Lo cierto es que este “despertar ciudadano” llama poderosamente mi atención debido a la fuerza que le concedió a los medios de comunicación para ser puentes informativos y plataformas de expresión. Antes de que todas éstas situaciones en el gobierno se dieran, muchos guatemaltecos ya ejercían pensamiento crítico sobre temas que involucraban el desenvolvimiento social y cultural del país. Pero para ser sinceros, la mayoría de nosotros no estábamos acostumbrados a ser tan “prejuiciosos” con las cosas que sucedían. En resumidas cuentas, dejábamos que nos vieran la cara.

Se escuchaban las clásicas quejas entre los adultos, que no pasaban de comentarse en una comida o el día de las elecciones. Los jóvenes no estaban muy interesados en temas políticos porque les parecían muy distantes y aunque realmente la mayoría de la población estuviera en descontento perpetuo con la condición del país, nadie buscaba oportunidades para expresar su inconformidad públicamente. Nada de esto se hacía, hasta hace poco tiempo que nuestra opinión y nuestras ganas de denunciar experimentaron un empujoncito.

Tenemos que agradecer a las redes sociales, las nuevas tecnologías y el acceso que muchos de nosotros tenemos hoy en día a éstas plataformas, por que gracias a ellas algo en nuestra sociedad cambió. La inmediatez y la libertad que éstas tecnologías nos ofrecen, han desarrollado entre nosotros una cultura de denuncia que antes no existía.

Hoy en día miles de guatemaltecos opinan a través de sus redes sociales el descontento sobre temas políticos y sociales. Y esto, es algo que nuestros abuelos y bisabuelos no tuvieron la dicha de hacer. El mayor impacto se vivió cuando un pequeño grupo de chapines inconformes comenzó a protestar y denunciar lo que estaba pasando en el país. Y la magia sucedió cuando a través de las plataformas interactivas, que son las redes sociales, se pudo convocar a más y más guatemaltecos que se sentían de la misma manera pero que no sabían cómo actuar ante la situación.

Lo que quiero explicar es, que antes podíamos estar inconformes por algo, pero no sabíamos si más personas se sentían igual. Hoy, tenemos la facilidad de exponer nuestras ideas para encontrarnos así con más ciudadanos que se sienten como nosotros y con los cuales podemos unirnos para generar cambios.

Y la mejor parte, es que no estamos usando las redes sociales sólo para denunciar, discutir y unirnos para luchar por un cambio en el ámbito político. Sino que finalmente estamos encontrando la manera correcta de promover nuestros derechos como ciudadanos, ya que las leyes en nuestro país nos protegen poco. Me refiero aquí a las publicaciones en donde las personas manifiestan su descontento con empresas o negocios que les brindaron un mal trato o un mal servicio por diversas razones. Por que de ésta manera, otros pueden reconocer el mal actuar de éstas instituciones y así podemos demandar, como masa, más respeto por los consumidores. También están las publicaciones que nos avisan de robos en determinadas áreas, de personas con malas intenciones o de técnicas que se están utilizando para afectarnos.

Las redes sociales están sirviéndonos cada día más para crear fuerza entre ciudadanos. Y creo firmemente que éste poder crecerá aún más. La invitación es para que disfrute de éstas plataformas en gustos personales, pero que también las use como un medio para denunciar, advertir, expresar o compartir información. La cultura de denuncia por los ciudadanos, a través de las redes sociales, nos conviene para cuidarnos entre nosotros. ¡Sea parte de ella!