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Triste adiós a las industrias extractivas.

Redacción
15 de diciembre, 2016

Recientemente, en compañía de unos colegas, tuve la dicha de visitar las instalaciones de la Mina Marlin, en los municipios de San Marcos, San Miguel Ixtahucán y Sipacapa, donde la canadiense Montana Exploradora extrae plata y oro desde 2005.

Después de oír y leer tanta noticia negativa de los medios contra la minería, a uno le queda la interrogante y hasta la negativa predisposición sobre dicha actividad industrial. Pero como dijo Santo Tomás: hasta no ver no creer, esta visita disipó cualquier duda sobre el desempeño y labor de tal empresa.

Recorriendo gran parte de los 20km2 concesionados, de los cuales 4km2 son los que finalmente se explotaron, pudimos observar en compañía de sus ejecutivos y trabajadores, un campo manejado con la más moderna y eficiente técnica minera, una planta de producción con los más altos estándares de seguridad industrial, y cientos de empleados comprometidos con su trabajo, la mayoría de ellos, vecinos de las localidades cercanas.

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Los ingenieros del departamento de medio ambiente y de laboratorio se tomaron el tiempo en explicarnos con detalle sobre el procedimiento de la obtención del oro y plata sobre el procedimiento de eliminación de cualquier residuo de cianuro (utilizado para separar los metales preciosos) y otras impurezas que puedan regresar al agua. Al respecto, el agua que utiliza la mina es la que capta de las lluvias, sin interferir con los ríos y otras fuentes de las comunidades.

Pero sí hay algo que me impresionó enormemente, es la aceptación y cariño que le tienen a la mina los vecinos de las comunidades próximas, como mencioné, cientos de ellos empleados en el proyecto. Escuché el testimonio de varios quienes están agradecidos por pasar en pocos años de un estado de pobreza total y de una falta completa de educación, a tener un trabajo digno, alfabetizarse y capacitarse técnicamente.

Cabe mencionar también que la mina ha implementado centros de salud y escuelas para beneficio de las localidades cercanas, asumiendo el rol del casi inexistente gobierno central y municipal, no obstante las regalías obligatorias y voluntarias que se pagan año con año y que constituyen varios millones de quetzales.

Pero la mina cerrará definitivamente en cuatro meses y con el cierre se perderán 1200 empleos directos, e igual número de familias se quedarán sin un ingreso mensual, sobreviviendo únicamente con las prestaciones de ley hasta agotarlas, no obstante Montana Exploradora y su Fundación han ideado un plan de contingencia para dejar algunas áreas con bosques y sembradillos a los vecinos y la implementación de nuevas industrias y negocios con la infraestructura construida, incluyendo caminos y carreteras (lo cual aún es incierto cómo funcionarán una vez entregadas a los COCODES y municipalidades).

Y no sólo la mina Marlin cerrará, parece ser que el gobierno ha cerrado la puerta permanentemente a la minería, dejando ir una industria que representa riqueza y desarrollo para las comunidades donde se asienta. Eso lo saben bien en países más desarrollados que el nuestro, como México, Perú, Chile y Argentina. Pero aquí en Guatemala, los “expertos” oenegeros ambientalistas y de ddhh, más sus pares burócratas incrustados en las instituciones gubernamentales, han concluido que la minería es negativa para el país y que deben irse ya, para volver nunca jamás. Un desfile de chompipes gritones ha vencido a la ciencia, a la tecnología y a la razón, aprovechándose de la ignorancia de la gente más pobre y humilde, presentándola como víctima de la minería ante los medios y ante la opinión pública, que se deja llevar por emociones, más, cuando supuestamente un gigante empresarial se aprovecha de los más desprotegidos. Nada más alejado de la realidad.

No soy un máster en minería, pero tengo alguna experiencia en el tema, como empresario y consultor. He andado por el mundo, conocido de primera mano y trabajado para la industria de hidrocarburos, bastante similar a la minera. Por mi experiencia y por mi leal saber y entender, puedo asegurar que el cierre de esta mina es una enorme pérdida para las comunidades donde operaba y para el país.

Quisiera saber si estos oenegeros proveerán de trabajo a los miles de desempleados de la industria minera y le darán de comer a sus familias. Ya ayer salía la noticia de que las exportaciones se redujeron este año sólo por la inactividad en este sector de la producción. ¿Será que las ongs se encargarán de la producción nacional de bienes y servicios y de dotar de empleo a la población?

Estimado lector, antes de caer de bobo creyente de los medios, le invito a que sea como Santo Tomás y haga suya la cita: hasta no ver, no creer. Lea, investigue y explore.

