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¿Quiénes han perdido más con el FEMINISMO?

Redacción
04 de marzo, 2015

¿Hay alguna diferencia entre los sexos, que de superioridad a alguno de ellos? Creo que ambos tienen fortalezas y debilidades, dependiendo de la situación en la que se encuentren inmersos. Lo que sí es evidente, es que uno sin el otro es muy difícil que produzcan la sinergia que las características de ambos, pueden generar juntas.

Se habla de que en el pasado se tenía a las mujeres como el sexo débil, que fue abusado por los machos recalcitrantes. Situación que pongo en duda. Pues siempre tuve la figura de mis abuelos y después mis padres, en donde vi como las hembras débiles, fueron las que con sutileza, mimos y una astucia innata a su condición de mujeres. Fueron quienes influenciaron el qué hacer de sus hogares de una manera tal, que me atrevería a decir, que fueron el poder detrás de todas o la mayoría de las decisiones importantes de nuestra familia.

Dice un refrán antiguo: “Detrás de cada gran hombre, hay una gran mujer”. Yo me atrevo a decir, que más bien, a la par de un gran hombre siempre hay una gran mujer. Estudios antropológicos han sugerido el origen de comportamientos que tanto para un sexo como para el otro han tenido o pudieran tener una razón evolutiva. Se cree que el desarrollar técnicas de cacería ha hecho evolucionar al macho en dos aspectos fundamentales. El primero la capacidad de enfoque y el segundo el trabajo en equipo, a causa de se pudiera contrarrestar la fuerza, la velocidad, la agilidad, las garras, colmillos, de la presa. Por otro lado, a las hembras se les dejaba al cuidado de las crías. Debían estar pendientes de su entorno, para que los depredadores no las tomaran por sorpresa, hacerse cargo de preparar los alimentos e incluso amamantar a unos mientras cuidaban a los otros. Debían asegurarse que el fuego no se apagara. Y empezaron a darse cuenta, que a su alrededor se daban cambios en el clima, la luz del día, las plantas útiles y muy probablemente como algunas de ellas solo se encontraban bajo ciertas condiciones climáticas. Posiblemente vieron y recolectaron semillas que les aseguraran que pudieran volver a tener esas plantas en la siguiente temporada. Esta situación las hizo más observadoras, más sensibles, conscientes de los detalles, más colectoras y capaces de relaciones más complejas con otras mujeres, sus crías y sus familias. Los hombres no estaban. Cuando regresaban, si lo lograban, estaban cansados y muchas veces heridos, pero prestos a compartir lo cazado con su equipo de compañeros.

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Las hembras aprendieron a conocer, desde muy temprano el comportamiento de sus críos, y a manejar sus diferencias. Esto les dio el poder conocer a sus contrapartes masculinas, que eran parecidos a sus críos machos pero con más fuerza y más territoriales. También se dieron cuenta de que sus contrapartes femeninas eran muy variables cuando empezaban a madurar. Intuyeron que eran dependientes de sus hormonas. Aprendieron a especular y tratar de entender en qué fase de su luna se encontraban y a intentar manejarlo. Muy complicado por cierto, pues todas estaban en una etapa no siempre en sincronía.

Sin embargo, estas criaturas, complejas y variables a causa de estas características, han desarrollado habilidades igualmente complejas y sobretodo impensables para los machos. Emocionales, sensibles, creativas, intuitivas, imaginativas, multitarea, etc. Todas ellas muy distantes de la simpleza, agresividad, y enfoque de funciones de los hombres. Por tanto complementarias pero diferentes. Sin embargo, nos habían hecho creer a los machos que, nosotros, definíamos el destino de ambos. Cuando ellas, ya lo manipulaban a su antojo con sus habilidades innatas. Pero tal ha sido su vanidad, que han querido probar que pueden competir frontalmente con sus contrapartes humanas. Poniendo a prueba habilidades que no son su fortaleza. Están incursionando para competir en un mundo manejado en forma directa, con características masculinas, haciendo gala de sus habilidades menos ventajosas. Ahora el dilema se vuelve más complejo, debido a su variable manejo del mundo que las rodea. En vez de manejar a estos seres masculinos simples y predecibles, se les ha ocurrido retarlos en su propio terreno y enfrentarlos. Cuando siempre los guiaron y manipularon durante toda la historia de la humanidad.

