El jabón doméstico, el aceite para preparar alimentos, cosméticos y la alternativa actual al biodiesel son de origen natural. Renovable. Al decir natural no implica que crezca como un arbusto salvaje.
La palma aceitera, es una familia conocida científicamente por el primer lugar donde se cultivó elaeis guinnensis. Es una planta cuya producción industrial alcanza 25 años. Su hábitat natural son zonas pantanosas de menos de 500 msnm. Se ha cultivado por el ser humano desde mucho más tiempo que el maíz, o el arroz.
Nadie en Guatemala cuestiona los daños que ocasiona el cultivo del maíz. Está inculturada. No hay hogar guatemalteco que no consuma maíz sin importar los daños al ambiente en los lugares donde se produce ni que el mismo sea pagado a los agricultores a cantidades increíblemente cercanas a la gratuidad.
Nadie en Asia cuestiona el cultivo del arroz pero si se han iniciado serias y fuertes campañas en contra de producir aceite llamándolo oro verde por su increíble demanda a nivel mundial. Los gobiernos que lo prohíben se corrompen pues ven en la prohibición un negocio fructífero.
En todos los lugares del mundo donde se produce aceite de palma se ven sus increíbles bondades y empieza una tremenda batalla porque se producen los efectos de la revolución industrial cuando las tejedoras obligaron a que tierras dejadas en barbecho produjeran todo el tiempo.
Hay severas críticas, invasiones y resistencia en Guatemala que desde 1970 cuando su café dejó de ser líder mundial empezó a sembrarse palma de aceite para mantener la economía nacional. La grave ignorancia de las personas que creen que sus productos de origen doméstico que usan todos los días vienen de la nada, cierran los ojos a la realidad de búsqueda de la comodidad y estabilidad económica de todos los guatemaltecos.
Cualquier agricultor sabe sembrar maíz, pero no cualquiera lo hace con palma de aceite la razón ignorancia extrema. Al condenar la actividad productiva la obligan en muchos países a la clandestinidad igual que la droga y se convierten en corredores que nadie controla.
No se puede satanizar la vida civilizada, al contrario como miles y miles de guatemaltecos de la ciudad capital siembran sus arbolitos en sus calles y avenidas, así debemos convertirnos en una cultura que apoye el crecimiento económico y no lamentarnos por la condición miserable y de violencia en la que vivimos.
Ser productivo, resembrar nuestros bosques, limpiar nuestros ríos y lagos y devolverle a Guatemala la maravillosa descripción de la Rusticatio Mexicana de Rafael Landívar que describe a su patria Guatemala como el país de la eterna primavera, es tarea de todos los que vivimos en este suelo maravilloso.
Siembre en su casa, limpie su comunidad, produzca y deje se convertirse en parte del problema como ahora lo son los invasores de los pocos focos de progreso de Guatemala. Los problemas de salarios bajos de cambio climático no se resuelven peleando o secuestrando gente sino siendo totalmente productivo
República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo
El jabón doméstico, el aceite para preparar alimentos, cosméticos y la alternativa actual al biodiesel son de origen natural. Renovable. Al decir natural no implica que crezca como un arbusto salvaje.
La palma aceitera, es una familia conocida científicamente por el primer lugar donde se cultivó elaeis guinnensis. Es una planta cuya producción industrial alcanza 25 años. Su hábitat natural son zonas pantanosas de menos de 500 msnm. Se ha cultivado por el ser humano desde mucho más tiempo que el maíz, o el arroz.
Nadie en Guatemala cuestiona los daños que ocasiona el cultivo del maíz. Está inculturada. No hay hogar guatemalteco que no consuma maíz sin importar los daños al ambiente en los lugares donde se produce ni que el mismo sea pagado a los agricultores a cantidades increíblemente cercanas a la gratuidad.
Nadie en Asia cuestiona el cultivo del arroz pero si se han iniciado serias y fuertes campañas en contra de producir aceite llamándolo oro verde por su increíble demanda a nivel mundial. Los gobiernos que lo prohíben se corrompen pues ven en la prohibición un negocio fructífero.
En todos los lugares del mundo donde se produce aceite de palma se ven sus increíbles bondades y empieza una tremenda batalla porque se producen los efectos de la revolución industrial cuando las tejedoras obligaron a que tierras dejadas en barbecho produjeran todo el tiempo.
Hay severas críticas, invasiones y resistencia en Guatemala que desde 1970 cuando su café dejó de ser líder mundial empezó a sembrarse palma de aceite para mantener la economía nacional. La grave ignorancia de las personas que creen que sus productos de origen doméstico que usan todos los días vienen de la nada, cierran los ojos a la realidad de búsqueda de la comodidad y estabilidad económica de todos los guatemaltecos.
Cualquier agricultor sabe sembrar maíz, pero no cualquiera lo hace con palma de aceite la razón ignorancia extrema. Al condenar la actividad productiva la obligan en muchos países a la clandestinidad igual que la droga y se convierten en corredores que nadie controla.
No se puede satanizar la vida civilizada, al contrario como miles y miles de guatemaltecos de la ciudad capital siembran sus arbolitos en sus calles y avenidas, así debemos convertirnos en una cultura que apoye el crecimiento económico y no lamentarnos por la condición miserable y de violencia en la que vivimos.
Ser productivo, resembrar nuestros bosques, limpiar nuestros ríos y lagos y devolverle a Guatemala la maravillosa descripción de la Rusticatio Mexicana de Rafael Landívar que describe a su patria Guatemala como el país de la eterna primavera, es tarea de todos los que vivimos en este suelo maravilloso.
Siembre en su casa, limpie su comunidad, produzca y deje se convertirse en parte del problema como ahora lo son los invasores de los pocos focos de progreso de Guatemala. Los problemas de salarios bajos de cambio climático no se resuelven peleando o secuestrando gente sino siendo totalmente productivo
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