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Lecciones de Money Man

Betty Marroquin
19 de junio, 2016

Si no han visto Money Man se las recomiendo. Puntualísima, con lo que estamos viviendo en Guatemala y en el resto del planeta. La película toca algunos elementos que confirman el grado de contradicción, egoísmo, materialismo, ignorancia y avaricia que existe, así como da esperanza que no todo está perdido. Como alguien creyente en el libre mercado, estoy preparada para que salten los amantes del socialismo a decir que es un ejemplo de los males que aquejan el mal llamado “capitalismo” que tanto detestan, mientras bien gozan de sus mieles.

Si bien la película nos demuestra como el dinero por el que algunos trabajamos (los que no vivimos de donaciones que provienen de gente incauta que como nosotros, también trabaja) ha dejado de ser algo tangible como en los tiempos de Bretton Woods, para pasar a ser algo completamente intangible, fútil y frágil, como lo es el mercado cambiario. Es así que también nos demuestra que como viene, se va. Cuando uno comercia en acciones, bonos o securities, uno entra a jugar como “accionista” y está por ende sujeto a las subidas y bajadas en el valor de la inversión. Cuando sube, a nadie le importa porqué subió, lo importante es que subió y uno tiene un dividendo. Ah, pero si baja, si perdemos, entonces queremos saber el porqué. Curiosamente, con frecuencia, la razón por la que se gana o por la que se pierde es la misma. La especulación, la ética o falta de ética, detrás de la transacción que dio fruto o que falló, es la misma. Imagino que en lugares como Nueva York habrá aumentado la seguridad en todos los entes vulnerables que juegan algún role en el subi-baja del mercado cambiario, en caso que algún Kyle se enoje y quiera imitar al del filme.

Todo sistema o ideología será falible, porque es creada por seres humanos y nosotros somos intrínsecamente falibles. Partiendo de esa base lógica y natural, es obvio que existan defectos y virtudes en todos los sistemas. En el mundo mercantilista en que vivimos, porque no es capitalista sino mercantilista (esencialmente por el grado de intervención del Estado), es lógico que se produzcan excesos, se cometan faltas, se viole y se vicie el proceso, pero en general, es el sistema más libre y menos imperfecto, que nos permite crear y hacer lo que deseemos. En un mundo socialista, por el contrario, no se dan esos excesos, pero la corrupción cobra otra forma, y la falta de libertad individual agobia, anula y destruye al individuo. Decida usted que prefiere.

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En Guatemala hemos tenido nuestra versión de lo que acontece en Money Man, en el pasado, con empresas que se metieron en camisas de once varas, perdieron y defraudaron a sus accionistas. Pero no es la norma. Recientemente hemos visto que disguste a quien disguste, irrite a quien irrite, es el sector productivo el mayor contribuyente de impuestos del país. La SAT dijo recientemente, al presentar su informe al Presidente, que en lo que va del año, ha tenido una recaudación tan eficiente que ha disminuido significativamente su déficit, y eso sin contar con la mega paga de Aceros de Guatemala. Esto me trae al punto: el problema no es cuanto recaudamos sino como lo usamos. Si las arcas del Estado son usadas como banca privada de ladrones y aprovechados, tenemos las “lineas” y no tardarán en salir las “curvas” etc. Aunque allí también existe tela que cortar.

Las reglas del juego por ahora no son claras, deseamos libertad para comerciar, inventar, producir y vender. El mercado cambiario es volátil e inestable, ahorrar e invertir en la tierra pareciera que sigue siendo un poco más “seguro” pero uno no puede batear en el mundo productivo sin lidiar con bancos, así que toca saber cómo hacerlo. Creo que con el acceso que existe hoy día a la información, peca quien no aprovecha ese acceso y se informa. Después no se quejen si no hicieron su tarea.
El otro tema que me vino en mente viendo Money Man es el tema de la manipulación extranjera en todo. Me pregunto si en Guatemala no habrá sucedido lo mismo con tanta manifestación quilométrica que vemos, que por días bloquean una mina, que por días bloquean carreteras, etc. Hasta eso cuesta plata, y sería interesante saber de dónde viene. Obviamente a la Cicig y al MP no les interesa averiguarlo, y menos aún al dios de la Avenida la Reforma. Si fuera así, no saldría en fotografías con gente que se sabe perfectamente ha hecho y hace cosas altamente cuestionables y carentes de toda ética.

El punto señores es que toca tener los sentidos alertas y los ojos bien abiertos. Informarse, cuidando también la fuente de esa información. Para formar criterio debemos escuchar ambos lados de la moneda, y todo tiene dos lados, pero confiando en que nuestro sentido común objetivo nos ayude a tomar la mejor decisión. Se lo debemos a nuestros hijos, se lo debemos a Guatemala, y nos lo debemos a nosotros mismos.

