El procurador de Derechos Humanos, Jorge de León Duque, convocó a inicios de esta semana a varios sectores de la sociedad civil para un diálogo nacional en relación a la discusión, aprobación e implementación de reformas al sector justicia.
El proyecto cuenta con el apoyo de la fiscal general de la República, Thelma Aldana, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ranulfo Rojas, el jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), Iván Velásquez Gómez, la coordinadora residente de naciones Unidas en Guatemala, Valeri Julliand, uy el representante de la Oficina de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Alberto Brunori. Además, existe una presión internacional y local por reformar el sistema de Justicia Guatemalteco.
Me permito sugerir que se comience con dos propuestas bien estructuradas que grupos de guatemaltecos preocupados por el actual sistema de justicia desarrollaron hace ya algunos años. Ya he escrito varias veces sobre las mismas y vuelvo a hacerlo ahora.
La primera es la parte de las reformas al sistema de justicia en ProReforma. La segunda viene de una propuesta bien estructurada, enfocada únicamente en la reforma y mejoramiento del sistema de justicia, denominado PAS (Propuesta de Acuerdos de Seguridad).
En el primer caso, lo que concierne a la reforma de la Justicia en ProReforma. Esta propuesta surgió de parte de un grupo de ciudadanos pensando no sólo en el sistema de justicia sino en cómo hacer para que el país pudiera desarrollarse más rápidamente y así mejorar el nivel de vida de todos sus habitantes. El proyecto se presentó al Congreso pero se engavetó a pesar de haber tenido más de setenta mil firmas de respaldo para que se sometiera a una consulta popular y que el pueblo decidiera si quería el cambio o no. Lamentablemente la izquierda vio esta propuesta con malas intenciones de los proponentes y se olvidó de ver el contenido haciendo mucho cabildeo para que fuera engavetada.
Quiero recalcar aquí que la propuesta no es ideológica, sino es fundamental. Tan es así que en una ocasión que hablé con Álvaro Velásquez quien actualmente es diputado en el Congreso de la República, y quien fuera uno de los principales opositores a ProReforma, reconoció que la parte concerniente a la reforma de la Justicia le parecía bastante bien. Así que propongo que en esta ocasión se rescate esta parte que está muy bien desarrollada para que sea la propuesta de reforma del sistema de justicia que se pretende discutir o al menos un buen punto de partida.
Lo concerniente a la Justicia en ProReforma disminuye notablemente el riesgo de la politización de la elección al incrementar los requisitos de los candidatos para la Corte suprema de Justicia, nombrarlos vitaliciamente y elegirlos por sorteo. Al contrario del sistema actual, este sistema prioriza el largo plazo. Los jueces y Magistrados recobrarían así su dignidad y permanecerían vitaliciamente en sus puestos pudiendo ser removidos con causa probada para dar seguridad en el largo plazo, eliminar las influencias políticas, erradicar la corrupción y fortalecer nuestras más importantes instituciones contra la impunidad.
Si por motivos ideológicos seguimos aferrados en no querer ver todo los bueno que hay en ProReforma entonces sugiero otra propuesta del sistema de Justicia que ya está muy bien desarrollada. Se trata de PAS cuyas siglas significan “Propuesta de Acuerdos de Seguridad” y lo que pretende es una reforma constitucional en el sector de justicia. Para ello tampoco es necesaria una Asamblea Constituyente sino una consulta popular.
PAS se puede encontrar y ver en forma completa en este sitio de internet: (http://pasguatemala.wix.com/pasguatemala#!pas/c11m6). Su único objetivo es mejorar el sistema de justicia. Las Reformas se enfocan en el Organismo Judicial, el Ministerio Público y la Corte de Constitucionalidad, hacerlos más eficientes e independientes, dotarlos de más recursos, eliminar su politización a la hora de elegir jueces y magistrados y sus autoridades y dignificarlos eligiendo a los mejores para que puedan trabajar por muchos años en las mejores condiciones posibles. Esto redundará en una disminución rápida de los homicidios en el país además de atacar la corrupción en el resto de organismos del Estado.
Creo que existe en este momento una oportunidad de oro para hace las cosas bien. No hace falta decir que todos queremos un mejor sistema de justicia y que esto no es ideológico sino una necesidad para una convivencia pacífica y civilizada, para una mejor sociedad. Espero que no metamos temas ideológicos en las reformas de Justicia sino que nos concentremos en realidad a la “Justicia” a secas que tanta falta hace en este país para acabar con la impunidad y todas las consecuencias de la misma. En verdad, que estas dos propuestas son excelentes y espero por el bien de Guatemala que sean tomadas en cuenta.
