Quiero tomar esta frase, indiscutible del gran Ricardo Arjona, para señalar el estado, cual aplicación de red social, del presidente Jimmy Morales. El presidente se está quedando solo, con el grupo de asesores, que pareciera quieren su fracaso y el de Guatemala, funcionarios a la defensiva, creyendo que todo lo que se hace está saliendo bien.
El acompañante más complicado, el embajador y la comunidad internacional, cual película de terror, no puede confiársele le desee un futuro promisorio, sino que impone su agenda y lo aleja a los posibles amigos. Subirse o acompañar los logros de la CICIG y del MP no lo hacen suyos, y la percepción de la ciudadanía indica que no le atribuyen ser corresponsable de ninguna de estas acciones.
El gran corazón del presidente, su vocación cristiana, y la razón social del vicepresidente los hacen volver su mirada hacia la izquierda, a las acciones sociales, sólo que la izquierda no está allí, ni de mente, ni de corazón, y los señalan de estar rodeado de militares, de ser de derecha, etc. El presidente pareciera que va disfrazado de derecha y quiere quitarse un disfraz que no logra desvestir, porque así lo definieron sus adversarios, que él cree amigos. El presidente debe recordar que de ese lugar de origen, que él quisiera eliminar para todos los guatemaltecos, ese lugar de pobreza, lo superó, en parte a sus estudios, pero sobre todo al esfuerzo de una madre trabajadora, un esfuerzo de superación personal, liderazgo y emprendimiento de negocio, creatividad, innovación en un marco de oportunidades.
La lógica de la eficiencia, la productividad y de la eliminación de la pobreza ya la han descubierto otros gobiernos de izquierda, como el PSOE del presidente Felipe González, o del uruguayo Dr. Tabaré Vásquez, o de la misma alianza chilena a través de las décadas. “El mejor programa social es el empleo.” ¡Y el empleo sólo se crea a través de empresas, empresas que invierten, e inversión que viene de la confianza; confianza que se da únicamente por la seguridad física y de justicia (contratos)! Es decir, la tarea es lograr que haya muchísimas empresas en Guatemala, que empleen a muchos guatemaltecos.
Para una persona que desea lo mejor para su país, y lo creo aun así del presidente Morales, para una persona que desea lo mejor para un país que se hunde en la violencia y en la pobreza, mucho de ello a consecuencia a décadas de corrupción y de mala utilización de los recursos del Estado, debe voltear la mirada a esa derecha liberal, no mercantilista, que privilegia un Estado de Derecho, que respete la vida, la libertad, la propiedad y la familia; para hacer de este país un ejemplo de productividad, de eficiencia, de respeto al emprendimiento y a la inversión.
En medio de esa soledad, y apurado por las grandes amenazas, el Presidente ha decidido retirar el Paquete Fiscal del Legislativo. ¡Grandiosa medida! Momento oportuno para convocar a los sectores respetables a un diálogo nacional por hacer de este país un modelo económico, con crecimiento económico sostenible, con priorización y calidad del gasto, con definición del monto de la carga tributaria, que eleve la base tributaria y no afecte únicamente a los mismos de la clase media que no tienen quien los defienda.
El liderazgo del presidente Morales depende de si mismo. De acciones concretas, de resultados que con acciones simples dará confianza a la población. Ya hubo un presidente que elevó la carga tributaria, inclusive de forma ilegal, y en ese momento el país lo apoyó. Lo hizo sobre la base de resultados en su anterior puesto público. La confianza y la moral tributaria no se logran sobre la base de acciones sobre la recaudación, con acusaciones sobre empresas que han faltado a la tributación. La población pide resultados sobre el gasto. La revisión y declaración de lesividad de los contratos en salud pública, en Comunicaciones, en Cultura y Deportes y otros, la revisión y declaración de lesividad de los pactos colectivos con sindicatos parásitos, la eliminación de gastos superfluos y la inmediata eliminación de plazas fantasmas o innecesarias en todas las dependencias públicas.
Para mientras, hay un grupo de guatemaltecos que quiere acompañar en esta soledad al presidente “en esta soledad, que no le sienta nada bien” (JG) para ayudar a Guatemala, para no permitir que se hunda, para forjar un futuro, para crecer… si tan solo volteara su mirada un poco a la derecha y no renegara a los factores de su éxito personal.

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