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Elecciones en los Estados Unidos: el reality show más visto en el mundo.

Redacción
17 de octubre, 2016

Claro está que el bipartidismo en el país del norte ya dio lo que tenía y podía dar, sobre todo puesto en evidencia por la baja calidad de los candidatos del partido Republicano.  Esos diez o más hombres y mujeres que se despedazaron entre sí en las primarias y mostraron la decadencia de la política conservadora de derecha en los Estados Unidos, va de la mano con los problemas de los demócratas, que en mi opinión no sobresalen demasiado.  Por Benie Sanders se tuvieron unas primarias de mayor nivel argumentativo, dominio y profundidad de los temas centrales que preocupan a los norteamericanos y el mundo entero.

Daré un atisbo de lo que he recogido en estas elecciones y cómo es de lamentable la distancia que hay entre las elecciones del 2008 con las actuales. Pero bueno, es lo que es, Hillary Clinton tiene inteligencia, educación de alta calidad, autocontrol y disciplina. Su desempeño en la política es respetada por admiradores y opositores, las cicatrices de las batallas están allí para demostrarlo, es ambiciosa y se prepara a conciencia. Es cerebral, calculadora y una hábil comunicadora gracias a su dominio del idioma y de los temas. A diferencia de Donald Trump es capaz de desarrollar ideas coherentes y frases completas, manteniendo la atención enfocada. Su mensaje llega a la población educada, liberal y de las grandes ciudades.

Donald Trump es lo contrario y solo los relativiza que también es ambicioso. Superficial, ignorante, vanidoso, indisciplinado, distraído, errático y totalmente desenfocado. Flemático y sin mesura. Aunque está orgulloso de su trayectoria en el mundo de los negocios y por medio de su autobiografía se ha proclamado un genio de las finanzas, los impuestos y la administración de empresas, hoy ya muchas personas en el mundo que lo tenían catalogado como un ícono generacional emblema del éxito y del sueño americano, hoy dudan de su buen juicio en general.

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No expresa ideas completas ni construye frases gramaticalmente correctas, y su discurso se compone de exclamaciones, muletillas, repeticiones y palabras sueltas en libre asociación. Su mensaje llega a la población menos educada, muy conservadora y de zonas rurales del país. Hasta los indecisos que no gustan de Hillary Clinton les disgusta la idea e indican que quizás no voten en estas elecciones.

Solo en los Estados Unidos vemos como el carácter y la moral de los candidatos es foco de valoración seria, real y con capacidad de voltear una elección. Aquí ni por asomo hemos visto algo así que afecte el voto, un juzgamiento de haber violado la ley, nada de nada, la parte de la moralidad está sub sub valorada en nuestra sociedad aun siendo tan conservadora.

Volviendo a hablar de Hillary y Donald el carácter moral de los dos candidatos influye sobre la de decisión de los ciudadanos, ya que es ampliamente conocido que ambos tienen defectos, por ejemplo, Trump es supremamente racista, sexista, xenofóbico, autoritario, insensible e indiferente a los hechos reales, y muy posiblemente adicto a fantasías y teorías conspirativas. Ignorante de la Constitución y sus principios, amigo de insultar a sus oponentes y de hacer acusaciones infundadas o absurdas que no vienen al caso.

A mí me desagrada todo sobre él y lo que representa – no hay nada más distante al ser y el espíritu del Neoyorquino que el señor Trump!  Como le sucedió al mundo entero nos agarró por sorpresa, y es que ni en mis sueños más lejanos y distantes de la realidad imaginé que Donald Trump llegaría a ser el candidato a la presidencia de los Republicanos.

Tan solo sus comentarios sobre los mexicanos como violadores, a los musulmanes como terroristas, a las mujeres como objetos y a los veteranos con estrés postraumático como pusilánimes muestran un alto grado de locura e insensibilidad. No acepta responsabilidad por sus palabras ni se disculpa genuinamente por sus acciones. Se niega a publicar sus declaraciones de impuestos, lo que despierta serias dudas sobre el tamaño de su fortuna y luego declara que ha hecho uso de la ley para no pagar tantos impuestos. ¡Vaya mensaje!

