Las lentejas se preparan fácilmente, resultan versátiles y son muy apreciadas en una dieta saludable.

El primer paso consistirá en limpiarlas, por si tuviera alguna piedra o suciedad y se deberá eliminar cualquiera que se encuentre en mal estado.

Se necesita el doble de agua por cantidad de lentejas. Se cocinan en agua al tiempo y la primera parte deberá ser a fuego alto, antes de que hierba, baje el fuego y permita que termine la cocción. Si quiere darles más sabor, agregue una hoja de laurel o una ramita de tomillo, un tallo de cebolla o un diente de ajo machacado. Siempre cocine sin tapar y muy importante, la sal se adicionará al final de la cocción, para evitar que queden duras.

La sal, se deberá agregar cuando aún están calientes, para lograr una mejor sazón. Otros condimentos que aportarán sabor son la pimienta recién molida, comino, curry en polvo o chile de Cobán o hierbas como perejil o culantro finamente picados. Asimismo, un chorrito de aceite de oliva y unas gotas de limón o vinagre complementarán bien. Considere que las lentejas duplicarán dos veces y medio su peso al cocinarse.

Los tipos de lenteja, son las cafés que pueden ser planas o redondas y las verdes que son más redondas. Cualquiera de éstas resultan bien para servirlas solas. Mientras que las rojas partidas son de color anaranjado y pequeñas, se cocinan en breve y resultan mejor en salsas, sopas o estofados. Para conservarlas mejor, guarde las lentejas en grano en recipientes herméticos y en un lugar fresco y seco.

Para aprovecharlas mejor y lograr elevar su valor nutricional, inclúyalas en la dieta semanal. Varíe las recetas como en sopas, en ensaladas, en purés, en estofados con vegetales como puerro, tomate, papa o zanahoria, entre otras. Consuma con alimentos altos en vitamina C como jugo de naranja o kiwi o cereales como el arroz. Para aquellas personas que son propensas a la flatulencia, coma despacio y mastíquelas bien.

Finalmente, disfrute de las lentejas preparadas como mejor le gusten, como una excelente opción en su dieta.