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¿Y dónde están las organizaciones de jóvenes?

Redacción
18 de marzo, 2016

Las recientes acciones y foros por parte de diferentes organizaciones de jóvenes, en torno a la Ley Nacional de la Juventud, comienzan a elevar la discusión sobre cómo brindar más oportunidades reales para la juventud guatemalteca.

Según datos del INE, el 70 por ciento de la población tiene menos de 30 años y la población ocupada sobrepasa las 6.13 millones de personas. Sin embargo, únicamente 1.27 millones de personas tienen acceso a seguridad social, lo cual demuestra el alto grado de informalidad que existe en Guatemala. Revisando los datos que nos brinda el Banco Mundial en el estudio Doing Business, en el apartado de regulación del mercado laboral, uno puede encontrar que la rigidez laboral y los altos costos de despido, limitan la creación de nuevos empleos formales en el país. Ecuador y Guatemala son los países en Latinoamérica con los costos de despido más altos (tiene un costo para el empleador de 54 y 50 semanas de salario, despedir a una persona que ha trabajado 10 años y será despedido por recortes presupuestarios).

Estos mismos datos, comparados con países que crean muchos empleos, especialmente en el sector de servicios, representan un costo de cero para el empleador, como es el caso de Estados Unidos, Noruega, Suecia o Dinamarca. Países que tienen una alta presencia e injerencia en temas relacionados a promover un estricto cumplimiento de los principios rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos, pero que saben que la eficiencia y la falta de oportunidades de la juventud, no se pueden reducir a costa de mantener regulaciones que hacen más difícil que la empresa prospere y genere nuevas oportunidades de trabajo.

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Incluso en el caso de Latinoamérica, países como Brasil, Perú y Nicaragua, han realizado reformas importantes en sus códigos de trabajo, para reducir el costo de despedir a una persona por razones económicas, en las cuales las empresas muchas veces deben reestructurarse para poder sobrevivir.

Ahora bien, en Guatemala ¿por qué no se ha exigido una reforma al Código de Trabajo que permita mayor flexibilidad y reducir los altos costos de despido? Las organizaciones de jóvenes, que deberían estar velando por mejorar las condiciones para nuestra juventud, se han pasado horas discutiendo una Ley Nacional de la Juventud que en la práctica no les brindará oportunidades y han puesto poca o casi ninguna atención, a los problemas que tiene el país para crear nuevas plazas de trabajo. En promedio en los últimos 4 años, en Guatemala se han creado únicamente 29,483 empleos formales por año. Necesitamos que las organizaciones de jóvenes vean con urgencia el tema laboral. @jczapata_s

¿Y dónde están las organizaciones de jóvenes?

Redacción
18 de marzo, 2016

Las recientes acciones y foros por parte de diferentes organizaciones de jóvenes, en torno a la Ley Nacional de la Juventud, comienzan a elevar la discusión sobre cómo brindar más oportunidades reales para la juventud guatemalteca.

Según datos del INE, el 70 por ciento de la población tiene menos de 30 años y la población ocupada sobrepasa las 6.13 millones de personas. Sin embargo, únicamente 1.27 millones de personas tienen acceso a seguridad social, lo cual demuestra el alto grado de informalidad que existe en Guatemala. Revisando los datos que nos brinda el Banco Mundial en el estudio Doing Business, en el apartado de regulación del mercado laboral, uno puede encontrar que la rigidez laboral y los altos costos de despido, limitan la creación de nuevos empleos formales en el país. Ecuador y Guatemala son los países en Latinoamérica con los costos de despido más altos (tiene un costo para el empleador de 54 y 50 semanas de salario, despedir a una persona que ha trabajado 10 años y será despedido por recortes presupuestarios).

Estos mismos datos, comparados con países que crean muchos empleos, especialmente en el sector de servicios, representan un costo de cero para el empleador, como es el caso de Estados Unidos, Noruega, Suecia o Dinamarca. Países que tienen una alta presencia e injerencia en temas relacionados a promover un estricto cumplimiento de los principios rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos, pero que saben que la eficiencia y la falta de oportunidades de la juventud, no se pueden reducir a costa de mantener regulaciones que hacen más difícil que la empresa prospere y genere nuevas oportunidades de trabajo.

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Incluso en el caso de Latinoamérica, países como Brasil, Perú y Nicaragua, han realizado reformas importantes en sus códigos de trabajo, para reducir el costo de despedir a una persona por razones económicas, en las cuales las empresas muchas veces deben reestructurarse para poder sobrevivir.

Ahora bien, en Guatemala ¿por qué no se ha exigido una reforma al Código de Trabajo que permita mayor flexibilidad y reducir los altos costos de despido? Las organizaciones de jóvenes, que deberían estar velando por mejorar las condiciones para nuestra juventud, se han pasado horas discutiendo una Ley Nacional de la Juventud que en la práctica no les brindará oportunidades y han puesto poca o casi ninguna atención, a los problemas que tiene el país para crear nuevas plazas de trabajo. En promedio en los últimos 4 años, en Guatemala se han creado únicamente 29,483 empleos formales por año. Necesitamos que las organizaciones de jóvenes vean con urgencia el tema laboral. @jczapata_s