El Índice de Desempeño Ambiental (EPI), liderado por distintos programas de la Universidad de Yale y de la Universidad de Columbia y con el apoyo de el Foro Económico Mundial, intenta medir el desempeño ambiental de 180 países a través de distintos indicadores, para facilitar la creación de políticas y agendas de desarrollo sostenible. Aunque el índice lleva 15 años de existencia, los cambios climáticos y la propagación de nuevas plagas y enfermedades, conjunto con la creación de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por las Naciones Unidas, lo hacen más pertinente aún en las agendas de trabajo.
El EPI incluye 20 indicadores que pertenecen a 9 áreas de enfoque, basados en la medición de niveles de protección a la salud humana y a los ecosistemas. Estos siendo los siguientes: 1) Impactos a la salud 2) Calidad del aire 3) Saneamiento del agua 4) Recursos de agua 5) Agricultura 6) Bosques 7) Pesca 8) Biodiversidad y hábitat 9) Clima y energía.
Guatemala obtuvo una calificación de 69.64 sobre 100, poniéndolo en la posición 88 de 180 países evaluados. En los últimos diez años ha tenido una tendencia de crecimiento del 20.51% en el ranking, sin embargo todavía esta rezagado en comparación a otros países de Latinoamérica. De estos 18 países, Costa Rica fue el mejor evaluado con una calificación de 80.33 y en el puesto 42 y tan solo Ecuador, Honduras, Nicaragua y El Salvador obtuvieron valoraciones mas bajas que Guatemala.
La pesca y los bosques fueron las dos áreas en donde peor calificó Guatemala; el indicador de esta primera mide la proporción de pesca de un país que proviene de la sobreexplotación o de reservas de peces colapsadas y el indicador de la segunda mide perdidas en áreas con más de 30 porciento de cobertura forestal. Por el otro lado, el país salió comparativamente bien evaluado en clima y energía, cuyos indicadores miden los esfuerzos por reducir emisiones de dióxido de carbono.
Guatemala es un país en vías de desarrollo, que debe trabajar en crear instituciones concretas y transparentes así como agendas de trabajo inclusivas y validadas. Sin embargo, los nuevos problemas climáticos y ambientales que continúan incrementando a nivel global, hacen un llamado a también trabajar en cambios integrales sostenibles aún en países subdesarrollados. Se han empezado a observar consecuencias del descuido ambiental en el país, la propagación de las cianobacterias en el Lago de Atitlán, las cuales han reducido gran parte del ecosistema acuático y contaminado a residentes de comunidades cercanas, es tan solo uno de estos ejemplos.
Iniciativas enfocadas en el futuro del país y el de sus generaciones, deberán incluir la protección de ecosistemas y recursos naturales; empresas y la sociedad civil deberán ser educados y posteriormente regulados en estos temas, para una mayor calidad y esperanza de vida de todos los habitantes del planeta.
(Fuente: http://epi.yale.edu/country-rankings)
El Índice de Desempeño Ambiental (EPI), liderado por distintos programas de la Universidad de Yale y de la Universidad de Columbia y con el apoyo de el Foro Económico Mundial, intenta medir el desempeño ambiental de 180 países a través de distintos indicadores, para facilitar la creación de políticas y agendas de desarrollo sostenible. Aunque el índice lleva 15 años de existencia, los cambios climáticos y la propagación de nuevas plagas y enfermedades, conjunto con la creación de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por las Naciones Unidas, lo hacen más pertinente aún en las agendas de trabajo.
El EPI incluye 20 indicadores que pertenecen a 9 áreas de enfoque, basados en la medición de niveles de protección a la salud humana y a los ecosistemas. Estos siendo los siguientes: 1) Impactos a la salud 2) Calidad del aire 3) Saneamiento del agua 4) Recursos de agua 5) Agricultura 6) Bosques 7) Pesca 8) Biodiversidad y hábitat 9) Clima y energía.
Guatemala obtuvo una calificación de 69.64 sobre 100, poniéndolo en la posición 88 de 180 países evaluados. En los últimos diez años ha tenido una tendencia de crecimiento del 20.51% en el ranking, sin embargo todavía esta rezagado en comparación a otros países de Latinoamérica. De estos 18 países, Costa Rica fue el mejor evaluado con una calificación de 80.33 y en el puesto 42 y tan solo Ecuador, Honduras, Nicaragua y El Salvador obtuvieron valoraciones mas bajas que Guatemala.
La pesca y los bosques fueron las dos áreas en donde peor calificó Guatemala; el indicador de esta primera mide la proporción de pesca de un país que proviene de la sobreexplotación o de reservas de peces colapsadas y el indicador de la segunda mide perdidas en áreas con más de 30 porciento de cobertura forestal. Por el otro lado, el país salió comparativamente bien evaluado en clima y energía, cuyos indicadores miden los esfuerzos por reducir emisiones de dióxido de carbono.
Guatemala es un país en vías de desarrollo, que debe trabajar en crear instituciones concretas y transparentes así como agendas de trabajo inclusivas y validadas. Sin embargo, los nuevos problemas climáticos y ambientales que continúan incrementando a nivel global, hacen un llamado a también trabajar en cambios integrales sostenibles aún en países subdesarrollados. Se han empezado a observar consecuencias del descuido ambiental en el país, la propagación de las cianobacterias en el Lago de Atitlán, las cuales han reducido gran parte del ecosistema acuático y contaminado a residentes de comunidades cercanas, es tan solo uno de estos ejemplos.
Iniciativas enfocadas en el futuro del país y el de sus generaciones, deberán incluir la protección de ecosistemas y recursos naturales; empresas y la sociedad civil deberán ser educados y posteriormente regulados en estos temas, para una mayor calidad y esperanza de vida de todos los habitantes del planeta.
(Fuente: http://epi.yale.edu/country-rankings)