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¿Qué gana Neto Bran al aliarse con Álvaro Arzú?

Redacción
26 de septiembre, 2016

La integración del alcalde de Mixco, Neto Bran, al Partido Unionista de Álvaro Arzú muestra que, a pesar de las demandas de transformación del sistema, hay incentivos que no han cambiado en la política guatemalteca. Las organizaciones internas de los partidos mantienen las prácticas de siempre. Los comités nacionales reclutan a líderes municipales con un alto caudal electoral. Por su parte, los líderes locales buscan un partido que sirva como vehículo para una candidatura en el municipio.

En efecto, la adhesión de Bran al Unionista tiene algunos elementos interesantes de analizar. En primer lugar, me queda duda sobre la legalidad de dicha incorporación. Según el artículo 58 de las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos aprobadas en abril, “queda prohibido a las organizaciones políticas recibir o incorporar integrantes de las corporaciones municipales que hayan sido electos por otra organización política”. En este caso, la normativa es similar a la aplicada a los diputados, quienes pueden cambiarse de partido hasta tres años después de haber tomado posesión.

Segundo, es interesante que un joven político como Neto Bran, quien hasta ahora ha gozado de un alto grado de popularidad tanto en su municipio como fuera del mismo, haya tomado la decisión de cambiarse de partido ocho meses después de iniciada su administración. ¿Por qué tomar el riesgo de desgastarse tan pronto con un acto de “transfuguismo”? ¿Por qué no esperar hasta el tercer año para anunciar su cambio de partido? ¿Qué gana Neto Bran al aliarse con Álvaro Arzú?

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Una hipótesis podría ser que Neto Bran, a pesar de su popularidad, entiende que a nivel municipal, los ciudadanos esperan resultados concretos. Si bien, su estrategia de comunicación en redes sociales ha sido efectiva, su administración aún enfrenta las secuelas de la anterior. Por ejemplo, durante estos meses, Bran ha denunciado la existencia de plazas fantasmas en la municipalidad, así como el hecho que los sindicatos han emplazado a la institución. Asociarse a Alvaro Arzú podría darle a Bran una imagen de alcalde ejecutor, mitigando así las críticas de sus detractores quienes aseguran que Bran es un alcalde mediático pero con pocos resultados visibles.

En efecto, en el ámbito municipal, la Municipalidad de Guatemala es quizás la institución con más experiencia y capacidades técnicas. Arzú podría brindarle a Neto Bran herramientas de gestión que podrían resultarle útiles en Mixco. Proyectos como el Transmetro, Pasos y Pedales y Limpia y Verde, han sido prometidos por el alcalde mixqueño para los próximos años. De lograr concretar estos proyectos, Bran podría asegurar su caudal electoral y a la vez, tener una marca de partido con la cual competir en 2019. Por su parte, el partido Unionista recluta en sus filas a uno de los políticos jóvenes más populares en la actualidad. Esto podría permitirle al partido tener mayor presencia en municipios vecinos de la Ciudad y replicar el modelo de administración que le ha permitido ganar la reelección en varias ocasiones.

En esta unión de fuerzas, tanto Bran como el partido Unionista obtienen un beneficio. Sin embargo, la dinámica transaccional de las organizaciones políticas no permite la construcción de verdaderos partidos políticos, lo cual en el largo plazo podría resultar costoso para la democracia. