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De llegar tienes

María Dolores Arias
17 de octubre, 2016

“De llegar tienes” o “te estás luciendo” eran las frases lapidarias acompañadas de una mirada fulminante que nos decían nuestras madres cuando nos estábamos pasando de la raya. La primera denotaba que no habría forma de escapar del castigo, es decir había la certeza de que pagaríamos las consecuencias de nuestras acciones.

Mientras que “te estás luciendo” era un llamado de advertencia que, de seguir así nuestro comportamiento, no importaría que hubiera visitas o nosotros mismos fuéramos las visitas, seríamos seriamente castigados. Obviamente nuestros padres que conocían sobre la naturaleza humana, en especial la infantil, sabían que esos recursos eran los últimos en usar ya que una vez advertido no había marcha atrás, es decir, había certeza de castigo.

Pues bien, estas anécdotas que seguramente todos tenemos una, serán cosa del pasado si aprueban la iniciativa de “Ley contra el castigo físico” que fue propuesta para análisis en el Congreso. Ya que en dicha Ley se pretende castigar con prisión a quienes “con cualquier acción provoque…daño físico como forma de corrección o disciplina”. Así que los padres o tutores tendrán que abstenerse de cualquier castigo so pena de ser encarcelados si el castigo se considera que le causó un daño al niño.

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Entiendo que hay salvajes que atentan contra la integridad física de los más débiles, los niños. Soy consciente de las noticias que informan de casos de niños que son quemados, golpeados al extremo de romperles los huesos con la excusa de estarlos corrigiendo. Estos casos deben ser perseguidos, juzgados y condenados por parte de las autoridades. Esos niños deben ser protegidos de los energúmenos que tienen por padres, me queda claro.

Pero de eso, a crear una ley como la que pretenden, me hace recordar la “ley anti-adopción” que con la excusa de castigar a los delincuentes que utilizaban el proceso de adopción para cometer sus fechorías, castigaron a todos aquellos que lo hacían correcta y legalmente. Es decir, por culpa de unos pagan todos, culpables o no.

Me preocupa que los diputados crean que fueron electos para hacer leyes que los faculten para meterse a nuestros hogares y decirnos cómo criar a nuestros hijos, ley anti-castigo, con qué deben jugar, en el caso de la ley de los juguetes y videojuegos bélicos, y hasta qué comer con la iniciativa de ley de comida chatarra.

Los políticos, con la excusa de nuestro bien, pretenden quitarnos la responsabilidad de nuestras vidas y por ende la libertad de elegir qué es mejor para nosotros mismos. En su lugar, pretenden decidir por nosotros y gastar nuestros recursos, léase impuestos, en lograr “tan noble fin”.

Me pregunto si no deberían primero estar discutiendo cómo agilizar los procesos judiciales, cómo simplificar las regulaciones y transparentar el uso del poder y los recursos antes de imponernos su visión de vida.

Henry Hazlitt en “Los Fundamentos de la Moral”, dice que la moral es más amplia que las leyes y que éstas últimas son sólo un círculo más pequeño de lo que abarca la moral. Por consiguiente, las leyes no imponen nuestra moral y visión de vida sino por el contrario es nuestra moral la que sirve como base para las leyes. También Frédréric Bastiat nos advierte que “cuando la ley y la moral se contradicen una a otra, el ciudadano se confronta con la cruel alternativa de perder su sentido moral o perder su respeto por la ley”.

Los ciudadanos debemos tener claro que el gobierno está para protegernos de los criminales, aquellos que atenten contra nuestra vida, propiedad y libertad. Que los políticos, más que imponernos una visión de vida, están para que se respete el proyecto de vida de cada uno de nosotros.

Si queremos tener mejores leyes debemos como ciudadanos estar atentos a cada intento que pretende minar nuestra libertad y comprender cuál es la función del gobierno. Así que cuando un político pretenda imponerle cómo vivir su vida pueda con propiedad decirle “te estás luciendo” o “de llegar tienes”…aunque sea en cuatro años.

@Md30
Facebook.com/mda30

República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo

De llegar tienes

María Dolores Arias
17 de octubre, 2016

“De llegar tienes” o “te estás luciendo” eran las frases lapidarias acompañadas de una mirada fulminante que nos decían nuestras madres cuando nos estábamos pasando de la raya. La primera denotaba que no habría forma de escapar del castigo, es decir había la certeza de que pagaríamos las consecuencias de nuestras acciones.

Mientras que “te estás luciendo” era un llamado de advertencia que, de seguir así nuestro comportamiento, no importaría que hubiera visitas o nosotros mismos fuéramos las visitas, seríamos seriamente castigados. Obviamente nuestros padres que conocían sobre la naturaleza humana, en especial la infantil, sabían que esos recursos eran los últimos en usar ya que una vez advertido no había marcha atrás, es decir, había certeza de castigo.

Pues bien, estas anécdotas que seguramente todos tenemos una, serán cosa del pasado si aprueban la iniciativa de “Ley contra el castigo físico” que fue propuesta para análisis en el Congreso. Ya que en dicha Ley se pretende castigar con prisión a quienes “con cualquier acción provoque…daño físico como forma de corrección o disciplina”. Así que los padres o tutores tendrán que abstenerse de cualquier castigo so pena de ser encarcelados si el castigo se considera que le causó un daño al niño.

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Entiendo que hay salvajes que atentan contra la integridad física de los más débiles, los niños. Soy consciente de las noticias que informan de casos de niños que son quemados, golpeados al extremo de romperles los huesos con la excusa de estarlos corrigiendo. Estos casos deben ser perseguidos, juzgados y condenados por parte de las autoridades. Esos niños deben ser protegidos de los energúmenos que tienen por padres, me queda claro.

Pero de eso, a crear una ley como la que pretenden, me hace recordar la “ley anti-adopción” que con la excusa de castigar a los delincuentes que utilizaban el proceso de adopción para cometer sus fechorías, castigaron a todos aquellos que lo hacían correcta y legalmente. Es decir, por culpa de unos pagan todos, culpables o no.

Me preocupa que los diputados crean que fueron electos para hacer leyes que los faculten para meterse a nuestros hogares y decirnos cómo criar a nuestros hijos, ley anti-castigo, con qué deben jugar, en el caso de la ley de los juguetes y videojuegos bélicos, y hasta qué comer con la iniciativa de ley de comida chatarra.

Los políticos, con la excusa de nuestro bien, pretenden quitarnos la responsabilidad de nuestras vidas y por ende la libertad de elegir qué es mejor para nosotros mismos. En su lugar, pretenden decidir por nosotros y gastar nuestros recursos, léase impuestos, en lograr “tan noble fin”.

Me pregunto si no deberían primero estar discutiendo cómo agilizar los procesos judiciales, cómo simplificar las regulaciones y transparentar el uso del poder y los recursos antes de imponernos su visión de vida.

Henry Hazlitt en “Los Fundamentos de la Moral”, dice que la moral es más amplia que las leyes y que éstas últimas son sólo un círculo más pequeño de lo que abarca la moral. Por consiguiente, las leyes no imponen nuestra moral y visión de vida sino por el contrario es nuestra moral la que sirve como base para las leyes. También Frédréric Bastiat nos advierte que “cuando la ley y la moral se contradicen una a otra, el ciudadano se confronta con la cruel alternativa de perder su sentido moral o perder su respeto por la ley”.

Los ciudadanos debemos tener claro que el gobierno está para protegernos de los criminales, aquellos que atenten contra nuestra vida, propiedad y libertad. Que los políticos, más que imponernos una visión de vida, están para que se respete el proyecto de vida de cada uno de nosotros.

Si queremos tener mejores leyes debemos como ciudadanos estar atentos a cada intento que pretende minar nuestra libertad y comprender cuál es la función del gobierno. Así que cuando un político pretenda imponerle cómo vivir su vida pueda con propiedad decirle “te estás luciendo” o “de llegar tienes”…aunque sea en cuatro años.

@Md30
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República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo