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Los ricos del gobierno

María Dolores Arias
12 de enero, 2016

“Los ricos del gobierno” es el título del libro de Luis Pazos en el cual habla acerca de “la co$tumbre de la corrupción”. En este libro explica de forma amena cómo la corrupción se ha vuelto una costumbre en nuestros países, si bien es cierto se enfoca en el caso mexicano, bien lo podemos adaptar sin ninguna dificultad a nuestras latitudes.

Expone -a partir de su experiencia en el gobierno, en la política y en la academia- cuál es el entorno propicio para la corrupción, cuáles son las estrategias que siguen los corruptos: para salir impunes, para apropiarse de los recursos del tributario vía presupuesto y para crear paraísos de la corrupción.

Pazos, hace una diferenciación entre los ricos parasitarios y los ricos productivos. “El rico productivo convierte la riqueza potencial en riqueza real. Crea valor agregado y empleos. Hace aprovechables los recursos naturales al transformarlos, transportarlos o comercializarlos.

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‘El rico parasitario es el que sirve de premisa a la teoría económica de la suma cero: la ganancia que recibe uno implica una pérdida para otro…No creaban riqueza, repartían la que robaban de otros”.

Los ricos del gobierno a quienes se refiere Pazos, son precisamente estos ricos parasitarios que los podemos encontrar tanto en la política como en la iniciativa privada y en el ámbito laboral. Son estos “politiquillos”, “empresaurios” y prestanombres que se asocian para robar el dinero de los tributarios o para negociar privilegios que aseguren sus ganancias. Son también los “seudo-líderes” sindicales, campesinos, estudiantiles que forman alianzas con los “politiquillos” para negociar apoyo partidario a cambio de dinero o privilegios.

Este libro nos ayuda a entender de forma sencilla cómo funciona la corrupción y el por qué mayor regulación e intervención del gobierno es una contradicción en el combate a la misma. Los paraísos de la corrupción como los llama Pazos, están llenos de sobrerregulaciones, trámites complicados, empresas estatales y programas sociales, entre otros, que facilitan al rico parasitario incrementar su fortuna.

Este libro me hizo reflexionar respecto a los recientes cambios de gobierno en Latinoamérica: en Argentina, Mauricio Macri llega en lugar de Cristina Fernández acabando con la continuidad del kirchnerismo y ofrece cambios para mejorar la economía. En Venezuela, se renueva la mayoría de la Asamblea Nacional y ofrecen cambios para mejorar la situación del país. Aquí en Guatemala, mañana asume la presidencia Jimmy Morales y ofrece sorpresas al inicio de su gobierno.

Cualquier cambio que ofrezcan los políticos se quedará en buenas intenciones si no ataca las raíces de la corrupción. Debemos, como mandantes, exigir soluciones de fondo y no cosméticas que sólo den la apariencia de que se hace algo.

El combate a la corrupción debe ser un combate serio y de largo plazo. Ya que, como estamos aprendiendo en Guatemala, enjuiciar a los corruptos no es suficiente, tan sólo es un paso de los muchos que debemos avanzar.

La tragedia de la corrupción es que no sólo se roban el dinero de los tributarios, sino que impiden el crecimiento económico con regulaciones arbitrarias, privilegios que impiden la competencia y perjudican a quien más necesita de la inversión productiva: los más pobres.

Los ricos parasitarios cuentan con que los tributarios sigamos pasivos, ignorantes o complacientes con la corrupción, cuentan con que usted sea tolerante a los despilfarros, robos, nepotismo y sobrevaloraciones en el gobierno. Los ricos del gobierno cuentan con que usted no se aclare las ideas al leer este libro y siga apoyando inconscientemente los paraísos de la corrupción.

@Md30

Facebook.com/Mda30

Los ricos del gobierno

María Dolores Arias
12 de enero, 2016

“Los ricos del gobierno” es el título del libro de Luis Pazos en el cual habla acerca de “la co$tumbre de la corrupción”. En este libro explica de forma amena cómo la corrupción se ha vuelto una costumbre en nuestros países, si bien es cierto se enfoca en el caso mexicano, bien lo podemos adaptar sin ninguna dificultad a nuestras latitudes.

Expone -a partir de su experiencia en el gobierno, en la política y en la academia- cuál es el entorno propicio para la corrupción, cuáles son las estrategias que siguen los corruptos: para salir impunes, para apropiarse de los recursos del tributario vía presupuesto y para crear paraísos de la corrupción.

Pazos, hace una diferenciación entre los ricos parasitarios y los ricos productivos. “El rico productivo convierte la riqueza potencial en riqueza real. Crea valor agregado y empleos. Hace aprovechables los recursos naturales al transformarlos, transportarlos o comercializarlos.

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‘El rico parasitario es el que sirve de premisa a la teoría económica de la suma cero: la ganancia que recibe uno implica una pérdida para otro…No creaban riqueza, repartían la que robaban de otros”.

Los ricos del gobierno a quienes se refiere Pazos, son precisamente estos ricos parasitarios que los podemos encontrar tanto en la política como en la iniciativa privada y en el ámbito laboral. Son estos “politiquillos”, “empresaurios” y prestanombres que se asocian para robar el dinero de los tributarios o para negociar privilegios que aseguren sus ganancias. Son también los “seudo-líderes” sindicales, campesinos, estudiantiles que forman alianzas con los “politiquillos” para negociar apoyo partidario a cambio de dinero o privilegios.

Este libro nos ayuda a entender de forma sencilla cómo funciona la corrupción y el por qué mayor regulación e intervención del gobierno es una contradicción en el combate a la misma. Los paraísos de la corrupción como los llama Pazos, están llenos de sobrerregulaciones, trámites complicados, empresas estatales y programas sociales, entre otros, que facilitan al rico parasitario incrementar su fortuna.

Este libro me hizo reflexionar respecto a los recientes cambios de gobierno en Latinoamérica: en Argentina, Mauricio Macri llega en lugar de Cristina Fernández acabando con la continuidad del kirchnerismo y ofrece cambios para mejorar la economía. En Venezuela, se renueva la mayoría de la Asamblea Nacional y ofrecen cambios para mejorar la situación del país. Aquí en Guatemala, mañana asume la presidencia Jimmy Morales y ofrece sorpresas al inicio de su gobierno.

Cualquier cambio que ofrezcan los políticos se quedará en buenas intenciones si no ataca las raíces de la corrupción. Debemos, como mandantes, exigir soluciones de fondo y no cosméticas que sólo den la apariencia de que se hace algo.

El combate a la corrupción debe ser un combate serio y de largo plazo. Ya que, como estamos aprendiendo en Guatemala, enjuiciar a los corruptos no es suficiente, tan sólo es un paso de los muchos que debemos avanzar.

La tragedia de la corrupción es que no sólo se roban el dinero de los tributarios, sino que impiden el crecimiento económico con regulaciones arbitrarias, privilegios que impiden la competencia y perjudican a quien más necesita de la inversión productiva: los más pobres.

Los ricos parasitarios cuentan con que los tributarios sigamos pasivos, ignorantes o complacientes con la corrupción, cuentan con que usted sea tolerante a los despilfarros, robos, nepotismo y sobrevaloraciones en el gobierno. Los ricos del gobierno cuentan con que usted no se aclare las ideas al leer este libro y siga apoyando inconscientemente los paraísos de la corrupción.

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