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Después de Fidel Castro, el futuro de las relaciones entre Cuba y EEUU

Redacción
06 de diciembre, 2016

La relación entre Estados Unidos y Cuba ha sido difícil a través de la historia, representando un hito de máxima tensión entre las dos súper potencias mundiales de la época en el auge de la Guerra Fría, Estados Unidos y la antigua Unión Soviética. Cuando Fidel Castro llegó al poder, hubo un acercamiento al inicio hacia el país norteamericano por parte de Castro visitando Washington y Nueva York tan solo cuatro meses después de la revolución y expresando su admiración por los Estados Unidos. El gobierno norteamericano se mostró escéptico de la relación con Castro y se distanció del líder cubano por las tendencias comunistas que manifestó cuando comenzó a expropiar empresas y bienes estadounidenses en la isla en 1961, llevando estos hechos a romper las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y Cuba e interponiendo el Embargo por Orden Ejecutiva del Presidente Kennedy que después tomó más fuerza con carácter de ley.

Después de que la revolución liderada por Fidel Castro derrocó al gobierno de Fulgencio Batista en 1959 y posteriormente la Crisis de los Misiles de Cuba durante la Administración de John F. Kennedy y la Unión Soviética de Nikita Kruschev en 1962, un episodio en la historia que llegó a máxima tensión al vértice de desatar una guerra nuclear, la culminación de la Guerra Fría impactó fuertemente en el debilitamiento del régimen de Castro. La caída del muro de Berlín en 1989 y la caída de la Unión Soviética de Mikhael Gorbachev en 1991 produjo un nuevo reordenamiento mundial bajo el liderazgo de los Estados Unidos y el poder unilateral de esta súper potencia que se consolidaba, puesto a prueba en la primera guerra del Golfo contra Saddam Hussein, no despertaba dudas por parte de las antiguas potencias. Este nuevo orden mundial no favoreció al régimen cubano en lo particular, ya que el apoyo de la antigua Unión Soviética hacia Cuba desvaneció y los acercamientos entre los líderes George Bush y Mikhael Gorvachev conllevó a un nuevo episodio entre lo que sería la nueva Federación de Rusia y los Estados Unidos cuando se reunieron en la Cumbre de Malta para dar fin a la Guerra Fría en diciembre 1989.

El nuevo episodio de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba se produce después de más 50 años desde el Embargo de los Estados Unidos a la isla. Después de esos acontecimientos importantes en la historia, durante la administración de Barack Obama, quien nació después del Embargo, se dieron los primeros pasos entre los Estados Unidos y la isla en 2014-2015. Ese nuevo proceso que se llevó a cabo de forma secreta y con la mediación del Vaticano culminó en la primera reunión bilateral entre el Presidente Obama y Raúl Castro durante la Cumbre de las Américas en Panamá en abril 2015, la apertura de Embajadas recíprocas y posteriormente ese acercamiento se ratificó con la visita del Presidente Obama a La Habana en marzo de 2016. Esta fue la primera vez que un Presidente de Estados Unidos se reunió con un mandatario cubano en 6 décadas y la primera vez que un mandatario estadounidense visitaba Cuba en casi un siglo, respectivamente.

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No obstante, para la normalización de las relaciones plenas, se necesita levantar el Embargo económico que Estados Unidos mantiene sobre la isla y para lo cual han habido negociaciones con el gobierno de Raúl Castro, en temas de importancia como lo son el sistema político, la apertura económica y el respeto de los Derechos Humanos. A diferencia del gobierno demócrata, el partido republicano desde el inicio se opuso a la normalización de las relaciones plenas entre Estados Unidos y Cuba hasta que no mejorara esas condiciones. El levantamiento del Embargo no depende de una Orden Ejecutiva del Presidente de los Estados Unidos, sino que está en manos del Congreso estadounidense dominado por el partido Republicano y de cara a un próximo Presidente Republicano que ocupará la Casa Blanca a partir del 20 enero. El Presidente Obama emitió antes de las elecciones de Estados Unidos un Decreto Presidencial que contiene que no se pueden revertir los avances hacia la isla. Sin embargo, el Presidente-Electo de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció que terminará con el proceso de normalización de las relaciones plenas o revertir los avances iniciados por el Presidente Obama, si el gobierno de Cuba no hace más esfuerzos para cumplir los compromisos para mejorar la calidad de vida de los cubanos. Trump está a favor que el pueblo cubano tenga libertad política y de culto, y requiere un buen trato para los estadounidenses que vayan a Cuba, pero también expresó como importante la liberación de los prisioneros políticos, la deportación de los fugitivos a Estados Unidos y la libertad económica.

En realidad hay una convergencia de sinergias que se prestan para cambiar el destino de Cuba y lleva a repensar lo que podría ser la futura relación entre ambas naciones. En primer plano, está la muerte del líder de la revolución Fidel Castro, que se da en un momento de cara a la entrada de un próximo Presidente Republicano y que cambia las piezas en el tablero de ajedrez. Recientemente en octubre se votó en la Asamblea General de la ONU sobre la terminación del Embargo, ningún país, Estados Unidos e Israel se abstuvieron, votó en contra de la resolución que pide la terminación del Embargo, quedando de esa forma aprobada. Aunado a esto está el primer vuelo directo de Miami hacia La Habana que se llevó de forma exitosa y que es parte del proceso prometido por Obama. Pareciera de momento que Cuba está adoptando el modelo económico chino impulsado por Deng Xiaoping en 1978. Sin embargo, se cuestiona si este modelo va a permanecer en el tiempo después de Fidel Castro y es importante analizar el contexto en que se encuentra el régimen del mandatario Cubano, Raúl Castro.

En primer plano surge la pregunta si Raúl Castro tendrá la voluntad para hacer cambios en el sistema político para profundizar la normalización de las relaciones con Washington no estando Fidel detrás, lo que pareciera indicar el fin de una era y el inicio de una nueva era para los cubanos, o bien si opta por mantener el modelo comunista con apertura económica. Para ese fin es importante analizar qué países son sus satélites en América Latina. Es evidente que la corriente ha comenzado a dar giro a la derecha en los países sudamericanos con la llegada de Mauricio Macri en Argentina, Michel Temer en Brasil, Pedro Pablo Kuczynski en Perú, Rafael Correa en Ecuador está comenzando a mover su discurso y la salida de Evo Morales en Bolivia en las próximas elecciones de 2019. Venezuela está muy empobrecida, ya no puede hacer sus envíos de petróleo subsidiados a la isla y mantenerse por sí misma lo que ha llevado a la pérdida de liderazgo de Nicolás Maduro; y las próximas elecciones que se avecinan en Chile el candidato y ex Presidente Sebastián Piñera tiene grandes oportunidades de ser el próximo Presidente en 2018. Ante este escenario político en América Latina, Raúl Castro llevaría a Cuba más al aislamiento y más empobrecimiento del pueblo cubano, la única opción que le queda es la apertura política y económica para el levantamiento del Embargo.

Ambos países cuentan ya con Embajadas con Embajadores ya acreditados. También surge ante este escenario la conformación del gabinete de Trump que recomendaría al Presidente Electo el proceso a seguir ante el gobierno de Raúl Castro. En primera instancia, ya tiene en su gabinete a personajes a favor del Embargo como Mauricio Clever Carone, en Departamento del Tesoro, quien está a favor de la transición a la democracia y apertura de la economía antes de levantar el embargo. Wilbur Ross, como Secretario de Comercio, busca incrementar las exportaciones de los Estados Unidos eliminando las barreras comerciales y elevando las tarifas de importación. Queda por ver si el Republicano Mitt Romney acepta el cargo de Secretario de Estado ofrecido por Trump, quien en su contienda electoral en 2012 expresó que su política hacia la isla no se acomodaría o flexibilizaría hasta que el régimen cubano llegará a su fin y lamentó el acercamiento del Presidente Obama.

