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Criticar es fácil, construir es el reto

Betty Marroquin
17 de septiembre, 2015

Amigo lector, los tiempos que estamos viviendo, y nuestro maravilloso país merecen una actitud diferente a la que hemos tenido muchos. Los tiempos de criticar, de ver pasar, de mirar hacia el otro lado, de ser apáticos han terminado. En casi todo el país los ciudadanos han clamado justicia, expresado su deseo de vivir serenamente y de tener una Guatemala mejor para ellos y para sus hijos. Magnífico. La pregunta es, ¿qué estamos dispuestos a hacer para lograr esa Guatemala? No se usted, pero yo me comprometo a continuar haciendo mi trabajo lo mejor que puedo, a obedecer la Ley me guste o no, y a caminar derecho aunque torcido sea más atractivo y con frecuencia, más fácil. La segunda vuelta está delante de nosotros, nos queda poco tiempo y considero importante hacer un esfuerzo por permanecer optimistas y positivos. Todo es cuestión de elegir, y gracias a Dios, seguimos en un país libre donde tenemos ese derecho que es a su vez, un privilegio y una responsabilidad. Por esto, lo invito a que analicemos el panorama con un poco más de positivismo.

Hablemos de lo que está bien. Primero que nada, que la CICIG y el MP ahora estén haciendo su trabajo es un gran logro. Han atacado uno de los peores males que ha sufrido Guatemala, la corrupción, que nos produjera una mega infección llamada La Línea. Cortaron la cabeza de los supuestos líderes de la famosa línea, y están investigando muchos otros casos de alto y mediano impacto. Mientras tanto, sea por temor al clamor popular o por lo que sea, el Legislativo se puso las pilas para hacer su parte y contribuir al proceso iniciado por el MP y la CICIG. Veremos como se comporta en lo que queda del año, especialmente con respecto al presupuesto. El Presidente Maldonado Aguirre está sano y activo, cosa que nos debe de dar alivio. Estos cinco meses que quedan para llegar al 14 de enero a las 14, deberá tratar de minimizar daños, y esperemos la o el nuevo Vicepresidente (al momento de escribir la presente no ha sido electo) colabore, en pleno y sin agenda oculta de ninguna especie.

Nos debe llenar de orgullo que todo el proceso de cambios iniciado este año ha transcurrido con un mínimo de incidentes, con orden y en forma pacífica. Eso es de por sí, un gran logro. Que la izquierda y sus semilleros no llegaran a ninguna parte es también motivo de alivio y un aliciente a seguir. Como también lo es el hecho de que los extremos retrógrados quedaran abajo o casi desaparecieran del espectro político. Me da ternura la inocencia del diputado Alvaro Velásquez de Convergencia, quién dijera a la República Digital que buscará alianzas (además de los otros cuatro izquierdistas que quedan en el Congreso) con diputados progresistas, ya que progresista y “de izquierda” es un oximoron. Sin duda, los tiempos en que el pueblo creía en las falsas promesas de la izquierda han pasado, gracias a Dios. La gente quiere cuidar su propiedad, su libertad y su derecho a la vida. La Historia en todos los destinos que han sufrido y sufren gobiernos de izquierda, ha dejado claro que esa utopía no es mas que una horrenda farsa.

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De tal manera que Guatemala pareciera estar inspirando a sus vecinos del norte, a los del triángulo norte, a los hermanos venezolanos, e inclusive, del otro lado del charco. Por primera vez Guatemala se ha vuelto sinónimo de coraje, orden y combate a la corrupción.

Y con todo esto, somos varios los que le damos una ovación a una mujer que merece realmente todos los premios del caso, me refiero a la Fiscal General Licda. Thelma Aldana. El gobierno de los Estados Unidos premió a Claudia Paz y Paz por perseguir al General Ríos Montt, instigar a la división nacional sabiendo que la gran mayoría del país no cree en el genocidio (para muestra un botón, vean que sólo en Quiché Zury sacó 3.03% de los votos mientras que Winaq obtuvo un 2.05%), no persiguió a sus amigos de CUC, CONIC y UVOC por invasores de tierras, y en tres años de gestión recibió 49 mil acusaciones de las cuales recibieron sentencia 19 mil (cifras tomadas de Prensa Libre, “Paz y Paz se defiende ante postuladora” del 24 de abril del 2014). Ella se enfocó en casos de alto impacto que le dieran renombre, y recibió su premio. Como guatemalteca, esperaría que como mínimo le dieran la Orden del Quetzal en el Grado de Gran Collar (si es ese el más alto) a la Licda. Aldana y al Comisionado Iván el Terrible, y la Casa Blanca, promotora del fortalecimiento a la democracia y a la unidad nacional, debiera darle a la Licda. Aldana si no más honores y alfombra roja, como mínimo los mismos honores dados a la divisora Paz y Paz. La Licda. Aldana nos ha dado motivos para encontrar el coraje como ciudadanía para apoyarla y buscar el fortalecimiento y limpieza política de Guatemala. Nos ha hecho sentir aún más orgullosos de ser Guatemaltecos y ha puesto el nombre del país en alto. De la otra, mejor ni hablemos.

