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Nuevo adiós al capital extranjero

Redacción
13 de septiembre, 2016

En 2017 otro grande dejará Guatemala luego de 16 años de operar en el país. La semana pasada se dio a conocer que una reconocida compañía estadounidense generadora de energía eléctrica se retirará del país y se encuentra en proceso de venta de tres generadoras.
Si bien se ha justificado su retiro en la búsqueda de nuevos mercados emergentes, lo cierto es que hoy nuestro país ya no representa un atractivo para la generación eléctrica, dado que las condiciones de rentabilidad en el sector han cambiado ante la sobreoferta de energía.
El retiro de la empresa pone en evidencia nuevamente que pese a la diversificación de la matriz energética, la operación de más plantas se convierte en un desafío en un país que carece de condiciones para aprovechar su potencial energético.
El 2016 ha sido un año de retos para garantizar certeza jurídica a las inversiones extranjeras. Tal es el caso de plantas que han obtenido contratos, o que ya operan en el país, que han debido paralizar operaciones dada la suspensión por parte de las cortes ante la falta de consultas. Esto derivado de la no reglamentación del Convenio 169, que atenta contra plantas que ya operan o aquellas que obtuvieron contratos en las adjudicaciones a través de las licitaciones.
Este convenio no está reglamentado y la Corte de Constitucionalidad ha declarado que las consultas no tienen carácter vinculante. Por lo cual, estos factores perjudican directamente la competitividad de los sectores productivos impactando directamente en la atracción de inversiones.
En 2015 este sector lideró la atracción de capitales extranjeros con US$377 millones, un 35% de la IED que atrajo nuestro país en ese periodo. Este año la realidad fue muy distinta y el próximo ni decirlo.
Entre las fortalezas del sector energético, es importante mencionar, que los procesos de inversión en el sector han sido motivados por contratos abiertos, observados y transparentes. Por lo que variables como la corrupción no impacta la atracción de inversiones para la generación de electricidad. La piedra en el zapato es la certeza jurídica que provea reglas claras para garantizar rentabilidad y viabilidad a las inversiones extranjeras.
Son dos mecanismos los que atentan contra la captación de capitales extranjeros: certeza jurídica y generación de demanda. Hoy la clave está en aprovechar la energía que Guatemala ya produce como un producto de exportación y un insumo para generar empleos en el país.
Guatemala hoy aprovecha menos del 20% de la energía renovable del país. En la medida en que se aproveche la sobreoferta y garantice sostenibilidad al sector, a través de una estrategia de desarrollo del potencial de energía renovable y de consumo de energía aún más amplia, el país irá por el camino correcto. Existen dos formas de hacerlo: exportar energía a la región o hacia México, o crecer la economía. Ambas le convienen al país.

Nuevo adiós al capital extranjero

Redacción
13 de septiembre, 2016

En 2017 otro grande dejará Guatemala luego de 16 años de operar en el país. La semana pasada se dio a conocer que una reconocida compañía estadounidense generadora de energía eléctrica se retirará del país y se encuentra en proceso de venta de tres generadoras.
Si bien se ha justificado su retiro en la búsqueda de nuevos mercados emergentes, lo cierto es que hoy nuestro país ya no representa un atractivo para la generación eléctrica, dado que las condiciones de rentabilidad en el sector han cambiado ante la sobreoferta de energía.
El retiro de la empresa pone en evidencia nuevamente que pese a la diversificación de la matriz energética, la operación de más plantas se convierte en un desafío en un país que carece de condiciones para aprovechar su potencial energético.
El 2016 ha sido un año de retos para garantizar certeza jurídica a las inversiones extranjeras. Tal es el caso de plantas que han obtenido contratos, o que ya operan en el país, que han debido paralizar operaciones dada la suspensión por parte de las cortes ante la falta de consultas. Esto derivado de la no reglamentación del Convenio 169, que atenta contra plantas que ya operan o aquellas que obtuvieron contratos en las adjudicaciones a través de las licitaciones.
Este convenio no está reglamentado y la Corte de Constitucionalidad ha declarado que las consultas no tienen carácter vinculante. Por lo cual, estos factores perjudican directamente la competitividad de los sectores productivos impactando directamente en la atracción de inversiones.
En 2015 este sector lideró la atracción de capitales extranjeros con US$377 millones, un 35% de la IED que atrajo nuestro país en ese periodo. Este año la realidad fue muy distinta y el próximo ni decirlo.
Entre las fortalezas del sector energético, es importante mencionar, que los procesos de inversión en el sector han sido motivados por contratos abiertos, observados y transparentes. Por lo que variables como la corrupción no impacta la atracción de inversiones para la generación de electricidad. La piedra en el zapato es la certeza jurídica que provea reglas claras para garantizar rentabilidad y viabilidad a las inversiones extranjeras.
Son dos mecanismos los que atentan contra la captación de capitales extranjeros: certeza jurídica y generación de demanda. Hoy la clave está en aprovechar la energía que Guatemala ya produce como un producto de exportación y un insumo para generar empleos en el país.
Guatemala hoy aprovecha menos del 20% de la energía renovable del país. En la medida en que se aproveche la sobreoferta y garantice sostenibilidad al sector, a través de una estrategia de desarrollo del potencial de energía renovable y de consumo de energía aún más amplia, el país irá por el camino correcto. Existen dos formas de hacerlo: exportar energía a la región o hacia México, o crecer la economía. Ambas le convienen al país.