Indiferentemente de todo lo que está pasando en el mundo, las épocas de fin de año son un buen momento para concentrarnos en la manera en que hemos estado viviendo nuestra vida a través del tiempo. Diciembre y enero siempre nos recuerdan quienes somos muy por dentro aunque nos neguemos a aceptarlo.
Como dice el título de hoy, existen años para hacerse pregunta tras pregunta y existen años, como lo fue éste para mi, en el que sólo recibimos respuestas. Quizá uno no se haga las preguntas literales y mucho menos las apunta en un papel, pero siempre estamos con la duda de algo, siempre tenemos la incomodidad de no entender determinada situación o en último caso, queremos tan siquiera saber cuál es la pregunta que nos está haciendo eco en la cabeza.
Les voy a compartir algunas de las respuestas que me dejo éste año esperando que puedan hacerlas suyas también, si aplican en su vida. Sino, pues por lo menos quiero que las lean, tal vez les ayuden a encontrar sus propias respuestas o les de un chivo para formular sus preguntas.
Este año me respondió que:
– No, no es necesario aferrarse a un error sólo porque invertiste mucho tiempo en el.
– Si, se vale dejar algunas cosas importantes a cambio de estar feliz.
– Uno siempre tiene que encontrar una manera de sobrevivir.
– No hay nada obvio.
– Hay que fingir hasta que nos salga.
– No tenemos palabras para todo.
– Es de hecho imposible pensar que en este mundo tan diverso solo existe una forma de plenitud.
– A la gente le gusta el cambio, pero no tanto.
– No hay que convencer a los demás cada vez que hablamos.
– Si la vida ha sido buena, hay que pensar cómo se puede hacer el doble de buena.
– Que uno puede hacer cualquier cosa, pero no todas las cosas juntas.
Me respondí muchas cosas más, pero me pareció que estás eran las importantes para compartir. Y por último, sin importar cuantas veces lo hayan leído en ésta columna, mi frase favorita encontrada en el 2016 está en el libro “Los pájaros perdidos” de Jorge Carrol y dice así: “Lo más importante es escoger, no lo que escojas”. Me encanta porque me da libertad y me recuerda que de todo lo que yo escoja en mi vida, lo que más importa es que tuve y seguiré teniendo el derecho de escogerlo. Ojalá estuviéramos más ocupados tratando de darle a todos la oportunidad de escoger lo que realmente quieren, en vez de sentirnos juzgados cada vez que escogemos algo. Y si lo piensan detenidamente aplica a cualquier situación de la vida.
No sé que tipo de año tuvieron, pero indiferentemente al que hayan tenido celebremos que pronto viene uno nuevo con la promesa de traernos las respuestas o en el mejor de los casos, más preguntas. Gracias por leerme y compartirme, deseo que muchas cosas buenas vengan este 2017 para todos nosotros.
Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo
Indiferentemente de todo lo que está pasando en el mundo, las épocas de fin de año son un buen momento para concentrarnos en la manera en que hemos estado viviendo nuestra vida a través del tiempo. Diciembre y enero siempre nos recuerdan quienes somos muy por dentro aunque nos neguemos a aceptarlo.
Como dice el título de hoy, existen años para hacerse pregunta tras pregunta y existen años, como lo fue éste para mi, en el que sólo recibimos respuestas. Quizá uno no se haga las preguntas literales y mucho menos las apunta en un papel, pero siempre estamos con la duda de algo, siempre tenemos la incomodidad de no entender determinada situación o en último caso, queremos tan siquiera saber cuál es la pregunta que nos está haciendo eco en la cabeza.
Les voy a compartir algunas de las respuestas que me dejo éste año esperando que puedan hacerlas suyas también, si aplican en su vida. Sino, pues por lo menos quiero que las lean, tal vez les ayuden a encontrar sus propias respuestas o les de un chivo para formular sus preguntas.
Este año me respondió que:
– No, no es necesario aferrarse a un error sólo porque invertiste mucho tiempo en el.
– Si, se vale dejar algunas cosas importantes a cambio de estar feliz.
– Uno siempre tiene que encontrar una manera de sobrevivir.
– No hay nada obvio.
– Hay que fingir hasta que nos salga.
– No tenemos palabras para todo.
– Es de hecho imposible pensar que en este mundo tan diverso solo existe una forma de plenitud.
– A la gente le gusta el cambio, pero no tanto.
– No hay que convencer a los demás cada vez que hablamos.
– Si la vida ha sido buena, hay que pensar cómo se puede hacer el doble de buena.
– Que uno puede hacer cualquier cosa, pero no todas las cosas juntas.
Me respondí muchas cosas más, pero me pareció que estás eran las importantes para compartir. Y por último, sin importar cuantas veces lo hayan leído en ésta columna, mi frase favorita encontrada en el 2016 está en el libro “Los pájaros perdidos” de Jorge Carrol y dice así: “Lo más importante es escoger, no lo que escojas”. Me encanta porque me da libertad y me recuerda que de todo lo que yo escoja en mi vida, lo que más importa es que tuve y seguiré teniendo el derecho de escogerlo. Ojalá estuviéramos más ocupados tratando de darle a todos la oportunidad de escoger lo que realmente quieren, en vez de sentirnos juzgados cada vez que escogemos algo. Y si lo piensan detenidamente aplica a cualquier situación de la vida.
No sé que tipo de año tuvieron, pero indiferentemente al que hayan tenido celebremos que pronto viene uno nuevo con la promesa de traernos las respuestas o en el mejor de los casos, más preguntas. Gracias por leerme y compartirme, deseo que muchas cosas buenas vengan este 2017 para todos nosotros.
Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo