No hay medicinas ni insumos en los centros asistenciales de salud y hospitales, tenemos una crisis de seguridad, con los grupos de extorsión haciéndose sentir con ataques a los pilotos de buses y que tuvo como cúspide la masacre en la Granja “Modelo” de “Rehabilitación” Pavón, las carreteras están en mal estado y los problemas alrededor del Poder Ejecutivo, el gobierno del Presidente Morales, se acentúan, con presiones de los diputados de interpelaciones sin sentido, amenazas y paros, ilegales y abusivos, de los trabajadores de salud y del magisterio nacional, presiones de grupos campesinos, con demostraciones de fuerza en sitios de minería o hidroeléctricas, etc.
El vaso empezó vacío, y pese a que en seis meses hay algunos avances – se ha trabajado en varias investigaciones, en alguna propuesta de reforma, en tratar de hacer funcionar el Estado, lleno de deudas, de problemas financieros, de readecuaciones presupuestarias, capturado a varios grupos de criminales, entre ellos cientos de extorsionistas, enfocarse en que la SAT funcione y mejore su credibilidad y la recaudación tributaria, pues es su fuente de ingresos, y por lo tanto, de funcionamiento del Estado – gota a gota, se va llenando el vaso.
En las finanzas personales, cuando una persona abusa de sus deudas, cualquiera que sea el motivo, y su fuente de ingresos no es la adecuada, regresar a un estado de confort o de estabilidad no es de la noche a la mañana. Por cada mes de gasto desmesurado, se requerirán tres o más meses de austeridad y autocontrol en el gasto. Por ello se aplaude el hecho de que desde la presidencia se hayan tomado medidas para reducir el gasto en lo superfluo, la publicidad gubernamental, que no genera ningún beneficio para la población y que por largo tiempo fue utilizada para pagar favores de campaña y para amasar fortunas mal habidas. Sabemos que la recuperación será lenta, y que la economía mundial ralentizada no contribuye a ello.
El vaso está medio lleno, y también medio vacío… según como lo queramos ver. Para los más pesimistas, o realistas, el hecho de que el vaso esté medio lleno produce toda clase de críticas, de conspiraciones, etc. Para los optimistas, o ilusos, dirían los otros, todavía hay una gran oportunidad de retomar el rumbo, corregir en diferentes niveles del gobierno y hacer. La crisis de salud ha terminado con el periodo del ministro, el Dr. Cabrera, quien ha sido reconocido como un excelente médico en su vida profesional, pero fuertemente cuestionado en su labor como funcionario ministerial. Haberle pedido la renuncia, y retomar el rumbo en ese despacho, uno de los que más ruido y presión ejerce en la población y sobre el Ejecutivo era muy importante. La lista de funcionarios que renuncian o son despedidos no se detiene, la Secretaria de la Paz, la Directora de Migración, los funcionarios de la Dirección de Presidios y del Centro Pavón.
El presidente Jimmy Morales llegó inesperadamente a la presidencia de la República. Él mismo reconocía que no era su tiempo, y que su participación política a nivel nacional, sin ninguna experiencia en otro nivel, era el primer paso para ganar la elección cuatro años después. Dada esa situación, el presidente Morales ha sabido integrar en su gabinete a varios de los más adecuados para los cargos. Todos los grandes líderes a nivel público, privado y empresarial saben que deben rodearse de las personas más competentes, que de alguna manera llenen las falencias propias. Eso lo ha hecho en parte, pero su gestión debe medirse por resultados, y sobre esa base, analizar la importancia del reemplazo a tiempo de los funcionarios que no los tengan.
Más importante que eso, es la dirección, el rumbo, el sentido. El presidente Morales, aparte de mantener su promesa de campaña nacionalista y de “ni ladrón, ni corrupto”, debe asegurar saber hacia dónde va. Tener claro el destino para orientar toda la maquinaria estatal hacia puerto seguro. Este país necesita crecer económicamente. El enfoque de crecimiento sostenido a niveles por arriba del 6% anual es lo único que logrará a mediano plazo y de forma sostenida reducir la pobreza y la pobreza extrema, mantener los niveles adecuados de recaudación, y así mantener los servicios para la población, la infraestructura, etc. El presidente Morales es el responsable del liderazgo del gobierno, y por tanto debe tener seguro cómo llegar hacia ese lugar de desarrollo para Guatemala. Debe rodearse de los asesores presidenciales que le ayuden a orientarse hacia ese rumbo, darle dirección y tener las repuestas para poderlo conseguir.