El procurador de Derechos Humanos, Jorge de León Duque, convocó a inicios de esta semana a varios sectores de la sociedad civil para un diálogo nacional en relación a la discusión, aprobación e implementación de reformas al sector justicia.
El proyecto cuenta con el apoyo de la fiscal general de la República, Thelma Aldana, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ranulfo Rojas, el jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), Iván Velásquez Gómez, la coordinadora residente de naciones Unidas en Guatemala, Valeri Julliand, uy el representante de la Oficina de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Alberto Brunori. Además, existe una presión internacional y local por reformar el sistema de Justicia Guatemalteco.
Me permito sugerir que se comience con dos propuestas bien estructuradas que grupos de guatemaltecos preocupados por el actual sistema de justicia desarrollaron hace ya algunos años. Ya he escrito varias veces sobre las mismas y vuelvo a hacerlo ahora.
La primera es la parte de las reformas al sistema de justicia en ProReforma. La segunda viene de una propuesta bien estructurada, enfocada únicamente en la reforma y mejoramiento del sistema de justicia, denominado PAS (Propuesta de Acuerdos de Seguridad).
En el primer caso, lo que concierne a la reforma de la Justicia en ProReforma. Esta propuesta surgió de parte de un grupo de ciudadanos pensando no sólo en el sistema de justicia sino en cómo hacer para que el país pudiera desarrollarse más rápidamente y así mejorar el nivel de vida de todos sus habitantes. El proyecto se presentó al Congreso pero se engavetó a pesar de haber tenido más de setenta mil firmas de respaldo para que se sometiera a una consulta popular y que el pueblo decidiera si quería el cambio o no. Lamentablemente la izquierda vio esta propuesta con malas intenciones de los proponentes y se olvidó de ver el contenido haciendo mucho cabildeo para que fuera engavetada.
Quiero recalcar aquí que la propuesta no es ideológica, sino es fundamental. Tan es así que en una ocasión que hablé con Álvaro Velásquez quien actualmente es diputado en el Congreso de la República, y quien fuera uno de los principales opositores a ProReforma, reconoció que la parte concerniente a la reforma de la Justicia le parecía bastante bien. Así que propongo que en esta ocasión se rescate esta parte que está muy bien desarrollada para que sea la propuesta de reforma del sistema de justicia que se pretende discutir o al menos un buen punto de partida.
Lo concerniente a la Justicia en ProReforma disminuye notablemente el riesgo de la politización de la elección al incrementar los requisitos de los candidatos para la Corte suprema de Justicia, nombrarlos vitaliciamente y elegirlos por sorteo. Al contrario del sistema actual, este sistema prioriza el largo plazo. Los jueces y Magistrados recobrarían así su dignidad y permanecerían vitaliciamente en sus puestos pudiendo ser removidos con causa probada para dar seguridad en el largo plazo, eliminar las influencias políticas, erradicar la corrupción y fortalecer nuestras más importantes instituciones contra la impunidad.
Si por motivos ideológicos seguimos aferrados en no querer ver todo los bueno que hay en ProReforma entonces sugiero otra propuesta del sistema de Justicia que ya está muy bien desarrollada. Se trata de PAS cuyas siglas significan “Propuesta de Acuerdos de Seguridad” y lo que pretende es una reforma constitucional en el sector de justicia. Para ello tampoco es necesaria una Asamblea Constituyente sino una consulta popular.
PAS se puede encontrar y ver en forma completa en este sitio de internet: (http://pasguatemala.wix.com/pasguatemala#!pas/c11m6). Su único objetivo es mejorar el sistema de justicia. Las Reformas se enfocan en el Organismo Judicial, el Ministerio Público y la Corte de Constitucionalidad, hacerlos más eficientes e independientes, dotarlos de más recursos, eliminar su politización a la hora de elegir jueces y magistrados y sus autoridades y dignificarlos eligiendo a los mejores para que puedan trabajar por muchos años en las mejores condiciones posibles. Esto redundará en una disminución rápida de los homicidios en el país además de atacar la corrupción en el resto de organismos del Estado.
Creo que existe en este momento una oportunidad de oro para hace las cosas bien. No hace falta decir que todos queremos un mejor sistema de justicia y que esto no es ideológico sino una necesidad para una convivencia pacífica y civilizada, para una mejor sociedad. Espero que no metamos temas ideológicos en las reformas de Justicia sino que nos concentremos en realidad a la “Justicia” a secas que tanta falta hace en este país para acabar con la impunidad y todas las consecuencias de la misma. En verdad, que estas dos propuestas son excelentes y espero por el bien de Guatemala que sean tomadas en cuenta.