Sobre la señora Clinton todos también sabemos que ha sido acusada de aprovechar su papel de Primera Dama, Senadora por Nueva York y como Secretaria de Estado, para promover los intereses de su familia, y criticada por los mismos liberales de recibir dinero de Wall Street que tanto ha criticado en sus discursos. A ello ha respondido con la publicación de todas sus declaraciones de impuestos así como de los reportes financieros de la Fundación. La acusan de mentirosa, con mal criterio y de haber puesto en riesgo la seguridad nacional de su país por haber usado su email personal. Son cosas irrefutables en el ejercicio de la política y en cuanto a la ligereza de ese acto. De su esposo Bill Clinton no hay nada bueno que decir… es su peor enemigo.

Yo estoy predispuesta a hablar de realidades, mi abuelo fue seguidor y fan de Ronald Reagan, también lo siguen siendo muchísimas personas que siendo de mi edad siguen añorando el ícono de la política norteamericana republicana. Desde ese entonces el liderazgo nacional y el final de la Guerra Fría que tuvo impactos determinantes en nuestro continente, no ha dejado acumular problemas que marcarán el próximo gobierno:

  • Intervención armada en el exterior,
  • Tamaño y misión del Ejército, sobre todo en la guerra contra isis y el conflicto en Siria y los países del mundo árabe.
  • Relaciones con Rusia y China,
  • Respaldo a la ocupación de Israel en Palestina,
  • Comercio internacional y tratados de comercio,
  • Militarización de la Policía y sus relaciones con las minorías,
  • Distribución de la carga impositiva entre las clases altas y bajas,
  • Libertades y regulaciones del mundo financiero y los monopolios,
  • Financiación de la seguridad social,
  • Creación de empleos y la presión para aumentar el salario mínimo,
  • Inmigración, latinos y adopción de mayor cantidad de sirios,
  • Elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia,
  • La crisis de endeudamiento de la juventud por la educación superior,
  • Relaciones raciales.

El futuro presidente navegará sobre la cresta de una ola gigante impulsada por las presiones de su propio partido y de la oposición para ofrecer soluciones viables y oportunas. De ahí la importancia de estas elecciones. Es muy importante la elección por los altos riesgos que implican y los miedos que hoy genera aquí la política externa de los Estados Unidos para Guatemala y el resto de la región desde México hasta Cabo de Hornos.

República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo

Elecciones en los Estados Unidos: el reality show más visto en el mundo.

Redacción
17 de octubre, 2016

Claro está que el bipartidismo en el país del norte ya dio lo que tenía y podía dar, sobre todo puesto en evidencia por la baja calidad de los candidatos del partido Republicano.  Esos diez o más hombres y mujeres que se despedazaron entre sí en las primarias y mostraron la decadencia de la política conservadora de derecha en los Estados Unidos, va de la mano con los problemas de los demócratas, que en mi opinión no sobresalen demasiado.  Por Benie Sanders se tuvieron unas primarias de mayor nivel argumentativo, dominio y profundidad de los temas centrales que preocupan a los norteamericanos y el mundo entero.

Daré un atisbo de lo que he recogido en estas elecciones y cómo es de lamentable la distancia que hay entre las elecciones del 2008 con las actuales. Pero bueno, es lo que es, Hillary Clinton tiene inteligencia, educación de alta calidad, autocontrol y disciplina. Su desempeño en la política es respetada por admiradores y opositores, las cicatrices de las batallas están allí para demostrarlo, es ambiciosa y se prepara a conciencia. Es cerebral, calculadora y una hábil comunicadora gracias a su dominio del idioma y de los temas. A diferencia de Donald Trump es capaz de desarrollar ideas coherentes y frases completas, manteniendo la atención enfocada. Su mensaje llega a la población educada, liberal y de las grandes ciudades.

Donald Trump es lo contrario y solo los relativiza que también es ambicioso. Superficial, ignorante, vanidoso, indisciplinado, distraído, errático y totalmente desenfocado. Flemático y sin mesura. Aunque está orgulloso de su trayectoria en el mundo de los negocios y por medio de su autobiografía se ha proclamado un genio de las finanzas, los impuestos y la administración de empresas, hoy ya muchas personas en el mundo que lo tenían catalogado como un ícono generacional emblema del éxito y del sueño americano, hoy dudan de su buen juicio en general.

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No expresa ideas completas ni construye frases gramaticalmente correctas, y su discurso se compone de exclamaciones, muletillas, repeticiones y palabras sueltas en libre asociación. Su mensaje llega a la población menos educada, muy conservadora y de zonas rurales del país. Hasta los indecisos que no gustan de Hillary Clinton les disgusta la idea e indican que quizás no voten en estas elecciones.

Solo en los Estados Unidos vemos como el carácter y la moral de los candidatos es foco de valoración seria, real y con capacidad de voltear una elección. Aquí ni por asomo hemos visto algo así que afecte el voto, un juzgamiento de haber violado la ley, nada de nada, la parte de la moralidad está sub sub valorada en nuestra sociedad aun siendo tan conservadora.

Volviendo a hablar de Hillary y Donald el carácter moral de los dos candidatos influye sobre la de decisión de los ciudadanos, ya que es ampliamente conocido que ambos tienen defectos, por ejemplo, Trump es supremamente racista, sexista, xenofóbico, autoritario, insensible e indiferente a los hechos reales, y muy posiblemente adicto a fantasías y teorías conspirativas. Ignorante de la Constitución y sus principios, amigo de insultar a sus oponentes y de hacer acusaciones infundadas o absurdas que no vienen al caso.

A mí me desagrada todo sobre él y lo que representa – no hay nada más distante al ser y el espíritu del Neoyorquino que el señor Trump!  Como le sucedió al mundo entero nos agarró por sorpresa, y es que ni en mis sueños más lejanos y distantes de la realidad imaginé que Donald Trump llegaría a ser el candidato a la presidencia de los Republicanos.

Tan solo sus comentarios sobre los mexicanos como violadores, a los musulmanes como terroristas, a las mujeres como objetos y a los veteranos con estrés postraumático como pusilánimes muestran un alto grado de locura e insensibilidad. No acepta responsabilidad por sus palabras ni se disculpa genuinamente por sus acciones. Se niega a publicar sus declaraciones de impuestos, lo que despierta serias dudas sobre el tamaño de su fortuna y luego declara que ha hecho uso de la ley para no pagar tantos impuestos. ¡Vaya mensaje!

Sobre la señora Clinton todos también sabemos que ha sido acusada de aprovechar su papel de Primera Dama, Senadora por Nueva York y como Secretaria de Estado, para promover los intereses de su familia, y criticada por los mismos liberales de recibir dinero de Wall Street que tanto ha criticado en sus discursos. A ello ha respondido con la publicación de todas sus declaraciones de impuestos así como de los reportes financieros de la Fundación. La acusan de mentirosa, con mal criterio y de haber puesto en riesgo la seguridad nacional de su país por haber usado su email personal. Son cosas irrefutables en el ejercicio de la política y en cuanto a la ligereza de ese acto. De su esposo Bill Clinton no hay nada bueno que decir… es su peor enemigo.

Yo estoy predispuesta a hablar de realidades, mi abuelo fue seguidor y fan de Ronald Reagan, también lo siguen siendo muchísimas personas que siendo de mi edad siguen añorando el ícono de la política norteamericana republicana. Desde ese entonces el liderazgo nacional y el final de la Guerra Fría que tuvo impactos determinantes en nuestro continente, no ha dejado acumular problemas que marcarán el próximo gobierno:

  • Intervención armada en el exterior,
  • Tamaño y misión del Ejército, sobre todo en la guerra contra isis y el conflicto en Siria y los países del mundo árabe.
  • Relaciones con Rusia y China,
  • Respaldo a la ocupación de Israel en Palestina,
  • Comercio internacional y tratados de comercio,
  • Militarización de la Policía y sus relaciones con las minorías,
  • Distribución de la carga impositiva entre las clases altas y bajas,
  • Libertades y regulaciones del mundo financiero y los monopolios,
  • Financiación de la seguridad social,
  • Creación de empleos y la presión para aumentar el salario mínimo,
  • Inmigración, latinos y adopción de mayor cantidad de sirios,
  • Elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia,
  • La crisis de endeudamiento de la juventud por la educación superior,
  • Relaciones raciales.

El futuro presidente navegará sobre la cresta de una ola gigante impulsada por las presiones de su propio partido y de la oposición para ofrecer soluciones viables y oportunas. De ahí la importancia de estas elecciones. Es muy importante la elección por los altos riesgos que implican y los miedos que hoy genera aquí la política externa de los Estados Unidos para Guatemala y el resto de la región desde México hasta Cabo de Hornos.

República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo