Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

¿Dónde está la eficiencia?

Redacción
06 de diciembre, 2016

El jueves pasado fue aprobado el Presupuesto de Ingresos y Gastos del Estado, con Q77 mil 300 millones para 2017. Es importante mencionar, que en relación al aprobado en 2016 con Q70 mil 700 millones, el incremento en materia de gasto para el próximo año será de 9.33%. Frente a este incremento considerable vale la pena cuestionarse si con más recursos podremos realmente ser más eficientes en la asignación de los mismos.

La propuesta de Presupuesto 2017 contenía elementos rescatables, como el compromiso por atender como prioridad la desnutrición crónica. Brindar más apoyo financiero a las entidades responsables de programas sociales permitiría poner mayor atención en temas de salud, educación y seguridad alimentaria y nutricional.
Sin embargo, pareciera que esto quedó nada más escrito. Los recursos aprobados para el próximo año se destinarán principalmente al funcionamiento (66%), mientras que en materia de inversión apenas se destinará un 17% del mismo. Lo anterior, evidencia nuevamente las rigideces del presupuesto y la poca capacidad de maniobra para invertir en nuevos programas.

Existen tres elementos que evidencian año con año la poca eficiencia en la asignación y ejecución del gasto público en el país. Primero, la rigidez del presupuesto del país que no es novedad, como tampoco lo es la deficiencia y poca congruencia entre los recursos destinados al funcionamiento y la inversión. Segundo, el gasto en funcionamiento como porcentaje del PIB que ha evidenciado un incremento importante desde 2008 pasando de 7.8% del PIB a 9.3% para el próximo año. Mientras que en materia de inversión se ha evidenciado una reducción importante, pasando de 5.7% del PIB en el 2000 hasta la mitad 16 años después, cayendo hasta el 2.4% del PIB.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Tercero, el gasto corriente se financia con deuda pública, debiendo financiarse con ingresos del Estado. Se proyecta que la recaudación en 2017 alcance los Q57 mil 900 millones, pero aun así el presupuesto se financia con más deuda. Pese a que la recomendación de organismos internacionales es no exceder un déficit fiscal del 1.6% del PIB. Hoy la deuda como porcentaje de los ingresos se ubica en 240%, en el límite sugerido.

Los compromisos son cada vez mayores en materia de salud y educación, mientras que la calidad del gasto en instituciones como el Congreso de la República, el Organismo Judicial, las Municipalidades e inclusive los Consejos de Desarrollo está lejos de ser la deseable. No existe calidad del gasto ni rendición de cuentas.
Para 2017 los ministerios con mayor presupuesto serán Educación, Salud, Gobernación y Comunicaciones con Q13 mil 900 millones, Q6 mil 800 millones, Q5 mil 400 millones, Q4 mil millones respectivamente.

Sin embargo, es importante mencionar que carteras como Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, Desarrollo Social y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga), evidenciaron una ejecución presupuestaria menor al 50% de lo asignado a octubre.

Mientras la calidad y eficiencia del gasto no sean prioridad en la ejecución presupuestaria, el Estado no podrá invertir en un mejor país para los guatemaltecos. En 2016 la inversión asignada fue de Q5 mil 500 millones, sin embargo ni el 40% había sido ejecutado a octubre.

Mientras los Consejos Departamentales de Desarrollo Urbano y Rural (Codedes), y las Municipalidades ejecuten al décimo mes del año un 38% y 43% respectivamente, la asignación y ejecución de recursos será ineficiente. Es imprescindible que estas entidades rindan cuentas y evidencien eficiencia con la ejecución de recursos. La ejecución por resultados permite alcanzar eficiencia en el gasto público, lo que permitirá definir qué país queremos y cuanto nos cuesta.

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo

¿Dónde está la eficiencia?

Redacción
06 de diciembre, 2016

El jueves pasado fue aprobado el Presupuesto de Ingresos y Gastos del Estado, con Q77 mil 300 millones para 2017. Es importante mencionar, que en relación al aprobado en 2016 con Q70 mil 700 millones, el incremento en materia de gasto para el próximo año será de 9.33%. Frente a este incremento considerable vale la pena cuestionarse si con más recursos podremos realmente ser más eficientes en la asignación de los mismos.

La propuesta de Presupuesto 2017 contenía elementos rescatables, como el compromiso por atender como prioridad la desnutrición crónica. Brindar más apoyo financiero a las entidades responsables de programas sociales permitiría poner mayor atención en temas de salud, educación y seguridad alimentaria y nutricional.
Sin embargo, pareciera que esto quedó nada más escrito. Los recursos aprobados para el próximo año se destinarán principalmente al funcionamiento (66%), mientras que en materia de inversión apenas se destinará un 17% del mismo. Lo anterior, evidencia nuevamente las rigideces del presupuesto y la poca capacidad de maniobra para invertir en nuevos programas.

Existen tres elementos que evidencian año con año la poca eficiencia en la asignación y ejecución del gasto público en el país. Primero, la rigidez del presupuesto del país que no es novedad, como tampoco lo es la deficiencia y poca congruencia entre los recursos destinados al funcionamiento y la inversión. Segundo, el gasto en funcionamiento como porcentaje del PIB que ha evidenciado un incremento importante desde 2008 pasando de 7.8% del PIB a 9.3% para el próximo año. Mientras que en materia de inversión se ha evidenciado una reducción importante, pasando de 5.7% del PIB en el 2000 hasta la mitad 16 años después, cayendo hasta el 2.4% del PIB.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Tercero, el gasto corriente se financia con deuda pública, debiendo financiarse con ingresos del Estado. Se proyecta que la recaudación en 2017 alcance los Q57 mil 900 millones, pero aun así el presupuesto se financia con más deuda. Pese a que la recomendación de organismos internacionales es no exceder un déficit fiscal del 1.6% del PIB. Hoy la deuda como porcentaje de los ingresos se ubica en 240%, en el límite sugerido.

Los compromisos son cada vez mayores en materia de salud y educación, mientras que la calidad del gasto en instituciones como el Congreso de la República, el Organismo Judicial, las Municipalidades e inclusive los Consejos de Desarrollo está lejos de ser la deseable. No existe calidad del gasto ni rendición de cuentas.
Para 2017 los ministerios con mayor presupuesto serán Educación, Salud, Gobernación y Comunicaciones con Q13 mil 900 millones, Q6 mil 800 millones, Q5 mil 400 millones, Q4 mil millones respectivamente.

Sin embargo, es importante mencionar que carteras como Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, Desarrollo Social y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga), evidenciaron una ejecución presupuestaria menor al 50% de lo asignado a octubre.

Mientras la calidad y eficiencia del gasto no sean prioridad en la ejecución presupuestaria, el Estado no podrá invertir en un mejor país para los guatemaltecos. En 2016 la inversión asignada fue de Q5 mil 500 millones, sin embargo ni el 40% había sido ejecutado a octubre.

Mientras los Consejos Departamentales de Desarrollo Urbano y Rural (Codedes), y las Municipalidades ejecuten al décimo mes del año un 38% y 43% respectivamente, la asignación y ejecución de recursos será ineficiente. Es imprescindible que estas entidades rindan cuentas y evidencien eficiencia con la ejecución de recursos. La ejecución por resultados permite alcanzar eficiencia en el gasto público, lo que permitirá definir qué país queremos y cuanto nos cuesta.

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo