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Desigualdad y pobreza no son lo mismo

Ramon Parellada
20 de marzo, 2015

El tema de la desigualdad tiene a muchas personas preocupadas en cómo eliminarla.  Pareciera que hay más preocupación en la desigualdad que en la pobreza y no son lo mismo.  Mucho esfuerzo en tiempo y recursos se ha invertido en disminuir la desigualdad, quiero pensar que con buena intención, para así disminuir la pobreza.   Pero es un error.

Todos somos diferentes y todos tenemos diferentes talentos. La desigualdad ha sido y será una característica fundamental del ser humano y esas diferencias, a dividirse el trabajo, especializarse y luego intercambiar los frutos de la producción del mismo nos hace mejorar nuestro nivel de vida.   Esto no tiene que ver con la pobreza.

La pobreza (me refiero a la material y no de espíritu) es la carencia de riqueza por lo que para disminuirla se debe entender que no queda más remedio que producir riqueza a un ritmo mayor.   Quienes abogan por la redistribución de la riqueza para eliminar la desigualdad y según ellos disminuir la pobreza confunden ambos términos ya que al final, como ha ocurrido con el comunismo, ni se elimina la desigualdad y todos terminan siendo pobres por las enorme ineficiencias que un sistema de planificación central causa a la economía.

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Donald Boudreaux, profesor de economía de la Universidad de George Mason en Fairfax, Virginia, en una carta del lector al editor del Washington Post, el pasado miércoles 18 de marzo, explica sobre este tema que una “distribución desigual del ingreso no significa que la gente en el fondo de la distribución sean pobres en términos absolutos.  En un mundo como el nuestro donde la cantidad total de riqueza crece en el tiempo, todos nos volvemos más ricos a pesar que la desigualdad se incremente.”

Y aclara que es importante distinguir entre desigualdad y pobreza.  “Confundir estos términos (como es común) poner en riesgo el diagnóstico de la enfermedad.  Al igual que no culpamos al enfermo de cáncer de una mala distribución de buena salud – esto es, reconocemos que el enfermo de cáncer no puede ser curado haciendo que los que gozan de buena salud tengan menos salud – debemos reconocer que una persona pobre no es pobre por la prosperidad de otros y no puede ser curada haciendo que los más ricos sean menos ricos.    De hecho, investigaciones recientes indican que transferir dinero a relativamente gente pobre en sociedades ricas no proveed mucho alivio (http://www.ifn.se/eng/publications/wp/2015/1060 ); la pobreza persiste por razones que van más allá del hecho de que algunas personas tengan mayores ingresos que otras.”

Para lograr disminuir la pobreza no se debe pensar en la re-distribución de la riqueza sino en eliminar todos los obstáculos que impiden una más rápida creación de riqueza.  Tampoco hay que separar creación de riqueza con distribución de la misma.  En una sociedad de personas libres y responsables, en la medida en que se va creando la riqueza se va distribuyendo.   No ocurre lo mismo en una sociedad mercantilista (“Crony Capitalism”)  en la que el gobierno ha otorgado prebendas y privilegios a grupos de presión que pueden ser pseudo-empresarios, sindicalistas, universidades, organizaciones no gubernamentales, etc…

Al final, lo que nos interesa es que lo pobres mejoren su nivel de vida, no tanto que igualen sus ingresos con los más ricos.  Por ello es importante partid de ciertas condiciones básicas para lograr ese mayor crecimiento económico como un verdadero estado de derecho con protección irrestricta a la vida, la libertad y la propiedad, eliminación del Impuesto al rendimiento del capital conocido como Impuesto sobre la Renta, simplificación del sistema tributario,  libre comercio sin restricción ni excepción alguna, y un gobierno limitado enfocado principalmente en justicia y seguridad.

Desigualdad y pobreza no son lo mismo

Ramon Parellada
20 de marzo, 2015

El tema de la desigualdad tiene a muchas personas preocupadas en cómo eliminarla.  Pareciera que hay más preocupación en la desigualdad que en la pobreza y no son lo mismo.  Mucho esfuerzo en tiempo y recursos se ha invertido en disminuir la desigualdad, quiero pensar que con buena intención, para así disminuir la pobreza.   Pero es un error.

Todos somos diferentes y todos tenemos diferentes talentos. La desigualdad ha sido y será una característica fundamental del ser humano y esas diferencias, a dividirse el trabajo, especializarse y luego intercambiar los frutos de la producción del mismo nos hace mejorar nuestro nivel de vida.   Esto no tiene que ver con la pobreza.

La pobreza (me refiero a la material y no de espíritu) es la carencia de riqueza por lo que para disminuirla se debe entender que no queda más remedio que producir riqueza a un ritmo mayor.   Quienes abogan por la redistribución de la riqueza para eliminar la desigualdad y según ellos disminuir la pobreza confunden ambos términos ya que al final, como ha ocurrido con el comunismo, ni se elimina la desigualdad y todos terminan siendo pobres por las enorme ineficiencias que un sistema de planificación central causa a la economía.

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Donald Boudreaux, profesor de economía de la Universidad de George Mason en Fairfax, Virginia, en una carta del lector al editor del Washington Post, el pasado miércoles 18 de marzo, explica sobre este tema que una “distribución desigual del ingreso no significa que la gente en el fondo de la distribución sean pobres en términos absolutos.  En un mundo como el nuestro donde la cantidad total de riqueza crece en el tiempo, todos nos volvemos más ricos a pesar que la desigualdad se incremente.”

Y aclara que es importante distinguir entre desigualdad y pobreza.  “Confundir estos términos (como es común) poner en riesgo el diagnóstico de la enfermedad.  Al igual que no culpamos al enfermo de cáncer de una mala distribución de buena salud – esto es, reconocemos que el enfermo de cáncer no puede ser curado haciendo que los que gozan de buena salud tengan menos salud – debemos reconocer que una persona pobre no es pobre por la prosperidad de otros y no puede ser curada haciendo que los más ricos sean menos ricos.    De hecho, investigaciones recientes indican que transferir dinero a relativamente gente pobre en sociedades ricas no proveed mucho alivio (http://www.ifn.se/eng/publications/wp/2015/1060 ); la pobreza persiste por razones que van más allá del hecho de que algunas personas tengan mayores ingresos que otras.”

Para lograr disminuir la pobreza no se debe pensar en la re-distribución de la riqueza sino en eliminar todos los obstáculos que impiden una más rápida creación de riqueza.  Tampoco hay que separar creación de riqueza con distribución de la misma.  En una sociedad de personas libres y responsables, en la medida en que se va creando la riqueza se va distribuyendo.   No ocurre lo mismo en una sociedad mercantilista (“Crony Capitalism”)  en la que el gobierno ha otorgado prebendas y privilegios a grupos de presión que pueden ser pseudo-empresarios, sindicalistas, universidades, organizaciones no gubernamentales, etc…

Al final, lo que nos interesa es que lo pobres mejoren su nivel de vida, no tanto que igualen sus ingresos con los más ricos.  Por ello es importante partid de ciertas condiciones básicas para lograr ese mayor crecimiento económico como un verdadero estado de derecho con protección irrestricta a la vida, la libertad y la propiedad, eliminación del Impuesto al rendimiento del capital conocido como Impuesto sobre la Renta, simplificación del sistema tributario,  libre comercio sin restricción ni excepción alguna, y un gobierno limitado enfocado principalmente en justicia y seguridad.