A causa de esta actitud desafiante de muchas mujeres, donde quieren a fuerza el mando a cualquier costo. Han tenido que sacrificar un papel que siempre ha sido vital para el desarrollo humano, tal cual lo conocemos ahora. El desarrollo de los críos. El ser humano, a diferencia de otras especies, es indefenso al nacer y requiere de cuidados por un periodo más largo para sobrevivir. Y por la razón que sea, es muy difícil que este papel lo pueda sustituir otra persona que no sea la madre. Se endosa en muchos casos a instituciones como los colegios o las escuelas esta responsabilidad. Pero se nos olvida que estos son sitios en los que se da una formación educativa formal. La pregunta es entonces: ¿Esta actividad sustituye el papel biológico y de enseñanza de la propia madre? Dice el refrán que la educación se mama.

No debemos olvidar los machos que mucha de esta respuesta de las hembras de nuestra especie es provocada por el abuso de la posición de los hombres y la falta de responsabilidad de muchos de estos. Sin embargo, no todos son así ni el desbalance es la respuesta.

Por otro lado, ¿qué pasa con aquellas mujeres que no están interesadas en esta competencia directa con los machos? Cabe pensar que los machos estén identificando erróneamente a estas hembras como rivales a causa de las otras, que han tomado un papel agresivo y de confrontación. ¿No será posible que este cambio de comportamiento este provocando que en vez de protegerlas, se les ataque tal cual otro competidor por el papel biológico dominante?

AL CAMBIAR EL PAPEL DE LA HEMBRA, LA MUJER ESTA PERDIENDO LA PROTECCION E INFLUENCIA CON SUS CONTRAPARTES MASCULINAS. Y SOBRETODO EL ARMA MÁS PODEROSA, SU CAPACIDAD DE INFLUENCIAR AL MACHO.

¿Quiénes han perdido más con el FEMINISMO?

Redacción
04 de marzo, 2015

¿Hay alguna diferencia entre los sexos, que de superioridad a alguno de ellos? Creo que ambos tienen fortalezas y debilidades, dependiendo de la situación en la que se encuentren inmersos. Lo que sí es evidente, es que uno sin el otro es muy difícil que produzcan la sinergia que las características de ambos, pueden generar juntas.

Se habla de que en el pasado se tenía a las mujeres como el sexo débil, que fue abusado por los machos recalcitrantes. Situación que pongo en duda. Pues siempre tuve la figura de mis abuelos y después mis padres, en donde vi como las hembras débiles, fueron las que con sutileza, mimos y una astucia innata a su condición de mujeres. Fueron quienes influenciaron el qué hacer de sus hogares de una manera tal, que me atrevería a decir, que fueron el poder detrás de todas o la mayoría de las decisiones importantes de nuestra familia.

Dice un refrán antiguo: “Detrás de cada gran hombre, hay una gran mujer”. Yo me atrevo a decir, que más bien, a la par de un gran hombre siempre hay una gran mujer. Estudios antropológicos han sugerido el origen de comportamientos que tanto para un sexo como para el otro han tenido o pudieran tener una razón evolutiva. Se cree que el desarrollar técnicas de cacería ha hecho evolucionar al macho en dos aspectos fundamentales. El primero la capacidad de enfoque y el segundo el trabajo en equipo, a causa de se pudiera contrarrestar la fuerza, la velocidad, la agilidad, las garras, colmillos, de la presa. Por otro lado, a las hembras se les dejaba al cuidado de las crías. Debían estar pendientes de su entorno, para que los depredadores no las tomaran por sorpresa, hacerse cargo de preparar los alimentos e incluso amamantar a unos mientras cuidaban a los otros. Debían asegurarse que el fuego no se apagara. Y empezaron a darse cuenta, que a su alrededor se daban cambios en el clima, la luz del día, las plantas útiles y muy probablemente como algunas de ellas solo se encontraban bajo ciertas condiciones climáticas. Posiblemente vieron y recolectaron semillas que les aseguraran que pudieran volver a tener esas plantas en la siguiente temporada. Esta situación las hizo más observadoras, más sensibles, conscientes de los detalles, más colectoras y capaces de relaciones más complejas con otras mujeres, sus crías y sus familias. Los hombres no estaban. Cuando regresaban, si lo lograban, estaban cansados y muchas veces heridos, pero prestos a compartir lo cazado con su equipo de compañeros.