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo

Después de Fidel Castro, el futuro de las relaciones entre Cuba y EEUU

Redacción
06 de diciembre, 2016

La relación entre Estados Unidos y Cuba ha sido difícil a través de la historia, representando un hito de máxima tensión entre las dos súper potencias mundiales de la época en el auge de la Guerra Fría, Estados Unidos y la antigua Unión Soviética. Cuando Fidel Castro llegó al poder, hubo un acercamiento al inicio hacia el país norteamericano por parte de Castro visitando Washington y Nueva York tan solo cuatro meses después de la revolución y expresando su admiración por los Estados Unidos. El gobierno norteamericano se mostró escéptico de la relación con Castro y se distanció del líder cubano por las tendencias comunistas que manifestó cuando comenzó a expropiar empresas y bienes estadounidenses en la isla en 1961, llevando estos hechos a romper las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y Cuba e interponiendo el Embargo por Orden Ejecutiva del Presidente Kennedy que después tomó más fuerza con carácter de ley.

Después de que la revolución liderada por Fidel Castro derrocó al gobierno de Fulgencio Batista en 1959 y posteriormente la Crisis de los Misiles de Cuba durante la Administración de John F. Kennedy y la Unión Soviética de Nikita Kruschev en 1962, un episodio en la historia que llegó a máxima tensión al vértice de desatar una guerra nuclear, la culminación de la Guerra Fría impactó fuertemente en el debilitamiento del régimen de Castro. La caída del muro de Berlín en 1989 y la caída de la Unión Soviética de Mikhael Gorbachev en 1991 produjo un nuevo reordenamiento mundial bajo el liderazgo de los Estados Unidos y el poder unilateral de esta súper potencia que se consolidaba, puesto a prueba en la primera guerra del Golfo contra Saddam Hussein, no despertaba dudas por parte de las antiguas potencias. Este nuevo orden mundial no favoreció al régimen cubano en lo particular, ya que el apoyo de la antigua Unión Soviética hacia Cuba desvaneció y los acercamientos entre los líderes George Bush y Mikhael Gorvachev conllevó a un nuevo episodio entre lo que sería la nueva Federación de Rusia y los Estados Unidos cuando se reunieron en la Cumbre de Malta para dar fin a la Guerra Fría en diciembre 1989.

El nuevo episodio de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba se produce después de más 50 años desde el Embargo de los Estados Unidos a la isla. Después de esos acontecimientos importantes en la historia, durante la administración de Barack Obama, quien nació después del Embargo, se dieron los primeros pasos entre los Estados Unidos y la isla en 2014-2015. Ese nuevo proceso que se llevó a cabo de forma secreta y con la mediación del Vaticano culminó en la primera reunión bilateral entre el Presidente Obama y Raúl Castro durante la Cumbre de las Américas en Panamá en abril 2015, la apertura de Embajadas recíprocas y posteriormente ese acercamiento se ratificó con la visita del Presidente Obama a La Habana en marzo de 2016. Esta fue la primera vez que un Presidente de Estados Unidos se reunió con un mandatario cubano en 6 décadas y la primera vez que un mandatario estadounidense visitaba Cuba en casi un siglo, respectivamente.

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No obstante, para la normalización de las relaciones plenas, se necesita levantar el Embargo económico que Estados Unidos mantiene sobre la isla y para lo cual han habido negociaciones con el gobierno de Raúl Castro, en temas de importancia como lo son el sistema político, la apertura económica y el respeto de los Derechos Humanos. A diferencia del gobierno demócrata, el partido republicano desde el inicio se opuso a la normalización de las relaciones plenas entre Estados Unidos y Cuba hasta que no mejorara esas condiciones. El levantamiento del Embargo no depende de una Orden Ejecutiva del Presidente de los Estados Unidos, sino que está en manos del Congreso estadounidense dominado por el partido Republicano y de cara a un próximo Presidente Republicano que ocupará la Casa Blanca a partir del 20 enero. El Presidente Obama emitió antes de las elecciones de Estados Unidos un Decreto Presidencial que contiene que no se pueden revertir los avances hacia la isla. Sin embargo, el Presidente-Electo de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció que terminará con el proceso de normalización de las relaciones plenas o revertir los avances iniciados por el Presidente Obama, si el gobierno de Cuba no hace más esfuerzos para cumplir los compromisos para mejorar la calidad de vida de los cubanos. Trump está a favor que el pueblo cubano tenga libertad política y de culto, y requiere un buen trato para los estadounidenses que vayan a Cuba, pero también expresó como importante la liberación de los prisioneros políticos, la deportación de los fugitivos a Estados Unidos y la libertad económica.

