El Índice de Paz Global creado por “El Instituto de Economía y Paz” mide los niveles de violencia, conflictividad e inestabilidad en 163 países. Este estudio utiliza 23 indicadores, incluyendo los siguientes: el número de conflictos internos y externos, la inestabilidad política, el número de personas encarceladas por cada 100,000 habitantes y el número de homicidios por cada 100,000 habitantes. Este año Guatemala calificó en el puesto 117 y obtuvo una puntuación de 2.270*.
Guatemala fue únicamente mejor evaluado que México entre los doce países de Centroamérica y el Caribe. Se obtuvieron las peores calificaciones (5/5) en percepción de la criminalidad y crímenes violentos. Cabe mencionar que en el índice de percepción de corrupción realizado por la organización “Transparencia Internacional” salimos en la posición 123 de 168 países evaluados.
El Índice de Paz Global permite hacer una estimación del costo de la violencia. A nivel mundial equivale a $13.6 mil millones, o 13.3% de PIB. En Guatemala equivale a $747 por persona o 10% del PIB. Si en Guatemala se redujera la violencia por un 10%, recuperaríamos $1.2 mil millones. El año pasado el costo de la seguridad privada fue el más elevado de todos los componentes, representando casi 2% del PIB y siendo más alto que el de las fuerzas militares, el sistema penitenciario y la seguridad pública combinados.
El Índice de Paz Global incluye una lista de factores de paz positiva– actitudes, instituciones y estructuras que promueven la paz. Respeto por los derechos ajenos, altos niveles de capital humano, libre acceso a información, y apoyo a emprendedores son algunos de ellos. El objetivo de incluir estos factores es que a raíz de su implementación disminuye la violencia y conflictividad y van mejorando los indicadores que evalúa el índice.
Es necesario coordinar y ejecutar iniciativas que impulsan el desarrollo económico paralelo con aquellas que combaten la inestabilidad e inseguridad del país. La baja evaluación en estos índices afecta nuestra competitividad: alejando inversiones extranjeras, disminuyendo el turismo e incrementando la tasa de desempleo.
La lucha en contra de la corrupción, siempre y cuando sea transparente y objetiva, generará beneficios a largo plazo. Mientras tanto se deben continuar trabajando en estrategias de desarrollo de corto, mediano y largo término. Así evitamos un parálisis productivo y nos apalancamos en los cambios que se están llevando a cabo hoy.
*De un rango de 1 a 5 siendo 1 la mejor evaluación posible.
(Fuente: http://www.visionofhumanity.org/#page/indexes/global-peace-index/2016)
El Índice de Paz Global creado por “El Instituto de Economía y Paz” mide los niveles de violencia, conflictividad e inestabilidad en 163 países. Este estudio utiliza 23 indicadores, incluyendo los siguientes: el número de conflictos internos y externos, la inestabilidad política, el número de personas encarceladas por cada 100,000 habitantes y el número de homicidios por cada 100,000 habitantes. Este año Guatemala calificó en el puesto 117 y obtuvo una puntuación de 2.270*.
Guatemala fue únicamente mejor evaluado que México entre los doce países de Centroamérica y el Caribe. Se obtuvieron las peores calificaciones (5/5) en percepción de la criminalidad y crímenes violentos. Cabe mencionar que en el índice de percepción de corrupción realizado por la organización “Transparencia Internacional” salimos en la posición 123 de 168 países evaluados.
El Índice de Paz Global permite hacer una estimación del costo de la violencia. A nivel mundial equivale a $13.6 mil millones, o 13.3% de PIB. En Guatemala equivale a $747 por persona o 10% del PIB. Si en Guatemala se redujera la violencia por un 10%, recuperaríamos $1.2 mil millones. El año pasado el costo de la seguridad privada fue el más elevado de todos los componentes, representando casi 2% del PIB y siendo más alto que el de las fuerzas militares, el sistema penitenciario y la seguridad pública combinados.
El Índice de Paz Global incluye una lista de factores de paz positiva– actitudes, instituciones y estructuras que promueven la paz. Respeto por los derechos ajenos, altos niveles de capital humano, libre acceso a información, y apoyo a emprendedores son algunos de ellos. El objetivo de incluir estos factores es que a raíz de su implementación disminuye la violencia y conflictividad y van mejorando los indicadores que evalúa el índice.
Es necesario coordinar y ejecutar iniciativas que impulsan el desarrollo económico paralelo con aquellas que combaten la inestabilidad e inseguridad del país. La baja evaluación en estos índices afecta nuestra competitividad: alejando inversiones extranjeras, disminuyendo el turismo e incrementando la tasa de desempleo.
La lucha en contra de la corrupción, siempre y cuando sea transparente y objetiva, generará beneficios a largo plazo. Mientras tanto se deben continuar trabajando en estrategias de desarrollo de corto, mediano y largo término. Así evitamos un parálisis productivo y nos apalancamos en los cambios que se están llevando a cabo hoy.
*De un rango de 1 a 5 siendo 1 la mejor evaluación posible.
(Fuente: http://www.visionofhumanity.org/#page/indexes/global-peace-index/2016)