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Dinámica de lo social

Redacción
19 de junio, 2016

En 2016 hay fuertes iniciativas de reconstruir socialmente Guatemala. Parece ser que esas formas supersticiosas de comportamiento social ajenas a la civilización ya no es permisible mantenerlas. Ya no es viable evocar un pasado abolido antes de esta fecha porque la trama del mismo es un delito sobre la circunstancia presente en Guatemala.

No es posible ahora que las dos caras del guatemalteco coincidan en 2016. La histórica ha dado paso a una funcionalista evocando reglas instrumentales de vida social que se fundamentan en futilidades. Ese camino arriesgado ha dejado de lado los valores y conceptos de nuestra cultura guatemalteca. Si dos pueblos geográficamente cercanos son distintos quiere decir claramente que tienen una manera singular de ver los inconvenientes sociales que les aquejan. Su vida social es tangencialmente distinta y consecuentemente con resultados discordantes en la manera de resolver los conflictos sociales.

La homogeneidad de soluciones en el social, propio del mundo de Occidente, evoca la necesidad de una coherencia en la manera de entender las pautas de conducta de lo nacional. Se ha querido en 2016 en Guatemala, hallar, tras la diversidad, principios fundamentales, generales y universales de comportamiento civilizado. Sin embargo nadie ha reparado que esa identidad puramente formal puede marcar en Guatemala singulares diferencias de conducta.

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Lo que sucede en Guatemala da pie para el análisis teórico de problemas ulteriores. Es como se armoniza la experiencia de lo social antes de 2015 y como esas pautas de comportamiento mantuvieron la organización social fuera de la esfera de reglas culturales exógenas. También la cultura guatemalteca vivió procesos normativos que dentro de otros contextos se denominan pre sociales.

Los bienes escasos, perspectiva de toda supervivencia cultural fueron analizados desde la perspectiva del Estado y no del individuo. Esto dio como resultado comunicaciones de grupo pasando por alto cualquier anomia de carácter individual. Lo social es lo patológico. Las leyes de Guatemala se vieron de manera pre social, ágrafas que no coincidían en ningún momento con el ordenamiento jurídico sino con una dinámica de lo nativo que es necesario destruir.

En 2016 la política, fusionó comunicación, cibernética e información para cambiar el sistema de reglas sociales inconscientes para sustituirlas por normas y pautas sociales institucionalizadas para establecer dechados de comportamiento aceptables dentro de la vida social del guatemalteco.

Hubo en 2016, deformaciones sistemáticas de la vida social en Guatemala ocultando los verdaderos mecanismos de control social que si bien no han anulado los sistemas latentes de comportamiento si los han opacado y los han puesto en ascuas.

Dinámica de lo social

Redacción
19 de junio, 2016

En 2016 hay fuertes iniciativas de reconstruir socialmente Guatemala. Parece ser que esas formas supersticiosas de comportamiento social ajenas a la civilización ya no es permisible mantenerlas. Ya no es viable evocar un pasado abolido antes de esta fecha porque la trama del mismo es un delito sobre la circunstancia presente en Guatemala.

No es posible ahora que las dos caras del guatemalteco coincidan en 2016. La histórica ha dado paso a una funcionalista evocando reglas instrumentales de vida social que se fundamentan en futilidades. Ese camino arriesgado ha dejado de lado los valores y conceptos de nuestra cultura guatemalteca. Si dos pueblos geográficamente cercanos son distintos quiere decir claramente que tienen una manera singular de ver los inconvenientes sociales que les aquejan. Su vida social es tangencialmente distinta y consecuentemente con resultados discordantes en la manera de resolver los conflictos sociales.

La homogeneidad de soluciones en el social, propio del mundo de Occidente, evoca la necesidad de una coherencia en la manera de entender las pautas de conducta de lo nacional. Se ha querido en 2016 en Guatemala, hallar, tras la diversidad, principios fundamentales, generales y universales de comportamiento civilizado. Sin embargo nadie ha reparado que esa identidad puramente formal puede marcar en Guatemala singulares diferencias de conducta.

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Los bienes escasos, perspectiva de toda supervivencia cultural fueron analizados desde la perspectiva del Estado y no del individuo. Esto dio como resultado comunicaciones de grupo pasando por alto cualquier anomia de carácter individual. Lo social es lo patológico. Las leyes de Guatemala se vieron de manera pre social, ágrafas que no coincidían en ningún momento con el ordenamiento jurídico sino con una dinámica de lo nativo que es necesario destruir.

En 2016 la política, fusionó comunicación, cibernética e información para cambiar el sistema de reglas sociales inconscientes para sustituirlas por normas y pautas sociales institucionalizadas para establecer dechados de comportamiento aceptables dentro de la vida social del guatemalteco.

Hubo en 2016, deformaciones sistemáticas de la vida social en Guatemala ocultando los verdaderos mecanismos de control social que si bien no han anulado los sistemas latentes de comportamiento si los han opacado y los han puesto en ascuas.