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Economía colaborativa requiere flexibilidad

Redacción
17 de junio, 2016

El mundo entero está apenas descubriendo los beneficios de la economía colaborativa (shared economy), en donde el concepto de compartir en vez de poseer, puede ayudar a millones de personas alrededor del mundo a elevar sus ingresos, especialmente en áreas urbanas. Si bien Guatemala es un país en donde la tasa de urbanización es de las que menos ha crecido en los últimos años, representando un 52 por ciento de la población, muchos de los beneficios empezarán a verse en los próximos años como resultado de la implementación de aplicaciones basadas en el concepto de la economía colaborativa.
A mediano plazo, para que los beneficios puedan llegar a más personas, el país debe antes homologar muchas de sus leyes laborales. Temas por ejemplo como la flexibilidad laboral, que permita a una persona trabajar con prestaciones por hora, es uno de los temas más importantes que se debe ratificar, a través de la aprobación en el Congreso de la República de la iniciativa 3416 que pretende aprobar el convenio 175 de la OIT.
Otro de los beneficios en temas de política pública, será la discusión sobre los costos de despido, tal y como está ocurriendo ahora en Francia, en donde hasta el mismo gobierno liderado por el partido socialista, está llevando a cabo una serie de reformas laborales importantes que permitirán reducir los costos de despido, que para el caso de Guatemala, cataloga al país dentro de los 20 países en donde despedir a una persona es de los más caros del mundo, tal y como lo menciona el Índice Doing Business del Banco Mundial.
Los beneficios de la economía colaborativa serán enormes para la población, aplicaciones tales como Uber, Airbnb, Zipcar, entre otras, empiezan a tener ya aplicaciones similares en Guatemala, tal es el caso de Urban Taxi, que permitirá al cliente viajar por subasta inversa. Para que estos beneficios lleguen a más personas y no se vuelvan mecanismos de competencia desleal, el país debe homologar sus leyes laborales a estándares internacionales, en donde los servicios y bienes permitan cada vez más accesibilidad para la población, utilizando la tecnología como medio para llegar directamente del proveedor al cliente.
La revolución digital, la urbanización y el acceso cada vez más rápido, de más guatemaltecos a medios de pago electrónicos, también requiere que exista una mayor apertura por parte de los representantes de los sindicatos estatales tradicionales, para darse cuenta que el mundo está cambiando y que ahora las personas quieren ser parte de un mundo globalizado y gozar de los beneficios de la economía colaborativa, que les permite exportar bienes y servicios desde su computadora y/o teléfono inteligente. @jczapata_s

Economía colaborativa requiere flexibilidad

Redacción
17 de junio, 2016

El mundo entero está apenas descubriendo los beneficios de la economía colaborativa (shared economy), en donde el concepto de compartir en vez de poseer, puede ayudar a millones de personas alrededor del mundo a elevar sus ingresos, especialmente en áreas urbanas. Si bien Guatemala es un país en donde la tasa de urbanización es de las que menos ha crecido en los últimos años, representando un 52 por ciento de la población, muchos de los beneficios empezarán a verse en los próximos años como resultado de la implementación de aplicaciones basadas en el concepto de la economía colaborativa.
A mediano plazo, para que los beneficios puedan llegar a más personas, el país debe antes homologar muchas de sus leyes laborales. Temas por ejemplo como la flexibilidad laboral, que permita a una persona trabajar con prestaciones por hora, es uno de los temas más importantes que se debe ratificar, a través de la aprobación en el Congreso de la República de la iniciativa 3416 que pretende aprobar el convenio 175 de la OIT.
Otro de los beneficios en temas de política pública, será la discusión sobre los costos de despido, tal y como está ocurriendo ahora en Francia, en donde hasta el mismo gobierno liderado por el partido socialista, está llevando a cabo una serie de reformas laborales importantes que permitirán reducir los costos de despido, que para el caso de Guatemala, cataloga al país dentro de los 20 países en donde despedir a una persona es de los más caros del mundo, tal y como lo menciona el Índice Doing Business del Banco Mundial.
Los beneficios de la economía colaborativa serán enormes para la población, aplicaciones tales como Uber, Airbnb, Zipcar, entre otras, empiezan a tener ya aplicaciones similares en Guatemala, tal es el caso de Urban Taxi, que permitirá al cliente viajar por subasta inversa. Para que estos beneficios lleguen a más personas y no se vuelvan mecanismos de competencia desleal, el país debe homologar sus leyes laborales a estándares internacionales, en donde los servicios y bienes permitan cada vez más accesibilidad para la población, utilizando la tecnología como medio para llegar directamente del proveedor al cliente.
La revolución digital, la urbanización y el acceso cada vez más rápido, de más guatemaltecos a medios de pago electrónicos, también requiere que exista una mayor apertura por parte de los representantes de los sindicatos estatales tradicionales, para darse cuenta que el mundo está cambiando y que ahora las personas quieren ser parte de un mundo globalizado y gozar de los beneficios de la economía colaborativa, que les permite exportar bienes y servicios desde su computadora y/o teléfono inteligente. @jczapata_s