Lecciones de Money Man

Betty Marroquin
19 de junio, 2016

Si no han visto Money Man se las recomiendo. Puntualísima, con lo que estamos viviendo en Guatemala y en el resto del planeta. La película toca algunos elementos que confirman el grado de contradicción, egoísmo, materialismo, ignorancia y avaricia que existe, así como da esperanza que no todo está perdido. Como alguien creyente en el libre mercado, estoy preparada para que salten los amantes del socialismo a decir que es un ejemplo de los males que aquejan el mal llamado “capitalismo” que tanto detestan, mientras bien gozan de sus mieles.

Si bien la película nos demuestra como el dinero por el que algunos trabajamos (los que no vivimos de donaciones que provienen de gente incauta que como nosotros, también trabaja) ha dejado de ser algo tangible como en los tiempos de Bretton Woods, para pasar a ser algo completamente intangible, fútil y frágil, como lo es el mercado cambiario. Es así que también nos demuestra que como viene, se va. Cuando uno comercia en acciones, bonos o securities, uno entra a jugar como “accionista” y está por ende sujeto a las subidas y bajadas en el valor de la inversión. Cuando sube, a nadie le importa porqué subió, lo importante es que subió y uno tiene un dividendo. Ah, pero si baja, si perdemos, entonces queremos saber el porqué. Curiosamente, con frecuencia, la razón por la que se gana o por la que se pierde es la misma. La especulación, la ética o falta de ética, detrás de la transacción que dio fruto o que falló, es la misma. Imagino que en lugares como Nueva York habrá aumentado la seguridad en todos los entes vulnerables que juegan algún role en el subi-baja del mercado cambiario, en caso que algún Kyle se enoje y quiera imitar al del filme.

Todo sistema o ideología será falible, porque es creada por seres humanos y nosotros somos intrínsecamente falibles. Partiendo de esa base lógica y natural, es obvio que existan defectos y virtudes en todos los sistemas. En el mundo mercantilista en que vivimos, porque no es capitalista sino mercantilista (esencialmente por el grado de intervención del Estado), es lógico que se produzcan excesos, se cometan faltas, se viole y se vicie el proceso, pero en general, es el sistema más libre y menos imperfecto, que nos permite crear y hacer lo que deseemos. En un mundo socialista, por el contrario, no se dan esos excesos, pero la corrupción cobra otra forma, y la falta de libertad individual agobia, anula y destruye al individuo. Decida usted que prefiere.

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En Guatemala hemos tenido nuestra versión de lo que acontece en Money Man, en el pasado, con empresas que se metieron en camisas de once varas, perdieron y defraudaron a sus accionistas. Pero no es la norma. Recientemente hemos visto que disguste a quien disguste, irrite a quien irrite, es el sector productivo el mayor contribuyente de impuestos del país. La SAT dijo recientemente, al presentar su informe al Presidente, que en lo que va del año, ha tenido una recaudación tan eficiente que ha disminuido significativamente su déficit, y eso sin contar con la mega paga de Aceros de Guatemala. Esto me trae al punto: el problema no es cuanto recaudamos sino como lo usamos. Si las arcas del Estado son usadas como banca privada de ladrones y aprovechados, tenemos las “lineas” y no tardarán en salir las “curvas” etc. Aunque allí también existe tela que cortar.

Las reglas del juego por ahora no son claras, deseamos libertad para comerciar, inventar, producir y vender. El mercado cambiario es volátil e inestable, ahorrar e invertir en la tierra pareciera que sigue siendo un poco más “seguro” pero uno no puede batear en el mundo productivo sin lidiar con bancos, así que toca saber cómo hacerlo. Creo que con el acceso que existe hoy día a la información, peca quien no aprovecha ese acceso y se informa. Después no se quejen si no hicieron su tarea.
El otro tema que me vino en mente viendo Money Man es el tema de la manipulación extranjera en todo. Me pregunto si en Guatemala no habrá sucedido lo mismo con tanta manifestación quilométrica que vemos, que por días bloquean una mina, que por días bloquean carreteras, etc. Hasta eso cuesta plata, y sería interesante saber de dónde viene. Obviamente a la Cicig y al MP no les interesa averiguarlo, y menos aún al dios de la Avenida la Reforma. Si fuera así, no saldría en fotografías con gente que se sabe perfectamente ha hecho y hace cosas altamente cuestionables y carentes de toda ética.

El punto señores es que toca tener los sentidos alertas y los ojos bien abiertos. Informarse, cuidando también la fuente de esa información. Para formar criterio debemos escuchar ambos lados de la moneda, y todo tiene dos lados, pero confiando en que nuestro sentido común objetivo nos ayude a tomar la mejor decisión. Se lo debemos a nuestros hijos, se lo debemos a Guatemala, y nos lo debemos a nosotros mismos.