Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

La menopausia no es una enfermedad

Redacción
19 de marzo, 2016

La mujer llega a la menopausia a partir de los 50 años en promedio, algunas antes algunas después; se produce por la disminución de la producción de las hormonas ováricas, estrógeno y progesterona. Se caracteriza porque la mujer ya no presenta menstruación, tiene cambios de humor, tiene sofocos que son aumentos en la sensación de calor corporal, ante todo en la parte de la cintura hacia la cabeza, sudoración nocturna, dificultad para dormir, resequedad vaginal, encanecimiento de cabello, cambios en el peso, pero también hay cambios corporales que no se ven a simple vista, como osteoporosis (disminución de la densidad mineral ósea de los huesos), aumento en la producción de colesterol y triglicéridos, perdida de la masa muscular, disminución del deseo sexual, dificultad para concentrarse, aumento en el olvido de las cosas y cierto grado de depresión.

Una situación muy incómoda es la relación con el esposo ya que debido a la resequedad vaginal hay dificultad para tener relaciones sexuales, lo que molesta a los esposos, ya que el hombre tiene capacidad de tener relaciones sexuales incluso mas allá de los 70 años, pero una mujer de 50 años que siente dolor, resequedad, ardor, perdida involuntaria de orina pues no tendrá deseos de tener relación sexual, además la resequedad vaginal aumenta las infecciones vaginales y del tracto urinario, ya que la orina se escapa fácilmente al toser, reír, correr o estornudar debido al debilitamiento de los músculos de la vejiga urinaria. Esto provoca crisis matrimoniales, máximo en países como Guatemala en donde el machismo es muy marcado y no se da la información pertinente para que los esposos comprendan esta delicada etapa en la vida de la mujer. Si no se logra que los esposos entiendan el desarrollo y manejo de la menopausia, seguiremos viendo divorcios e infidelidad en esta etapa de la mujer, lo que provoca mayor depresión y tristeza en la mujer menopáusica, ya que no desea levantarse, ni arreglarse ni salir a pasear y cuando recibe visitas se nota su incomodidad y mal humor, a lo que muchos esposos tienden a insultarlas con palabras como ´´vieja loca´´ algo que es completamente intolerables desde el punto de vista médico y es parte de la violencia intrafamiliar que la mujer menopáusica vive a diario.

Con respecto a la relación con los hijos esta se vuelve muy difícil ya que los hijos de entre 20 y 30 años no comprenden porqué la madre anda tan decaída, deprimida, sin deseos de pasear, ni de hacer comida, con tendencia al llanto y muchas veces mal carácter que lleva a peleas familiares que afectan la relación familiar incluso con los nietos, ya que muchas mujeres menopáusicas cuidan a sus nietos en lo que sus hijos trabajan, situación que se hace muy difícil porque los niños por sus tiernas edades son muy activos y la mujer menopáusica presenta perdida en su actividad física, lo que le hace difícil poder controlar a sus nietos.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Con respecto al aspecto socio económico, se da el fenómeno de que ya no encuentran trabajo, lo que las vuelve dependientes del esposo o de los hijos en su defecto , lo que les da la sensación de inutilidad y más depresión por no ser económicamente productivas. Y tomando en cuenta que los esposos también tiene dificultad en conseguir o mantener un trabajo a esas edades, se dan crisis económicas en la pareja y los hijos no pueden ayudarles por los bajos salarios y sus respectivas responsabilidades.

¿Qué se puede hacer?

Lo más importante es entender que la menopausia es un proceso natural que le dará a todas y cada una de las mujeres del mundo, entender que tiene tratamiento pero que va de la mano con la consejería familiar para que esposos e hijos entiendan cuál es su papel en el apoyo a la mujer menopáusica. Debe consultarse con un ginecólogo especializado en el tema, que dicte el protocolo de manejo sobre tratamiento médico que es la Terapia de Restitución Hormonal (TRH), la dieta, el ejercicio y el apoyo emocional que debe ser brindado por los miembros de la familia.