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Las hembras aprendieron a conocer, desde muy temprano el comportamiento de sus críos, y a manejar sus diferencias. Esto les dio el poder conocer a sus contrapartes masculinas, que eran parecidos a sus críos machos pero con más fuerza y más territoriales. También se dieron cuenta de que sus contrapartes femeninas eran muy variables cuando empezaban a madurar. Intuyeron que eran dependientes de sus hormonas. Aprendieron a especular y tratar de entender en qué fase de su luna se encontraban y a intentar manejarlo. Muy complicado por cierto, pues todas estaban en una etapa no siempre en sincronía.

Sin embargo, estas criaturas, complejas y variables a causa de estas características, han desarrollado habilidades igualmente complejas y sobretodo impensables para los machos. Emocionales, sensibles, creativas, intuitivas, imaginativas, multitarea, etc. Todas ellas muy distantes de la simpleza, agresividad, y enfoque de funciones de los hombres. Por tanto complementarias pero diferentes. Sin embargo, nos habían hecho creer a los machos que, nosotros, definíamos el destino de ambos. Cuando ellas, ya lo manipulaban a su antojo con sus habilidades innatas. Pero tal ha sido su vanidad, que han querido probar que pueden competir frontalmente con sus contrapartes humanas. Poniendo a prueba habilidades que no son su fortaleza. Están incursionando para competir en un mundo manejado en forma directa, con características masculinas, haciendo gala de sus habilidades menos ventajosas. Ahora el dilema se vuelve más complejo, debido a su variable manejo del mundo que las rodea. En vez de manejar a estos seres masculinos simples y predecibles, se les ha ocurrido retarlos en su propio terreno y enfrentarlos. Cuando siempre los guiaron y manipularon durante toda la historia de la humanidad.

A causa de esta actitud desafiante de muchas mujeres, donde quieren a fuerza el mando a cualquier costo. Han tenido que sacrificar un papel que siempre ha sido vital para el desarrollo humano, tal cual lo conocemos ahora. El desarrollo de los críos. El ser humano, a diferencia de otras especies, es indefenso al nacer y requiere de cuidados por un periodo más largo para sobrevivir. Y por la razón que sea, es muy difícil que este papel lo pueda sustituir otra persona que no sea la madre. Se endosa en muchos casos a instituciones como los colegios o las escuelas esta responsabilidad. Pero se nos olvida que estos son sitios en los que se da una formación educativa formal. La pregunta es entonces: ¿Esta actividad sustituye el papel biológico y de enseñanza de la propia madre? Dice el refrán que la educación se mama.

No debemos olvidar los machos que mucha de esta respuesta de las hembras de nuestra especie es provocada por el abuso de la posición de los hombres y la falta de responsabilidad de muchos de estos. Sin embargo, no todos son así ni el desbalance es la respuesta.

Por otro lado, ¿qué pasa con aquellas mujeres que no están interesadas en esta competencia directa con los machos? Cabe pensar que los machos estén identificando erróneamente a estas hembras como rivales a causa de las otras, que han tomado un papel agresivo y de confrontación. ¿No será posible que este cambio de comportamiento este provocando que en vez de protegerlas, se les ataque tal cual otro competidor por el papel biológico dominante?

AL CAMBIAR EL PAPEL DE LA HEMBRA, LA MUJER ESTA PERDIENDO LA PROTECCION E INFLUENCIA CON SUS CONTRAPARTES MASCULINAS. Y SOBRETODO EL ARMA MÁS PODEROSA, SU CAPACIDAD DE INFLUENCIAR AL MACHO.