De nuevo en Guatemala los últimos acontecimientos ponen a disposición de los jueces competentes a ex funcionarios claves del gobierno del Partido Patriota, sindicados de haber cometido delitos de “cuello blanco”, que describen según el Ministerio Publico (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG),  como nuestras autoridades se enriquecían ilícitamente para darse una vida llena de lujos a costa del dinero del pueblo.

Además de eso el ente investigador por mandato constitucional, también presentó antejuicios contra diputados en el ejercicio, por lo mismo, por hacer del dinero de todos  los guatemaltecos un interés propio y no común como debe ser.

Este escenario, trae como consecuencia la indignación de la ciudadanía, que de nuevo lanza un llamado de volver a la plaza, pues no son pocos los escándalos de corrupción destapados y que demuestran lo podrido de nuestro sistema político, con actores sin escrúpulos.

El llamado de regresar a la plaza, ahora coincidió con la captura de ex ministros del Estado del PP involucrados en el caso denominado por las autoridades como, “La Cooperacha”, en donde de nuevo aparecen involucrados el expresidente Otto Pérez Molina y la exvicepresidenta Roxana Baldetti, quienes recibían regalos onerosos, de parte de exministros que sin dudar participaron.

Este caso, se convirtió en el detonante para que los guatemaltecos salieran una vez más a la Plaza de la Constitución, cansados de una clase política que ya rebasó los límites de la tolerancia quedando en la sociedad solo un sentimiento de repudio, y sin temor a equivocarme de indignación, por el actuar de nuestros funcionarios.

Los políticos deben cambiar, de eso no hay duda los manuales políticos de aquellos que ahora enfrentan procesos penales son evidentemente obsoletos y sobre todo debe cambiar el pensamiento de aquellos que llegan de alguna forma a ejercer la administración, son ellos los que deben saber que ya no se puede contar dentro de ese manual político con el capítulo de, ¿cómo hacerse ricos sin esfuerzo y a costillas de los ingresos del pueblo?, ya que eso como estamos viendo trae consecuencias serias.

La nueva generación de políticos debe cambiar, ya que son ellos los que se enfrentan a una gran coyuntura social, en la que se debe tomar en cuenta la preparación y sobre todo el saber, para qué sirve la política.

Pero más allá de que nuestros líderes sepan esto, nosotros como electores, somos responsables también, y por eso la necesidad de realizar un voto consciente del que insisto también se necesita un soporte en la Ley Electoral y de Partidos Políticos, ideal para evitar el financiamiento ilícito que impera en las organizaciones políticas.

Las condiciones se están dando para generar cambios realmente considerables en la sociedad, cambios que tendrán que ver desde ya con la forma de elegir y ser electos para el Organismo Legislativo, las reformas en el sector justicia  ya no pueden esperar más, es inminente que se rebalso la capacidad de este, pues no se tienen las herramientas necesarias para ejercer la justicia pronta y cumplida, los cambios en el ejecutivo deben de ser palpables, con transparencia y efectividad.

Los guatemaltecos deseamos que se den medidas concretas, que nos lleven a ver una sociedad con equidad, prospera para todos con condiciones dignas de vida, en donde el bien común predomine del propio.