Por Valentin Tavico
“Es por la ausencia de Estado de Derecho”; “es frágil el Estado de Derecho”; son frases de reclamo que se escuchan constantemente por muchos guatemaltecos y las organizaciones sociales.
¿Pero qué significa la frase, Estado de Derecho? Según el diccionario jurídico, Espasa siglo XXI, es “la forma política caracterizada por la sumisión del poder al derecho, mediante la limitación jurídica de sus actividades”. En otras palabras, es sometimiento o subordinación de la autoridad y la ciudadanía hacia las leyes.
Usaré como ejemplo una competencia de los gobiernos municipales para demostrar que en la mayoría de los casos, no cumplen con el concepto que estamos analizando. El mandato legal establece la responsabilidad de las municipalidades a través de sus autoridades, “el abastecimiento domiciliario de agua potable debidamente clorada; alcantarillado… recolección, tratamiento y disposición de desechos sólidos”. Artículo 68 del Código Municipal.
Para asegurar esto, en los artículos 79,80, 86, 87 y 88 del Código de Salud, se ordena al Ministerio de Salud, asegurar que los municipios cumplan con el abastecimiento de agua potable a las comunidades; protección de fuentes de agua de su jurisdicción; vigilancia de la calidad del agua para consumo humano en sistemas públicos y privados, que debe ser coordinada, pues las municipalidades y demás prestadoras tienen obligación de purificar el agua; y por último establece que todo proyecto de abastecimiento de agua, debe tener certificado de calidad.
Tiene mucha lógica éste ejemplo de pesos y contrapesos, para asegurar el cumplimiento de los mandatos, porque al no haber responsable directo y alguien quien garantice su cumplimiento, ¿cuál serían las consecuencias? O ¿Qué pasa cuando ambos no cumplen?
El Código de Salud está vigente desde hace 18 años y municipalidades con autonomía y competencias propias existen desde hace 71 años y los resultados solo en las competencias mencionadas en promedio no son dignos de admiración. Por favor no se sientan aludidos los Alcaldes, Concejos y Ministros que cumplen con su mandato.
Solamente el 60% de las viviendas cuentan con servicio de agua, menos del 20% de los servicios están potabilizados, contados municipios cuentan con plantas de tratamiento de desechos sólidos y aguas servidas que en su mayoría terminan en los ríos y lagos, lo que hace que más del 90% de nuestras fuentes de agua están contaminados de e-colis y coliformes fecales. Las consecuencias subyacentes: enfermedades diarreicas y desnutrición.
Estos casos sirven para ilustrar, pero si evaluamos más variables en otras instituciones y sus autoridades que tienen que ver con el concepto que estamos analizando puedo asegurar sin temor a equivocarme que igual estamos mal.
Mucho que hacer todavía, es necesario recuperar las instituciones, lo cual es posible mediante el liderazgo, capacidad y actitud de las personas cuyo rol de autoridades y funcionarios lleva una carga de compromiso con su mandato legal. Como lo indica James Q. Wilson en el libro Bureaucracy,“ una organización burocrática funciona solo sí quienes están en la operación o atención al público tienen claridad sobre sus metas y tareas, no ideas vagas sobre ellas”. Los defectos de una organización burocrática a superar son: no tener metas claras; ser inconsistentes; ausencia de recursos y poca o nada de libertad de acción.
La cita continúa: “El Estado de Derecho se fundamenta en la división de poderes”, siendo necesario el rescate de las instituciones, sanear el funcionamiento del sistema jurídico para que funcione sin ataduras, operen los pesos y contrapesos, y se haga cumplir el tan anhelado Estado de Derecho para que prospere el país.
Por Valentin Tavico
“Es por la ausencia de Estado de Derecho”; “es frágil el Estado de Derecho”; son frases de reclamo que se escuchan constantemente por muchos guatemaltecos y las organizaciones sociales.
¿Pero qué significa la frase, Estado de Derecho? Según el diccionario jurídico, Espasa siglo XXI, es “la forma política caracterizada por la sumisión del poder al derecho, mediante la limitación jurídica de sus actividades”. En otras palabras, es sometimiento o subordinación de la autoridad y la ciudadanía hacia las leyes.
Usaré como ejemplo una competencia de los gobiernos municipales para demostrar que en la mayoría de los casos, no cumplen con el concepto que estamos analizando. El mandato legal establece la responsabilidad de las municipalidades a través de sus autoridades, “el abastecimiento domiciliario de agua potable debidamente clorada; alcantarillado… recolección, tratamiento y disposición de desechos sólidos”. Artículo 68 del Código Municipal.
Para asegurar esto, en los artículos 79,80, 86, 87 y 88 del Código de Salud, se ordena al Ministerio de Salud, asegurar que los municipios cumplan con el abastecimiento de agua potable a las comunidades; protección de fuentes de agua de su jurisdicción; vigilancia de la calidad del agua para consumo humano en sistemas públicos y privados, que debe ser coordinada, pues las municipalidades y demás prestadoras tienen obligación de purificar el agua; y por último establece que todo proyecto de abastecimiento de agua, debe tener certificado de calidad.
Tiene mucha lógica éste ejemplo de pesos y contrapesos, para asegurar el cumplimiento de los mandatos, porque al no haber responsable directo y alguien quien garantice su cumplimiento, ¿cuál serían las consecuencias? O ¿Qué pasa cuando ambos no cumplen?
El Código de Salud está vigente desde hace 18 años y municipalidades con autonomía y competencias propias existen desde hace 71 años y los resultados solo en las competencias mencionadas en promedio no son dignos de admiración. Por favor no se sientan aludidos los Alcaldes, Concejos y Ministros que cumplen con su mandato.
Solamente el 60% de las viviendas cuentan con servicio de agua, menos del 20% de los servicios están potabilizados, contados municipios cuentan con plantas de tratamiento de desechos sólidos y aguas servidas que en su mayoría terminan en los ríos y lagos, lo que hace que más del 90% de nuestras fuentes de agua están contaminados de e-colis y coliformes fecales. Las consecuencias subyacentes: enfermedades diarreicas y desnutrición.
Estos casos sirven para ilustrar, pero si evaluamos más variables en otras instituciones y sus autoridades que tienen que ver con el concepto que estamos analizando puedo asegurar sin temor a equivocarme que igual estamos mal.
Mucho que hacer todavía, es necesario recuperar las instituciones, lo cual es posible mediante el liderazgo, capacidad y actitud de las personas cuyo rol de autoridades y funcionarios lleva una carga de compromiso con su mandato legal. Como lo indica James Q. Wilson en el libro Bureaucracy,“ una organización burocrática funciona solo sí quienes están en la operación o atención al público tienen claridad sobre sus metas y tareas, no ideas vagas sobre ellas”. Los defectos de una organización burocrática a superar son: no tener metas claras; ser inconsistentes; ausencia de recursos y poca o nada de libertad de acción.
La cita continúa: “El Estado de Derecho se fundamenta en la división de poderes”, siendo necesario el rescate de las instituciones, sanear el funcionamiento del sistema jurídico para que funcione sin ataduras, operen los pesos y contrapesos, y se haga cumplir el tan anhelado Estado de Derecho para que prospere el país.