Por muchos años la generación de empleo ha sido el enfoque en las agendas de trabajo de tanto el sector privado como del sector público. Según la Organización de Naciones Unidas -ONU-, en su informe “Trabajo y Desarrollo Humano 2015”, el 70% de la población guatemalteca trabaja en el sector informal; dicho sector no se registra legalmente por lo que no está regulado ni contribuye a la recaudación de impuestos en el país. Además no le garantiza a los trabajadores un salario estable, un ambiente de trabajo seguro, ni otro tipo de incentivos como bonificaciones y seguros. Por lo mismo este sector ha sido estigmatizado y ha sido razón por la cual se ha intentado transferir a empleados al sector formal.
Sin embargo, durante los últimos años se ha popularizado el “freelance”, una estructura de trabajo que según sus características, se categorizaría como parte del sector informal. El “freelance” se basa en la realización de trabajos independientes de una empresa, organización u cualquier otra institución. Profesionales en diseño gráfico, por ejemplo, suelen ser activos participantes de está estructura laboral, pues les permite tener mayor libertad creativa y flexibilidad en sus horarios. Hoy en día muchos profesionales están optando por trabajar independientemente; el internet y la creación de nuevos empleos virtuales les han facilitado mucho está opción.
Entre estas posibilidades caben las economías colaborativas, el fin de estas siendo facilitar la prestación de productos y servicios entre personas. Aunque los ejemplos más conocidos como “AIRBNB”, se enfocan en brindar servicios que para generar ingresos requieren primero de inversiones grandes, existen también economías colaborativas que sirven para contratar servicios de limpieza, de mudanza y hasta paseadores de perros. Además hay plataformas de e-commerce como “Etsy” en donde las personas pueden vender artesanías de elaboración propia y páginas para facilitar la creación de blogs que se pueden rentabilizar con la implementación de anuncios digitales a través de programas como “Google Ad Words”.
FUNDESA, el CPC, Empresarios por la Educación, Citi Foundation y People Fund recién lanzaron el proyecto “herramientas para emprender” con el fin de apoyar a jóvenes emprendedores a impulsar sus negocios. Parte importante del proyecto es la plataforma “Make it rain” que se le compartirá a jóvenes en áreas rurales y que intenta enseñarle a los usuarios distintas maneras de generar ingresos en línea. Introducir estas nuevas oportunidades digitales, pudiera ser la puerta hacia nuevas posibilidades para aquellos que se han quedado estancados a raíz de los bajos ingresos que generan y que muchas veces tienen que distribuir con varios integrantes familiares.
Si bien la creación de empleos formales debe seguir siendo una prioridad para todos los sectores, es un proceso lento que requiere de significativa inversión en infraestructura, institucionalidad y educación, y que por ende solo produce resultados latentes a largo plazo. Durante este proceso, vale la pena explorar que posibilidades pueden permitirles a los trabajadores informales percibir ingresos alternativos. Esto puede facilitar el proceso hacia el objetivo principal, al crear posibilidades de ahorro que pueden ser utilizados para el financiamiento de estudios o emprendimientos y así acelerar el camino hacia la formalidad.
Por muchos años la generación de empleo ha sido el enfoque en las agendas de trabajo de tanto el sector privado como del sector público. Según la Organización de Naciones Unidas -ONU-, en su informe “Trabajo y Desarrollo Humano 2015”, el 70% de la población guatemalteca trabaja en el sector informal; dicho sector no se registra legalmente por lo que no está regulado ni contribuye a la recaudación de impuestos en el país. Además no le garantiza a los trabajadores un salario estable, un ambiente de trabajo seguro, ni otro tipo de incentivos como bonificaciones y seguros. Por lo mismo este sector ha sido estigmatizado y ha sido razón por la cual se ha intentado transferir a empleados al sector formal.
Sin embargo, durante los últimos años se ha popularizado el “freelance”, una estructura de trabajo que según sus características, se categorizaría como parte del sector informal. El “freelance” se basa en la realización de trabajos independientes de una empresa, organización u cualquier otra institución. Profesionales en diseño gráfico, por ejemplo, suelen ser activos participantes de está estructura laboral, pues les permite tener mayor libertad creativa y flexibilidad en sus horarios. Hoy en día muchos profesionales están optando por trabajar independientemente; el internet y la creación de nuevos empleos virtuales les han facilitado mucho está opción.
Entre estas posibilidades caben las economías colaborativas, el fin de estas siendo facilitar la prestación de productos y servicios entre personas. Aunque los ejemplos más conocidos como “AIRBNB”, se enfocan en brindar servicios que para generar ingresos requieren primero de inversiones grandes, existen también economías colaborativas que sirven para contratar servicios de limpieza, de mudanza y hasta paseadores de perros. Además hay plataformas de e-commerce como “Etsy” en donde las personas pueden vender artesanías de elaboración propia y páginas para facilitar la creación de blogs que se pueden rentabilizar con la implementación de anuncios digitales a través de programas como “Google Ad Words”.
FUNDESA, el CPC, Empresarios por la Educación, Citi Foundation y People Fund recién lanzaron el proyecto “herramientas para emprender” con el fin de apoyar a jóvenes emprendedores a impulsar sus negocios. Parte importante del proyecto es la plataforma “Make it rain” que se le compartirá a jóvenes en áreas rurales y que intenta enseñarle a los usuarios distintas maneras de generar ingresos en línea. Introducir estas nuevas oportunidades digitales, pudiera ser la puerta hacia nuevas posibilidades para aquellos que se han quedado estancados a raíz de los bajos ingresos que generan y que muchas veces tienen que distribuir con varios integrantes familiares.
Si bien la creación de empleos formales debe seguir siendo una prioridad para todos los sectores, es un proceso lento que requiere de significativa inversión en infraestructura, institucionalidad y educación, y que por ende solo produce resultados latentes a largo plazo. Durante este proceso, vale la pena explorar que posibilidades pueden permitirles a los trabajadores informales percibir ingresos alternativos. Esto puede facilitar el proceso hacia el objetivo principal, al crear posibilidades de ahorro que pueden ser utilizados para el financiamiento de estudios o emprendimientos y así acelerar el camino hacia la formalidad.