Ya las guatemaltecas y guatemaltecos tenemos nuevo presidente, doce nuevos ministros, la administración del estado de Guatemala tiene nuevos dirigentes, es sin duda una de las tareas más titánicas que una persona puede emprender, administrar un Estado. Un Estado por muchos ya considerados fallidos, con sus múltiples problemas que sin duda ya son de conocimiento para los nuevos funcionarios. La población espera que estén preparados con una estrategia afinada y una actitud positiva para enfrentar tan gran reto.
Los ciudadanos ya se hicieron sentir de forma física y virtual, demostrando que están dispuestos a fiscalizar una administración que se ve llena de comentarios encontrados que van desde, darles el beneficio de la duda, hasta “a ver si aguanta”; es el sentir de una población que se siente traicionada por la clase política y se le da la oportunidad a uno nuevo en el que hacer de la administración pública, con la idea de que no es más de lo mismo, sino que trae esperanza y con ello un mejor país que pide agritos cambios estructurales.
En el discurso de inicio de gestión cabe resaltar que a pesar de contar con todas la herramientas de comunicación y utilizadas por el ahora presidente de Guatemala, las críticas se basan en que no se tocaron los puntos complicados que deben resolverse de manera urgente, no se evidenciaron planes concretos para lograr combatir los problemas tan graves de esta sociedad. Esto es solo una muestra de la presión que en su administración tendrán que sufrir los nuevos funcionarios, ya que es una advertencia en la cual se le dice al presidente “ya queremos cambios concretos y no solo palabras que otros en el pasado ya han dado”.
La presión se siente desde la primera hora de gobierno, y sin duda el que ya se cuestione a una ministra le vuelve a decir “señor, cuidado no queremos más de lo mismo”, el empezar siempre es lo más complicado y ahora creo que será más.
Hay acciones que tienen un valor, como la donación de los 100 millones de quetzales en medicamentos para la red hospitalaria, o bien el donar el 60% de su salario, son buenos indicios. ¿Ahora que viene? es la pregunta que creo muchos nos hacemos, esperando que tenga un estrategia trazada y que por supuesto esa estrategia de los frutos que ansiamos ver.
La paciencia de los ciudadanos es poca y ahora esperan que en poco tiempo se vean indicios de cambios, ojalá y se den por el bien de Guatemala.
Señor Presidente Constitucional de Guatemala, en sus manos está un país que desea un futuro mejor, usted puede pasar a la historia como aquel que lo hizo, o bien como uno más que nos falló.
“No hace falta un gobierno perfecto; se necesita uno que sea práctico”. Aristóteles
Ya las guatemaltecas y guatemaltecos tenemos nuevo presidente, doce nuevos ministros, la administración del estado de Guatemala tiene nuevos dirigentes, es sin duda una de las tareas más titánicas que una persona puede emprender, administrar un Estado. Un Estado por muchos ya considerados fallidos, con sus múltiples problemas que sin duda ya son de conocimiento para los nuevos funcionarios. La población espera que estén preparados con una estrategia afinada y una actitud positiva para enfrentar tan gran reto.
Los ciudadanos ya se hicieron sentir de forma física y virtual, demostrando que están dispuestos a fiscalizar una administración que se ve llena de comentarios encontrados que van desde, darles el beneficio de la duda, hasta “a ver si aguanta”; es el sentir de una población que se siente traicionada por la clase política y se le da la oportunidad a uno nuevo en el que hacer de la administración pública, con la idea de que no es más de lo mismo, sino que trae esperanza y con ello un mejor país que pide agritos cambios estructurales.
En el discurso de inicio de gestión cabe resaltar que a pesar de contar con todas la herramientas de comunicación y utilizadas por el ahora presidente de Guatemala, las críticas se basan en que no se tocaron los puntos complicados que deben resolverse de manera urgente, no se evidenciaron planes concretos para lograr combatir los problemas tan graves de esta sociedad. Esto es solo una muestra de la presión que en su administración tendrán que sufrir los nuevos funcionarios, ya que es una advertencia en la cual se le dice al presidente “ya queremos cambios concretos y no solo palabras que otros en el pasado ya han dado”.
La presión se siente desde la primera hora de gobierno, y sin duda el que ya se cuestione a una ministra le vuelve a decir “señor, cuidado no queremos más de lo mismo”, el empezar siempre es lo más complicado y ahora creo que será más.
Hay acciones que tienen un valor, como la donación de los 100 millones de quetzales en medicamentos para la red hospitalaria, o bien el donar el 60% de su salario, son buenos indicios. ¿Ahora que viene? es la pregunta que creo muchos nos hacemos, esperando que tenga un estrategia trazada y que por supuesto esa estrategia de los frutos que ansiamos ver.
La paciencia de los ciudadanos es poca y ahora esperan que en poco tiempo se vean indicios de cambios, ojalá y se den por el bien de Guatemala.
Señor Presidente Constitucional de Guatemala, en sus manos está un país que desea un futuro mejor, usted puede pasar a la historia como aquel que lo hizo, o bien como uno más que nos falló.
“No hace falta un gobierno perfecto; se necesita uno que sea práctico”. Aristóteles