La TRH se basa en darle estrógenos y progesterona tomada, inyectada o en parche para rejuvenecer física, sexual y mentalmente a la mujer habiendo determinado cuál paciente puede y cuál no puede tomar TRH, además el reforzamiento óseo con calcio mas vitamina D y Alendronato (semanal) ó Ibandronato (mensual) para tratar la osteoporosis, revertirla y disminuir la incidencia de fracturas óseas, ante todo la temible fractura de cadera.

La dieta debe evitar grasas, pan de manteca y francés, lácteos ya que se relacionan a osteoporosis y aumento de colesterol y triglicéridos; se puede tomar leche de soya y la crema, queso, mayonesa y mantequilla debe ser light, de preferencia enriquecida con Omega 3; se debe consumir abundante pasta, evitando agregarle crema, queso, tocino, etc. que es lo que realmente engorda; se debe beber suficiente agua o frescos naturales con poca azúcar y disminuir el consumo de sal o cambiarla por sal marina; evitar aguas gaseosas pues aumentan la osteoporosis y la formación de cálculos renales.

El ejercicio es básico para mantener tendones, músculos y huesos fuertes, disminuir el colesterol, favorecer la actividad cardiovascular y el flujo cerebral, estimula la sed, lo que obliga a beber más líquidos y libera endorfinas que dan alegría y mejoran la actitud ante la vida. Se puede hacer neuróbica, que se basa en que la gente zurda utilice más su lado derecho para peinarse, lavarse los dientes, escribir, etc. Lo cual mejora el hemisferio cerebral no dominante, disminuyendo la producción de proteínas tóxicas que se relacionan al Alzheimer y lo contrario para las personas derechas.

La menopausia no es el final de la vida, es el comienzo de una etapa maravillosa de sabiduría y experiencia que compartida con la familia es un hermoso legado.

La menopausia no es una enfermedad

Redacción
19 de marzo, 2016

La mujer llega a la menopausia a partir de los 50 años en promedio, algunas antes algunas después; se produce por la disminución de la producción de las hormonas ováricas, estrógeno y progesterona. Se caracteriza porque la mujer ya no presenta menstruación, tiene cambios de humor, tiene sofocos que son aumentos en la sensación de calor corporal, ante todo en la parte de la cintura hacia la cabeza, sudoración nocturna, dificultad para dormir, resequedad vaginal, encanecimiento de cabello, cambios en el peso, pero también hay cambios corporales que no se ven a simple vista, como osteoporosis (disminución de la densidad mineral ósea de los huesos), aumento en la producción de colesterol y triglicéridos, perdida de la masa muscular, disminución del deseo sexual, dificultad para concentrarse, aumento en el olvido de las cosas y cierto grado de depresión.

Una situación muy incómoda es la relación con el esposo ya que debido a la resequedad vaginal hay dificultad para tener relaciones sexuales, lo que molesta a los esposos, ya que el hombre tiene capacidad de tener relaciones sexuales incluso mas allá de los 70 años, pero una mujer de 50 años que siente dolor, resequedad, ardor, perdida involuntaria de orina pues no tendrá deseos de tener relación sexual, además la resequedad vaginal aumenta las infecciones vaginales y del tracto urinario, ya que la orina se escapa fácilmente al toser, reír, correr o estornudar debido al debilitamiento de los músculos de la vejiga urinaria. Esto provoca crisis matrimoniales, máximo en países como Guatemala en donde el machismo es muy marcado y no se da la información pertinente para que los esposos comprendan esta delicada etapa en la vida de la mujer. Si no se logra que los esposos entiendan el desarrollo y manejo de la menopausia, seguiremos viendo divorcios e infidelidad en esta etapa de la mujer, lo que provoca mayor depresión y tristeza en la mujer menopáusica, ya que no desea levantarse, ni arreglarse ni salir a pasear y cuando recibe visitas se nota su incomodidad y mal humor, a lo que muchos esposos tienden a insultarlas con palabras como ´´vieja loca´´ algo que es completamente intolerables desde el punto de vista médico y es parte de la violencia intrafamiliar que la mujer menopáusica vive a diario.

Con respecto a la relación con los hijos esta se vuelve muy difícil ya que los hijos de entre 20 y 30 años no comprenden porqué la madre anda tan decaída, deprimida, sin deseos de pasear, ni de hacer comida, con tendencia al llanto y muchas veces mal carácter que lleva a peleas familiares que afectan la relación familiar incluso con los nietos, ya que muchas mujeres menopáusicas cuidan a sus nietos en lo que sus hijos trabajan, situación que se hace muy difícil porque los niños por sus tiernas edades son muy activos y la mujer menopáusica presenta perdida en su actividad física, lo que le hace difícil poder controlar a sus nietos.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Con respecto al aspecto socio económico, se da el fenómeno de que ya no encuentran trabajo, lo que las vuelve dependientes del esposo o de los hijos en su defecto , lo que les da la sensación de inutilidad y más depresión por no ser económicamente productivas. Y tomando en cuenta que los esposos también tiene dificultad en conseguir o mantener un trabajo a esas edades, se dan crisis económicas en la pareja y los hijos no pueden ayudarles por los bajos salarios y sus respectivas responsabilidades.

¿Qué se puede hacer?

Lo más importante es entender que la menopausia es un proceso natural que le dará a todas y cada una de las mujeres del mundo, entender que tiene tratamiento pero que va de la mano con la consejería familiar para que esposos e hijos entiendan cuál es su papel en el apoyo a la mujer menopáusica. Debe consultarse con un ginecólogo especializado en el tema, que dicte el protocolo de manejo sobre tratamiento médico que es la Terapia de Restitución Hormonal (TRH), la dieta, el ejercicio y el apoyo emocional que debe ser brindado por los miembros de la familia.

La TRH se basa en darle estrógenos y progesterona tomada, inyectada o en parche para rejuvenecer física, sexual y mentalmente a la mujer habiendo determinado cuál paciente puede y cuál no puede tomar TRH, además el reforzamiento óseo con calcio mas vitamina D y Alendronato (semanal) ó Ibandronato (mensual) para tratar la osteoporosis, revertirla y disminuir la incidencia de fracturas óseas, ante todo la temible fractura de cadera.

La dieta debe evitar grasas, pan de manteca y francés, lácteos ya que se relacionan a osteoporosis y aumento de colesterol y triglicéridos; se puede tomar leche de soya y la crema, queso, mayonesa y mantequilla debe ser light, de preferencia enriquecida con Omega 3; se debe consumir abundante pasta, evitando agregarle crema, queso, tocino, etc. que es lo que realmente engorda; se debe beber suficiente agua o frescos naturales con poca azúcar y disminuir el consumo de sal o cambiarla por sal marina; evitar aguas gaseosas pues aumentan la osteoporosis y la formación de cálculos renales.

El ejercicio es básico para mantener tendones, músculos y huesos fuertes, disminuir el colesterol, favorecer la actividad cardiovascular y el flujo cerebral, estimula la sed, lo que obliga a beber más líquidos y libera endorfinas que dan alegría y mejoran la actitud ante la vida. Se puede hacer neuróbica, que se basa en que la gente zurda utilice más su lado derecho para peinarse, lavarse los dientes, escribir, etc. Lo cual mejora el hemisferio cerebral no dominante, disminuyendo la producción de proteínas tóxicas que se relacionan al Alzheimer y lo contrario para las personas derechas.

La menopausia no es el final de la vida, es el comienzo de una etapa maravillosa de sabiduría y experiencia que compartida con la familia es un hermoso legado.