maratón de Boston, otro ataque terrorista cometido por … dos hermanos musulmanes.
Para la corrección política progresista, la conclusión lógica a deducir es que no hay problema con los musulmanes, sino la intolerancia de la civilización Occidental. Absurdo! Los Progresistas se dedican a cantar que la mayoría de los musulmanes son pacíficos, una afirmación tanto cierta como irrelevante. Los moderados musulmanes callan la boca porque saben que sus hermanos musulmanes los matarán si alzan la voz en pro de la paz y el dialogo y la coexistencia tolerante con los demás. Callados, son complices. Y ¿ahora pretenden que nosotros ciudadanos de Occidente libre también nos callemos, y nunca pretendamos hablar ni criticar al Islam? Sería risible si no fuese exactamente lo que esta pasando.
Los Progresistas, y más de algún Libertario con su cabeza en la arena, culparán a Bush por todos los males que cometen musulmanes. Jurán ante toda evidencia que el fundamentalismo islámico solo quiere vivir en paz en sus tierras, y que lo que hacen alla no nos compete en Occidente. Otra mentira. Policías en los países escandinavos ya no pueden entrar en barrios islámicos donde las mujeres son esclavizadas por los hombres y obligadas a cubrir sus caras. Inmigrantes musulmanes cometen violaciones en serie en Inglaterra, y los medios no lo reportan. Medios europeos no se atreven a publicar noticias ni hacer reportajes criticos de los movimientos islamicos terroristas que crecen bajo sus propias narices, por lo que se dedican a hablar de los peligros que representa el Tea Party en Estados Unidos. Los medios no mencionan la religión de los criminales con la misma dedicación que mencionan la raza de policías blancos Americanos que se vieron obligados a matar a “jóvenes negros desarmados” porque no cuadra con la falsa narrativa que los Progresistas propagan – el problema no es el Islám, sino el imperialismo Occidental.
Bush tenía razón. Afrontamos una amenaza existencial, y debe ser aniquilada. Estamos en una guerra en contra el terrorismo, y ese terrorismo es islámico y fundamentalista. El ataque terrorista en Paris valida todos los argumentos que la sabiduría convencional ha querido desmentir. El fundamentalismo islámico representa una amenaza a las tradiciones liberales de la Civilización Occidental, empezando con los principios de tolerancia y la libre emisión del pensamiento. El gobierno de Obama no ha ni siquiera dicho la frase “guerra contra el terrorismo”, optando por creer en el argumento que si se ignora al fundamentalismo islámico, los terroristas también nos dejarán en paz. Fue bajo esa lógica que el ataque terrorista en Fort Hood, Oklahoma, donde Nidal Malik Hasan gritaba “Allah Akbar” mientras cometía su masacre fue clasificado hasta muy recientemente como un incidente de violencia laboral, negando a los soldados víctimas de los beneficios de asistencia social que por contrato cumplían tenían como derecho.
En Europa, los gobiernos han sido mas pasivos que el gobierno actual Estadunidense. Hasta que la misma ciudadanía se ha empezado a levantar politicamente para expresar su temor de perder los beneficios de la Civilización Occidental. Pero, como no se atreven a criticar a los terroristas islámicos, los medios masivos de Occidente empezarán a cubrir el surgimiento de grupos de “extrema derecha” que pone en peligro el futuro de la democracia.
Una humilde propuesta. Si se quiere combatir pacificamente al fundamentalismo islámico que sea por medio de una práctica consecuente y consiste de valores liberales caracteristicos de la Civilización Occidental, como lo fue el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a la joven activista por derechos de la mujer a la educación, Malala Yousafzai. Hasta que se muestren concretamente comprometidos con los valores liberales, organizaciones internacionales no deben poner a países o personajes musulmanes en puestos de honor, como la Comisión de Derechos Humanos, o la Corte Internacional. Palestina no debe ser reconocida como Estado. Y países del Golfo no debe ser sedes de eventos empresariales ni mucho menos deportivos. Si las elites politicas, economicas y sociales de Occidente se dejasen de prostituir tan facilmente cada vez que se da un evento de celebridades en Dubai, el mensaje sería claro que los que tienen que cambiar son los terroristas y los moderados que los esculpan y esconden. Esto no es un choque de civilizaciones, porque no puede haber tal choque cuando solo se trata de una civilización.