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Atentos al actuar de los buenos y malos funcionarios

Antonio Melgar
05 de diciembre, 2016

Guatemala ha registrado cambios, aunque tal vez no como lo esperábamos, pero sí los hay, y eso se ve reflejado en las acciones de empleados públicos o funcionarios que se han dado cuenta que la mejor forma de honrar a la población, por la confianza que reciben consiste en desempeñar un trabajo digno con honradez y siempre pensando en el pueblo al que sirve.
Esos cambios, ahora han sido reflejados en algunos empleados y funcionarios que han sido capaces de romper los modelos que privilegian la corrupción basados en el nepotismo y en la búsqueda del bien propio, para defender con dignidad los ideales que los servidores públicos deben tener en cuenta para no posicionarse en una condición en la cual solo se busca un status de poder personal, dejando de lado el bien común.
Es por eso que al descubrir funcionarios públicos que sirven a la población guatemalteca, empezamos a creer que los cambios si se están dando, pues cuando estos buenos guatemaltecos y guatemaltecas son capaces de ofrecer un trabajo al cien por ciento para el beneficio de los que sirven se les reconoce y agradece, a pesar de ser obligación y responsabilidad, en una sociedad donde pareciera que la corrupción es parte de la tradición.
Espero que dentro poco ya no exista aquel pensamiento en el que se buscaba llegar a un puesto público para enriquecerse y que esto sea visto como un golpe de suerte comparado a ganarse la lotería, y que se piense en llegar a una posición en la que se busque servir para mejorar una Guatemala que lo demanda y que necesita de más y mejores funcionarios.
La historia en tanto, se ha encargado de mostrarnos que por lo menos en los últimos años, los malos funcionarios han dejado a una Guatemala desangrando, con mucho dolor y desgarradoras historias de pobrezas y miseria que podrían ser atenuadas, si los funcionarios son honorables, honestos, honrados y sobre todo alejados de las acostumbradas prácticas políticas que ya conocemos.
Es por ello que el llamado es para que los funcionarios actuales o futuros tomen en serio, que nuestro país está cambiando y que las y los guatemaltecos estamos atentos a su accionar para demandar, a que sus decisiones sean para el bien común pues estamos dispuestos a luchar por un futuro digno para nuestros hijos.

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo

Atentos al actuar de los buenos y malos funcionarios

Antonio Melgar
05 de diciembre, 2016

Guatemala ha registrado cambios, aunque tal vez no como lo esperábamos, pero sí los hay, y eso se ve reflejado en las acciones de empleados públicos o funcionarios que se han dado cuenta que la mejor forma de honrar a la población, por la confianza que reciben consiste en desempeñar un trabajo digno con honradez y siempre pensando en el pueblo al que sirve.
Esos cambios, ahora han sido reflejados en algunos empleados y funcionarios que han sido capaces de romper los modelos que privilegian la corrupción basados en el nepotismo y en la búsqueda del bien propio, para defender con dignidad los ideales que los servidores públicos deben tener en cuenta para no posicionarse en una condición en la cual solo se busca un status de poder personal, dejando de lado el bien común.
Es por eso que al descubrir funcionarios públicos que sirven a la población guatemalteca, empezamos a creer que los cambios si se están dando, pues cuando estos buenos guatemaltecos y guatemaltecas son capaces de ofrecer un trabajo al cien por ciento para el beneficio de los que sirven se les reconoce y agradece, a pesar de ser obligación y responsabilidad, en una sociedad donde pareciera que la corrupción es parte de la tradición.
Espero que dentro poco ya no exista aquel pensamiento en el que se buscaba llegar a un puesto público para enriquecerse y que esto sea visto como un golpe de suerte comparado a ganarse la lotería, y que se piense en llegar a una posición en la que se busque servir para mejorar una Guatemala que lo demanda y que necesita de más y mejores funcionarios.
La historia en tanto, se ha encargado de mostrarnos que por lo menos en los últimos años, los malos funcionarios han dejado a una Guatemala desangrando, con mucho dolor y desgarradoras historias de pobrezas y miseria que podrían ser atenuadas, si los funcionarios son honorables, honestos, honrados y sobre todo alejados de las acostumbradas prácticas políticas que ya conocemos.
Es por ello que el llamado es para que los funcionarios actuales o futuros tomen en serio, que nuestro país está cambiando y que las y los guatemaltecos estamos atentos a su accionar para demandar, a que sus decisiones sean para el bien común pues estamos dispuestos a luchar por un futuro digno para nuestros hijos.

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo