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Los Papeles Panamá y Sus Repercusiones

Redacción
06 de abril, 2016

La filtración masiva de documentos (alrededor de 11.5 millones) de la firma panameña Mossack Fonseca, conocida como los “Panama Papers” o “Papeles Panamá”, que expuso un entramado de compañías y cuentas “offshore”, ha desatado un sinnúmero de reacciones y un gran revuelo a nivel mundial. Y no es para menos, debido al alto perfil de muchos de los implicados y las consecuencias políticas, jurídicas, financieras e incluso sociales que de esto pueda generarse.

De botepronto, parecería que los Papeles Panamá tendrán repercusiones más profundas que los “Wikileaks” de Julian Assange y las filtraciones de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés) de Edward Snowden. Con las primeras filtraciones, ya tenemos la renuncia del ex Primer Ministro islandés Sigmundur David Gunnlaugsson y diversos escándalos alrededor del mundo. Solamente el tiempo dirá si las implicaciones conllevan más renuncias de dirigentes políticos, investigaciones y sentencias criminales de implicados y la aplicación de regulaciones financieras para este tipo de esquemas.

El caso guatemalteco es llamativo especialmente por ocupar el sexto lugar en el ranking en cuanto a país de origen de los clientes de la firma. Adicionalmente, se confirman redes de lavado de dineros de Marllory Chacón, narcotraficante conocida como la “Reina del Sur” y sus vínculos con el abogado asesinado en 2015, Francisco Palomo así como con bancos del sistema.

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Más allá de lo anterior, encuentro preocupante ciertas aristas propias con la reacción popular y virtualmente unánime que domina el debate en relación a los Papeles Panamá, especialmente la de mezclar y homogeneizar todos los casos y prácticas generadas de esta filtración de documentos.

Efectivamente, los Papeles Panamá exponen varios entramados y redes de corrupción, algunas relacionadas con crímenes aún más serios como el tráfico de influencias, armas, narcos e incluso prostitución. Adicionalmente, se exponen diversos casos de evasión y elusión fiscal (lo primero constituye delito, lo segundo no), haciendo de esta filtración la tormenta perfecta para colocar, en un mismo saco a jefes de Estado y gobierno, ministros y otros políticos, narcotraficantes, atletas profesionales, empresarios y ciudadanos particulares. Bajo esta visión, riquezas obtenidas y gestionadas de manera lícita se mezclan indistintamente con aquellas ilícitas –todo para continuar con la satanización del concepto de riqueza, patrimonio y, ultimadamente, capitalismo (aunque muchos de los casos no sean ejemplos de mercantilismo).

Enfatizo que lo anterior no es una apología del delito pero un llamado a la mesura frente a reacciones simplistas que rozan en lo amarillista. Aquellos que hayan incurrido en delitos como el lavado de dinero para gestionar fondos obtenidos de manera ilícita deben ser investigados de manera correspondiente. Sin embargo, en esta, como muchas otras dinámicas similares, justos terminan pagando por pecadores al satanizar prácticas legales como el de tener dinero en el extranjero con el fin de proteger de presiones inflacionarias, monetarias y confiscatorias a patrimonios lícitos y hacerlo por vías legales.

¿Cómo realizar una mejor lectura de los Papeles Panamá? Realicemos un esfuerzo por diferenciar los casos delictivos de aquellos que se realizan dentro del marco legal, evitando así generalizaciones perversas.

Jorge V. Ávila Prera

@jorgeavilaprera

Los Papeles Panamá y Sus Repercusiones

Redacción
06 de abril, 2016

La filtración masiva de documentos (alrededor de 11.5 millones) de la firma panameña Mossack Fonseca, conocida como los “Panama Papers” o “Papeles Panamá”, que expuso un entramado de compañías y cuentas “offshore”, ha desatado un sinnúmero de reacciones y un gran revuelo a nivel mundial. Y no es para menos, debido al alto perfil de muchos de los implicados y las consecuencias políticas, jurídicas, financieras e incluso sociales que de esto pueda generarse.

De botepronto, parecería que los Papeles Panamá tendrán repercusiones más profundas que los “Wikileaks” de Julian Assange y las filtraciones de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés) de Edward Snowden. Con las primeras filtraciones, ya tenemos la renuncia del ex Primer Ministro islandés Sigmundur David Gunnlaugsson y diversos escándalos alrededor del mundo. Solamente el tiempo dirá si las implicaciones conllevan más renuncias de dirigentes políticos, investigaciones y sentencias criminales de implicados y la aplicación de regulaciones financieras para este tipo de esquemas.

El caso guatemalteco es llamativo especialmente por ocupar el sexto lugar en el ranking en cuanto a país de origen de los clientes de la firma. Adicionalmente, se confirman redes de lavado de dineros de Marllory Chacón, narcotraficante conocida como la “Reina del Sur” y sus vínculos con el abogado asesinado en 2015, Francisco Palomo así como con bancos del sistema.

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Más allá de lo anterior, encuentro preocupante ciertas aristas propias con la reacción popular y virtualmente unánime que domina el debate en relación a los Papeles Panamá, especialmente la de mezclar y homogeneizar todos los casos y prácticas generadas de esta filtración de documentos.

Efectivamente, los Papeles Panamá exponen varios entramados y redes de corrupción, algunas relacionadas con crímenes aún más serios como el tráfico de influencias, armas, narcos e incluso prostitución. Adicionalmente, se exponen diversos casos de evasión y elusión fiscal (lo primero constituye delito, lo segundo no), haciendo de esta filtración la tormenta perfecta para colocar, en un mismo saco a jefes de Estado y gobierno, ministros y otros políticos, narcotraficantes, atletas profesionales, empresarios y ciudadanos particulares. Bajo esta visión, riquezas obtenidas y gestionadas de manera lícita se mezclan indistintamente con aquellas ilícitas –todo para continuar con la satanización del concepto de riqueza, patrimonio y, ultimadamente, capitalismo (aunque muchos de los casos no sean ejemplos de mercantilismo).

Enfatizo que lo anterior no es una apología del delito pero un llamado a la mesura frente a reacciones simplistas que rozan en lo amarillista. Aquellos que hayan incurrido en delitos como el lavado de dinero para gestionar fondos obtenidos de manera ilícita deben ser investigados de manera correspondiente. Sin embargo, en esta, como muchas otras dinámicas similares, justos terminan pagando por pecadores al satanizar prácticas legales como el de tener dinero en el extranjero con el fin de proteger de presiones inflacionarias, monetarias y confiscatorias a patrimonios lícitos y hacerlo por vías legales.

¿Cómo realizar una mejor lectura de los Papeles Panamá? Realicemos un esfuerzo por diferenciar los casos delictivos de aquellos que se realizan dentro del marco legal, evitando así generalizaciones perversas.

Jorge V. Ávila Prera

@jorgeavilaprera