En realidad hay una convergencia de sinergias que se prestan para cambiar el destino de Cuba y lleva a repensar lo que podría ser la futura relación entre ambas naciones. En primer plano, está la muerte del líder de la revolución Fidel Castro, que se da en un momento de cara a la entrada de un próximo Presidente Republicano y que cambia las piezas en el tablero de ajedrez. Recientemente en octubre se votó en la Asamblea General de la ONU sobre la terminación del Embargo, ningún país, Estados Unidos e Israel se abstuvieron, votó en contra de la resolución que pide la terminación del Embargo, quedando de esa forma aprobada. Aunado a esto está el primer vuelo directo de Miami hacia La Habana que se llevó de forma exitosa y que es parte del proceso prometido por Obama. Pareciera de momento que Cuba está adoptando el modelo económico chino impulsado por Deng Xiaoping en 1978. Sin embargo, se cuestiona si este modelo va a permanecer en el tiempo después de Fidel Castro y es importante analizar el contexto en que se encuentra el régimen del mandatario Cubano, Raúl Castro.

En primer plano surge la pregunta si Raúl Castro tendrá la voluntad para hacer cambios en el sistema político para profundizar la normalización de las relaciones con Washington no estando Fidel detrás, lo que pareciera indicar el fin de una era y el inicio de una nueva era para los cubanos, o bien si opta por mantener el modelo comunista con apertura económica. Para ese fin es importante analizar qué países son sus satélites en América Latina. Es evidente que la corriente ha comenzado a dar giro a la derecha en los países sudamericanos con la llegada de Mauricio Macri en Argentina, Michel Temer en Brasil, Pedro Pablo Kuczynski en Perú, Rafael Correa en Ecuador está comenzando a mover su discurso y la salida de Evo Morales en Bolivia en las próximas elecciones de 2019. Venezuela está muy empobrecida, ya no puede hacer sus envíos de petróleo subsidiados a la isla y mantenerse por sí misma lo que ha llevado a la pérdida de liderazgo de Nicolás Maduro; y las próximas elecciones que se avecinan en Chile el candidato y ex Presidente Sebastián Piñera tiene grandes oportunidades de ser el próximo Presidente en 2018. Ante este escenario político en América Latina, Raúl Castro llevaría a Cuba más al aislamiento y más empobrecimiento del pueblo cubano, la única opción que le queda es la apertura política y económica para el levantamiento del Embargo.

Ambos países cuentan ya con Embajadas con Embajadores ya acreditados. También surge ante este escenario la conformación del gabinete de Trump que recomendaría al Presidente Electo el proceso a seguir ante el gobierno de Raúl Castro. En primera instancia, ya tiene en su gabinete a personajes a favor del Embargo como Mauricio Clever Carone, en Departamento del Tesoro, quien está a favor de la transición a la democracia y apertura de la economía antes de levantar el embargo. Wilbur Ross, como Secretario de Comercio, busca incrementar las exportaciones de los Estados Unidos eliminando las barreras comerciales y elevando las tarifas de importación. Queda por ver si el Republicano Mitt Romney acepta el cargo de Secretario de Estado ofrecido por Trump, quien en su contienda electoral en 2012 expresó que su política hacia la isla no se acomodaría o flexibilizaría hasta que el régimen cubano llegará a su fin y lamentó el acercamiento del Presidente Obama.

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo