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Traicionar la paz, mantener el conflicto, matar la reconciliación y encima lucrar

Giovanni Fratti
27 de enero, 2016

Con estas sencillas frases se puede describir lo que algunos fiscales dejados en el MP, por la nefasta Claudia Paz y Paz y la agenda totalmente parcializada e ideológica de la UNE en el poder Ejecutivo con Colom y Sandra Torres le han dejado de herencia a Guatemala.

Nunca me gusto la negociación de la paz política luego de la aplastante derrota que el Ejército y el pueblo de Guatemala le propinara a la guerrilla y a sus ong´s y socios internacionales.  Siempre pensé que los Acuerdos de Paz, serian violados por la guerrilla, pues cuando uno se sienta a negociar con criminales, secuestradores y asesinos aquello de tener palabra, jamás se cumple.

Y lamentablemente así lo estamos viviendo.  Los títeres del Departamento de Estado de Barack Obama y sus gobernadores enviados a Guatemala, solo hacen lo que la extrema izquierda norteamericana lleva soñando por años:  lograr una condena por genocidio o por delitos de lesa humanidad en Guatemala, para con ello enjuiciar a los funcionarios norteamericanos aun vivos de la administración de Ronald Regan.

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El Departamento de Estado es tan miope en sus intentos por ayudar a agrupaciones formadas por simpatizantes de la guerrilla y parientes de guerrilleros como CALDH, GAM, CALAS, FAFG, etc., que no entiende que lograr condenas ilegales, con medios de prueba totalmente parcializados por gente como el director Peccerelli de la FAFG, que expresamente en documentales falsos de la extrema izquierda norteamericana, de Pamela Yates, expresamente han dicho que buscan documentar los supuestos cementerios clandestinos para tomar su venganza del Ejercito y que los oficiales retirados deben estar con miedo, porque ahora les toca a ellos su venganza.

La intromisión de esta administración de extrema izquierda norteamericana es tal, que en el propio Presupuesto de los Estados Unidos, del ejercicio fiscal 2015, se exige enjuiciar a militares guatemaltecos a cambio de las migajas del llamado “plan para la prosperidad”, eso y no solo eso sino aceptar el dinero del estado norteamericano con semejante insulto a la soberanía nacional, no solo es un vergüenza para Guatemala sino para cualquier gobierno nuestro que lo acepte.

En Guatemala no se cometió un genocidio, la guerra guatemalteca fue una insurgencia y una contrainsurgencia peleada por una facción totalmente ilegal: la guerrilla socialista y marxista guatemalteca y el Ejercito de la Republica de Guatemala, que del lado de la legalidad, tuvo que cumplir con su deber de defender a la patria y su soberanía y derrotar a la guerrilla y su agresión contra todo el Estado para tomar el poder de forma violenta.  Si no se cometió un genocidio, tampoco se pudieron haber cometido delitos de lesa humanidad, ni contra los deberes de la humanidad que necesariamente están ligados a las atrocidades cometidas en el contexto de un genocidio.

Es mas, tanto los delitos de desaparición forzada, como los delitos contra los deberes de la humanidad no pueden ser tipificados en Guatemala, pues en el país se concedió una amnistía a todas las partes involucradas en el conflicto incluyendo a la guerrilla y al ejercito y esas amnistías están vigentes desde antes del 1985-86 y la vigencia del actual texto constitucional y con la ley de reconciliaron nacional de 1996 como consecuencia de las negociaciones políticas de la paz.

Perseguir ahora, por pura venganza ideológica, con pruebas ilegalmente recabadas no por entidades estatales especializadas como el INACIF, sino por fundaciones privadas totalmente parcializadas y por boca de sus propias autoridades, volcadas a cometer una venganza contra el Ejercito, es solo otra grosera ilegalidad como la cometida en el fraudulento juicio por la farsa del genocidio. (ver el documental Granito, de Pamela Yates y la entrevista a Peccerelli director de la FAFG)

No es posible llamarle justicia a un status quo, donde hay mas de 40 militares presos por supuestos delitos del conflicto y donde absolutamente toda la dirigencia guerrillera y sus comandantes están tranquilos en sus casas, viviendo del dinero de la cooperación internacional o del dinero del contribuyente guatemalteco con mas de 40 millones de dólares en reparaciones para Ong´s de izquierda y de Derechos Humanos que viven muy bien de la industria del conflicto mientas que nuestro ejercito que tuvo mas de 4,500 soldados, oficiales, especialistas y patrulleros civiles muertos en combate y mas de 2,800 lisiados del ejercito, debe soportar la agenda política e ideológica de embajadas extranjeras y de vividores de ONG´s que quieren vivir del conflicto armado interno y del dolor que una guerrilla secuestradora y asesina le provoco por mas de 30 años a todo el país, para que ahora quieran navegar con bandera de victimas para seguir atormentando y lucrando con el pueblo de Guatemala.  Basta ya! Vividores descarados!!!

Traicionar la paz, mantener el conflicto, matar la reconciliación y encima lucrar

Giovanni Fratti
27 de enero, 2016

Con estas sencillas frases se puede describir lo que algunos fiscales dejados en el MP, por la nefasta Claudia Paz y Paz y la agenda totalmente parcializada e ideológica de la UNE en el poder Ejecutivo con Colom y Sandra Torres le han dejado de herencia a Guatemala.

Nunca me gusto la negociación de la paz política luego de la aplastante derrota que el Ejército y el pueblo de Guatemala le propinara a la guerrilla y a sus ong´s y socios internacionales.  Siempre pensé que los Acuerdos de Paz, serian violados por la guerrilla, pues cuando uno se sienta a negociar con criminales, secuestradores y asesinos aquello de tener palabra, jamás se cumple.

Y lamentablemente así lo estamos viviendo.  Los títeres del Departamento de Estado de Barack Obama y sus gobernadores enviados a Guatemala, solo hacen lo que la extrema izquierda norteamericana lleva soñando por años:  lograr una condena por genocidio o por delitos de lesa humanidad en Guatemala, para con ello enjuiciar a los funcionarios norteamericanos aun vivos de la administración de Ronald Regan.

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La intromisión de esta administración de extrema izquierda norteamericana es tal, que en el propio Presupuesto de los Estados Unidos, del ejercicio fiscal 2015, se exige enjuiciar a militares guatemaltecos a cambio de las migajas del llamado “plan para la prosperidad”, eso y no solo eso sino aceptar el dinero del estado norteamericano con semejante insulto a la soberanía nacional, no solo es un vergüenza para Guatemala sino para cualquier gobierno nuestro que lo acepte.

En Guatemala no se cometió un genocidio, la guerra guatemalteca fue una insurgencia y una contrainsurgencia peleada por una facción totalmente ilegal: la guerrilla socialista y marxista guatemalteca y el Ejercito de la Republica de Guatemala, que del lado de la legalidad, tuvo que cumplir con su deber de defender a la patria y su soberanía y derrotar a la guerrilla y su agresión contra todo el Estado para tomar el poder de forma violenta.  Si no se cometió un genocidio, tampoco se pudieron haber cometido delitos de lesa humanidad, ni contra los deberes de la humanidad que necesariamente están ligados a las atrocidades cometidas en el contexto de un genocidio.

Es mas, tanto los delitos de desaparición forzada, como los delitos contra los deberes de la humanidad no pueden ser tipificados en Guatemala, pues en el país se concedió una amnistía a todas las partes involucradas en el conflicto incluyendo a la guerrilla y al ejercito y esas amnistías están vigentes desde antes del 1985-86 y la vigencia del actual texto constitucional y con la ley de reconciliaron nacional de 1996 como consecuencia de las negociaciones políticas de la paz.

Perseguir ahora, por pura venganza ideológica, con pruebas ilegalmente recabadas no por entidades estatales especializadas como el INACIF, sino por fundaciones privadas totalmente parcializadas y por boca de sus propias autoridades, volcadas a cometer una venganza contra el Ejercito, es solo otra grosera ilegalidad como la cometida en el fraudulento juicio por la farsa del genocidio. (ver el documental Granito, de Pamela Yates y la entrevista a Peccerelli director de la FAFG)

No es posible llamarle justicia a un status quo, donde hay mas de 40 militares presos por supuestos delitos del conflicto y donde absolutamente toda la dirigencia guerrillera y sus comandantes están tranquilos en sus casas, viviendo del dinero de la cooperación internacional o del dinero del contribuyente guatemalteco con mas de 40 millones de dólares en reparaciones para Ong´s de izquierda y de Derechos Humanos que viven muy bien de la industria del conflicto mientas que nuestro ejercito que tuvo mas de 4,500 soldados, oficiales, especialistas y patrulleros civiles muertos en combate y mas de 2,800 lisiados del ejercito, debe soportar la agenda política e ideológica de embajadas extranjeras y de vividores de ONG´s que quieren vivir del conflicto armado interno y del dolor que una guerrilla secuestradora y asesina le provoco por mas de 30 años a todo el país, para que ahora quieran navegar con bandera de victimas para seguir atormentando y lucrando con el pueblo de Guatemala.  Basta ya! Vividores descarados!!!