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Ecuador y Guatemala – hechos históricos compartidos QUE SON poco conocidos

Alfonso Muralles
26 de abril, 2016

Los primeros contactos entre las regiones que hoy denominamos Guatemala y Ecuador deben haberse dado en tiempos pre-colombinos. Es evidente que productos agrícolas como el maíz y la papa fueron y vinieron pasando por rutas que suponemos pudieron haber combinado recorridos por tierra y mar. Sin embargo, ante los escasos registros arqueológicos de este intercambio, comencemos con el primer contacto durante la dominación española, que conocemos.

Pedro de Alvarado, el “Conquistador” de Guatemala y El Salvador quien, según el Cronista Bernal Díaz del Castillo, era el más cruel y sanguinario de los lugartenientes de Hernán Cortés, se desencanta al no encontrar minerales preciosos como el oro y la plata en sus recién conquistadas tierras, ahora suyas por ser el “Adelantado”. Desprecia el jade y la obsidiana. Así que motivado por su gran ambición, decide armar flota en Iztapa, puerto que construye en el Mar del Sur, de donde zarpa en búsqueda de El Dorado.

Al llegar a las costas de lo que hoy es Ecuador, en sus primeras exploraciones de los Andes, Alvarado se encuentra con que en la región ya hay un adelantado y es así como Diego de Almagro lo enfrenta y lo devuelve, con la mínima flota necesaria, de regreso a Guatemala. Se estima que quedaron a su suerte unos 600 Cackchiqueles en la región de Esmeraldas, precisamente la región hoy padeciendo por los violentos sismos. La música de la Marimba Esmeraldeña, declarada Patrimonio Intangible de la Humanidad por la UNESCO, debe tener un poco de Maya.

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Un par de siglos más tarde, al irse consolidando la estructura colonial española, con los virreinatos y las capitanías generales, la producción artística de los imagineros guatemaltecos ganará fama y prestigio continental. Fuera de las iglesias de la Antigua y Nueva Guatemala, son las de Quito en las que mejor se conservan y valoran estas obras de arte, en términos cuaresmales, todas veneradas y consagradas imágenes de culto. Hay que recordar que en el apogeo del Virreinato de Perú, en el siglo XVII, Lima era el Palacio, Quito era la Catedral, Bogotá la Universidad y Caracas el cuartel.

Otro par de siglos más delante, ya en calidad de repúblicas independientes, compartiendo ideales panamericanistas, se da otro encuentro. Ante la persecución de intelectuales que se desata en Guatemala a finales de junio de 1954, tres embajadas les abrieron las puertas para el asilo: México, Argentina y Ecuador. El presidente ecuatoriano, José María Velasco, envía un avión por los setenta y tantos asilados guatemaltecos que buscaron refugio en su sede diplomática. Entre ellos va Oscar Vargas Romero, educador y músico especializado en dirección coral, quien durante los gobiernos de Juan José Arévalo y Juan Jacobo Arbenz propuso, fundó y dirigió la Dirección de Educación Estética y la Dirección General de Cultura y Bellas Artes. Ya en Ecuador ejerció su labor musical en la Casa de la Cultura Ecuatoriana y otras instituciones educativas y culturales. Interrumpió brevemente su exilio cuando volvió a Guatemala para recibir del Coro de la Universidad de San Carlos la dedicación del Festival de Música Coral de 1978.

Que estos ejemplos de manifestaciones culturales compartidas que hermanan nuestros pueblos, sirvan para atender y apoyar los llamados a la solidaridad con el pueblo ecuatoriano cuando enfrenta las consecuencias de un terremoto, tanto en la emergencia inicial que aún vive, como en la posterior tarea de reconstrucción. La Embajada de Ecuador en Guatemala es el mejor medio.

Ecuador y Guatemala – hechos históricos compartidos QUE SON poco conocidos

Alfonso Muralles
26 de abril, 2016

Los primeros contactos entre las regiones que hoy denominamos Guatemala y Ecuador deben haberse dado en tiempos pre-colombinos. Es evidente que productos agrícolas como el maíz y la papa fueron y vinieron pasando por rutas que suponemos pudieron haber combinado recorridos por tierra y mar. Sin embargo, ante los escasos registros arqueológicos de este intercambio, comencemos con el primer contacto durante la dominación española, que conocemos.

Pedro de Alvarado, el “Conquistador” de Guatemala y El Salvador quien, según el Cronista Bernal Díaz del Castillo, era el más cruel y sanguinario de los lugartenientes de Hernán Cortés, se desencanta al no encontrar minerales preciosos como el oro y la plata en sus recién conquistadas tierras, ahora suyas por ser el “Adelantado”. Desprecia el jade y la obsidiana. Así que motivado por su gran ambición, decide armar flota en Iztapa, puerto que construye en el Mar del Sur, de donde zarpa en búsqueda de El Dorado.

Al llegar a las costas de lo que hoy es Ecuador, en sus primeras exploraciones de los Andes, Alvarado se encuentra con que en la región ya hay un adelantado y es así como Diego de Almagro lo enfrenta y lo devuelve, con la mínima flota necesaria, de regreso a Guatemala. Se estima que quedaron a su suerte unos 600 Cackchiqueles en la región de Esmeraldas, precisamente la región hoy padeciendo por los violentos sismos. La música de la Marimba Esmeraldeña, declarada Patrimonio Intangible de la Humanidad por la UNESCO, debe tener un poco de Maya.

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Un par de siglos más tarde, al irse consolidando la estructura colonial española, con los virreinatos y las capitanías generales, la producción artística de los imagineros guatemaltecos ganará fama y prestigio continental. Fuera de las iglesias de la Antigua y Nueva Guatemala, son las de Quito en las que mejor se conservan y valoran estas obras de arte, en términos cuaresmales, todas veneradas y consagradas imágenes de culto. Hay que recordar que en el apogeo del Virreinato de Perú, en el siglo XVII, Lima era el Palacio, Quito era la Catedral, Bogotá la Universidad y Caracas el cuartel.

Otro par de siglos más delante, ya en calidad de repúblicas independientes, compartiendo ideales panamericanistas, se da otro encuentro. Ante la persecución de intelectuales que se desata en Guatemala a finales de junio de 1954, tres embajadas les abrieron las puertas para el asilo: México, Argentina y Ecuador. El presidente ecuatoriano, José María Velasco, envía un avión por los setenta y tantos asilados guatemaltecos que buscaron refugio en su sede diplomática. Entre ellos va Oscar Vargas Romero, educador y músico especializado en dirección coral, quien durante los gobiernos de Juan José Arévalo y Juan Jacobo Arbenz propuso, fundó y dirigió la Dirección de Educación Estética y la Dirección General de Cultura y Bellas Artes. Ya en Ecuador ejerció su labor musical en la Casa de la Cultura Ecuatoriana y otras instituciones educativas y culturales. Interrumpió brevemente su exilio cuando volvió a Guatemala para recibir del Coro de la Universidad de San Carlos la dedicación del Festival de Música Coral de 1978.

Que estos ejemplos de manifestaciones culturales compartidas que hermanan nuestros pueblos, sirvan para atender y apoyar los llamados a la solidaridad con el pueblo ecuatoriano cuando enfrenta las consecuencias de un terremoto, tanto en la emergencia inicial que aún vive, como en la posterior tarea de reconstrucción. La Embajada de Ecuador en Guatemala es el mejor medio.