Criticar es fácil, construir es el reto

Betty Marroquin
17 de septiembre, 2015

Amigo lector, los tiempos que estamos viviendo, y nuestro maravilloso país merecen una actitud diferente a la que hemos tenido muchos. Los tiempos de criticar, de ver pasar, de mirar hacia el otro lado, de ser apáticos han terminado. En casi todo el país los ciudadanos han clamado justicia, expresado su deseo de vivir serenamente y de tener una Guatemala mejor para ellos y para sus hijos. Magnífico. La pregunta es, ¿qué estamos dispuestos a hacer para lograr esa Guatemala? No se usted, pero yo me comprometo a continuar haciendo mi trabajo lo mejor que puedo, a obedecer la Ley me guste o no, y a caminar derecho aunque torcido sea más atractivo y con frecuencia, más fácil. La segunda vuelta está delante de nosotros, nos queda poco tiempo y considero importante hacer un esfuerzo por permanecer optimistas y positivos. Todo es cuestión de elegir, y gracias a Dios, seguimos en un país libre donde tenemos ese derecho que es a su vez, un privilegio y una responsabilidad. Por esto, lo invito a que analicemos el panorama con un poco más de positivismo.

Hablemos de lo que está bien. Primero que nada, que la CICIG y el MP ahora estén haciendo su trabajo es un gran logro. Han atacado uno de los peores males que ha sufrido Guatemala, la corrupción, que nos produjera una mega infección llamada La Línea. Cortaron la cabeza de los supuestos líderes de la famosa línea, y están investigando muchos otros casos de alto y mediano impacto. Mientras tanto, sea por temor al clamor popular o por lo que sea, el Legislativo se puso las pilas para hacer su parte y contribuir al proceso iniciado por el MP y la CICIG. Veremos como se comporta en lo que queda del año, especialmente con respecto al presupuesto. El Presidente Maldonado Aguirre está sano y activo, cosa que nos debe de dar alivio. Estos cinco meses que quedan para llegar al 14 de enero a las 14, deberá tratar de minimizar daños, y esperemos la o el nuevo Vicepresidente (al momento de escribir la presente no ha sido electo) colabore, en pleno y sin agenda oculta de ninguna especie.

Nos debe llenar de orgullo que todo el proceso de cambios iniciado este año ha transcurrido con un mínimo de incidentes, con orden y en forma pacífica. Eso es de por sí, un gran logro. Que la izquierda y sus semilleros no llegaran a ninguna parte es también motivo de alivio y un aliciente a seguir. Como también lo es el hecho de que los extremos retrógrados quedaran abajo o casi desaparecieran del espectro político. Me da ternura la inocencia del diputado Alvaro Velásquez de Convergencia, quién dijera a la República Digital que buscará alianzas (además de los otros cuatro izquierdistas que quedan en el Congreso) con diputados progresistas, ya que progresista y “de izquierda” es un oximoron. Sin duda, los tiempos en que el pueblo creía en las falsas promesas de la izquierda han pasado, gracias a Dios. La gente quiere cuidar su propiedad, su libertad y su derecho a la vida. La Historia en todos los destinos que han sufrido y sufren gobiernos de izquierda, ha dejado claro que esa utopía no es mas que una horrenda farsa.

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De tal manera que Guatemala pareciera estar inspirando a sus vecinos del norte, a los del triángulo norte, a los hermanos venezolanos, e inclusive, del otro lado del charco. Por primera vez Guatemala se ha vuelto sinónimo de coraje, orden y combate a la corrupción.

Y con todo esto, somos varios los que le damos una ovación a una mujer que merece realmente todos los premios del caso, me refiero a la Fiscal General Licda. Thelma Aldana. El gobierno de los Estados Unidos premió a Claudia Paz y Paz por perseguir al General Ríos Montt, instigar a la división nacional sabiendo que la gran mayoría del país no cree en el genocidio (para muestra un botón, vean que sólo en Quiché Zury sacó 3.03% de los votos mientras que Winaq obtuvo un 2.05%), no persiguió a sus amigos de CUC, CONIC y UVOC por invasores de tierras, y en tres años de gestión recibió 49 mil acusaciones de las cuales recibieron sentencia 19 mil (cifras tomadas de Prensa Libre, “Paz y Paz se defiende ante postuladora” del 24 de abril del 2014). Ella se enfocó en casos de alto impacto que le dieran renombre, y recibió su premio. Como guatemalteca, esperaría que como mínimo le dieran la Orden del Quetzal en el Grado de Gran Collar (si es ese el más alto) a la Licda. Aldana y al Comisionado Iván el Terrible, y la Casa Blanca, promotora del fortalecimiento a la democracia y a la unidad nacional, debiera darle a la Licda. Aldana si no más honores y alfombra roja, como mínimo los mismos honores dados a la divisora Paz y Paz. La Licda. Aldana nos ha dado motivos para encontrar el coraje como ciudadanía para apoyarla y buscar el fortalecimiento y limpieza política de Guatemala. Nos ha hecho sentir aún más orgullosos de ser Guatemaltecos y ha puesto el nombre del país en alto. De la otra, mejor ni hablemos.