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Inflación de Leyes y Regulaciones

Ramon Parellada
08 de diciembre, 2016

Contrario a lo que algunos creen, este Congreso de la República de Guatemala es una amenaza para el crecimiento económico del país. Lo digo porque no hay semana en que no aparezca algún diputado, con orgullo, presentando una nueva iniciativa de Ley. Parece que la competencia es a ver quienes presentan más iniciativas de leyes.

Lo contrario es lo ideal. Que los diputados se pusieran de acuerdo en eliminar toda esa inflación de leyes y regulaciones que tenemos en el país y que frena nuestro desarrollo impidiéndonos pasar de un mediocre crecimiento económico del 3.5% para lanzarnos a uno que oscile el 8 – 10%.

Hace algún tiempo leí que se estima que Guatemala tenga entre setenta y noventa mil leyes y regulaciones de todo tipo. Esto no puede ser bueno. ¿Quién está en capacidad de cumplir con tanta norma, mucha de ella casuística? Y ¿Quién es capaz de hacerlas cumplir? Es imposible. Sin embargo, cuando conviene se prestan a chantaje y extorsión por parte de quienes aplican la ley provocando así una corrupción que parece no tener fin.

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¿Qué pasaría si de tajo redujéramos en un 90% todas estas leyes y regulaciones? Todavía tendríamos unas siete a nueve mil leyes y regulaciones que cumplir y el gobierno tendría que velar por que se cumplan. Imagínese, entre siete y nueve mil leyes y regulaciones. Todavía parece una enorme cantidad. Y seguramente lo es.

¿Será que hay algún diputado que se cuestione la cantidad de leyes y regulaciones que tenemos en el país? ¿Será que alguno se animará con proponer la eliminación de la mayoría de ellas, generalmente obsoletas? Una ley para eliminar leyes urge en nuestro país. Esta ley se llama Ley del Ocaso. He escrito de ello en otras ocasiones. No debe ser complicada. Bastaría con que se eliminaran todas las leyes y regulaciones que no sean conocidas y refrendadas nuevamente en el Congreso de la República o que se eliminen automáticamente si no han sido utilizadas en 5 años, por ejemplo.

Si a un niño le pones miles de normas para que cumpla cuando está desarrollándose lo vas a confundir y agobiar. Basta con enseñarle las más sencillas que implican respeto a los demás y la no agresión. En esto se resume todo. No necesitas más. El principio de no agresión significa respeto por los demás. Es el principio que permite que todos vivamos en paz aceptando las diferencias que cada quien tiene en su forma de vivir siempre y cuando ellos también respeten este principio. Este gran principio permite respetar la vida, las pertenencias y la libertad de todos los demás sabiendo que también los demás respetarán tu vida, tus pertenencias y tu libertad.

Como vemos, si pudiéramos aplicar ésta única norma no terminaríamos agobiando a los habitantes del país, eliminaríamos la corrupción, retomaríamos la creatividad y productividad, y provocaríamos un crecimiento económico de dos dígitos que se convertiría en un mayor bienestar de absolutamente todos los guatmealtecos.

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo

Inflación de Leyes y Regulaciones

Ramon Parellada
08 de diciembre, 2016

Contrario a lo que algunos creen, este Congreso de la República de Guatemala es una amenaza para el crecimiento económico del país. Lo digo porque no hay semana en que no aparezca algún diputado, con orgullo, presentando una nueva iniciativa de Ley. Parece que la competencia es a ver quienes presentan más iniciativas de leyes.

Lo contrario es lo ideal. Que los diputados se pusieran de acuerdo en eliminar toda esa inflación de leyes y regulaciones que tenemos en el país y que frena nuestro desarrollo impidiéndonos pasar de un mediocre crecimiento económico del 3.5% para lanzarnos a uno que oscile el 8 – 10%.

Hace algún tiempo leí que se estima que Guatemala tenga entre setenta y noventa mil leyes y regulaciones de todo tipo. Esto no puede ser bueno. ¿Quién está en capacidad de cumplir con tanta norma, mucha de ella casuística? Y ¿Quién es capaz de hacerlas cumplir? Es imposible. Sin embargo, cuando conviene se prestan a chantaje y extorsión por parte de quienes aplican la ley provocando así una corrupción que parece no tener fin.

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¿Qué pasaría si de tajo redujéramos en un 90% todas estas leyes y regulaciones? Todavía tendríamos unas siete a nueve mil leyes y regulaciones que cumplir y el gobierno tendría que velar por que se cumplan. Imagínese, entre siete y nueve mil leyes y regulaciones. Todavía parece una enorme cantidad. Y seguramente lo es.

¿Será que hay algún diputado que se cuestione la cantidad de leyes y regulaciones que tenemos en el país? ¿Será que alguno se animará con proponer la eliminación de la mayoría de ellas, generalmente obsoletas? Una ley para eliminar leyes urge en nuestro país. Esta ley se llama Ley del Ocaso. He escrito de ello en otras ocasiones. No debe ser complicada. Bastaría con que se eliminaran todas las leyes y regulaciones que no sean conocidas y refrendadas nuevamente en el Congreso de la República o que se eliminen automáticamente si no han sido utilizadas en 5 años, por ejemplo.

Si a un niño le pones miles de normas para que cumpla cuando está desarrollándose lo vas a confundir y agobiar. Basta con enseñarle las más sencillas que implican respeto a los demás y la no agresión. En esto se resume todo. No necesitas más. El principio de no agresión significa respeto por los demás. Es el principio que permite que todos vivamos en paz aceptando las diferencias que cada quien tiene en su forma de vivir siempre y cuando ellos también respeten este principio. Este gran principio permite respetar la vida, las pertenencias y la libertad de todos los demás sabiendo que también los demás respetarán tu vida, tus pertenencias y tu libertad.

Como vemos, si pudiéramos aplicar ésta única norma no terminaríamos agobiando a los habitantes del país, eliminaríamos la corrupción, retomaríamos la creatividad y productividad, y provocaríamos un crecimiento económico de dos dígitos que se convertiría en un mayor bienestar de absolutamente todos los guatmealtecos.

Republicagt es ajena a la opinión expresada en este artículo