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo

Triste adiós a las industrias extractivas.

Redacción
15 de diciembre, 2016

Recientemente, en compañía de unos colegas, tuve la dicha de visitar las instalaciones de la Mina Marlin, en los municipios de San Marcos, San Miguel Ixtahucán y Sipacapa, donde la canadiense Montana Exploradora extrae plata y oro desde 2005.

Después de oír y leer tanta noticia negativa de los medios contra la minería, a uno le queda la interrogante y hasta la negativa predisposición sobre dicha actividad industrial. Pero como dijo Santo Tomás: hasta no ver no creer, esta visita disipó cualquier duda sobre el desempeño y labor de tal empresa.

Recorriendo gran parte de los 20km2 concesionados, de los cuales 4km2 son los que finalmente se explotaron, pudimos observar en compañía de sus ejecutivos y trabajadores, un campo manejado con la más moderna y eficiente técnica minera, una planta de producción con los más altos estándares de seguridad industrial, y cientos de empleados comprometidos con su trabajo, la mayoría de ellos, vecinos de las localidades cercanas.

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Los ingenieros del departamento de medio ambiente y de laboratorio se tomaron el tiempo en explicarnos con detalle sobre el procedimiento de la obtención del oro y plata sobre el procedimiento de eliminación de cualquier residuo de cianuro (utilizado para separar los metales preciosos) y otras impurezas que puedan regresar al agua. Al respecto, el agua que utiliza la mina es la que capta de las lluvias, sin interferir con los ríos y otras fuentes de las comunidades.

Pero sí hay algo que me impresionó enormemente, es la aceptación y cariño que le tienen a la mina los vecinos de las comunidades próximas, como mencioné, cientos de ellos empleados en el proyecto. Escuché el testimonio de varios quienes están agradecidos por pasar en pocos años de un estado de pobreza total y de una falta completa de educación, a tener un trabajo digno, alfabetizarse y capacitarse técnicamente.

Cabe mencionar también que la mina ha implementado centros de salud y escuelas para beneficio de las localidades cercanas, asumiendo el rol del casi inexistente gobierno central y municipal, no obstante las regalías obligatorias y voluntarias que se pagan año con año y que constituyen varios millones de quetzales.

Pero la mina cerrará definitivamente en cuatro meses y con el cierre se perderán 1200 empleos directos, e igual número de familias se quedarán sin un ingreso mensual, sobreviviendo únicamente con las prestaciones de ley hasta agotarlas, no obstante Montana Exploradora y su Fundación han ideado un plan de contingencia para dejar algunas áreas con bosques y sembradillos a los vecinos y la implementación de nuevas industrias y negocios con la infraestructura construida, incluyendo caminos y carreteras (lo cual aún es incierto cómo funcionarán una vez entregadas a los COCODES y municipalidades).

Y no sólo la mina Marlin cerrará, parece ser que el gobierno ha cerrado la puerta permanentemente a la minería, dejando ir una industria que representa riqueza y desarrollo para las comunidades donde se asienta. Eso lo saben bien en países más desarrollados que el nuestro, como México, Perú, Chile y Argentina. Pero aquí en Guatemala, los “expertos” oenegeros ambientalistas y de ddhh, más sus pares burócratas incrustados en las instituciones gubernamentales, han concluido que la minería es negativa para el país y que deben irse ya, para volver nunca jamás. Un desfile de chompipes gritones ha vencido a la ciencia, a la tecnología y a la razón, aprovechándose de la ignorancia de la gente más pobre y humilde, presentándola como víctima de la minería ante los medios y ante la opinión pública, que se deja llevar por emociones, más, cuando supuestamente un gigante empresarial se aprovecha de los más desprotegidos. Nada más alejado de la realidad.

No soy un máster en minería, pero tengo alguna experiencia en el tema, como empresario y consultor. He andado por el mundo, conocido de primera mano y trabajado para la industria de hidrocarburos, bastante similar a la minera. Por mi experiencia y por mi leal saber y entender, puedo asegurar que el cierre de esta mina es una enorme pérdida para las comunidades donde operaba y para el país.

Quisiera saber si estos oenegeros proveerán de trabajo a los miles de desempleados de la industria minera y le darán de comer a sus familias. Ya ayer salía la noticia de que las exportaciones se redujeron este año sólo por la inactividad en este sector de la producción. ¿Será que las ongs se encargarán de la producción nacional de bienes y servicios y de dotar de empleo a la población?

Estimado lector, antes de caer de bobo creyente de los medios, le invito a que sea como Santo Tomás y haga suya la cita: hasta no ver, no creer. Lea, investigue y explore.

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo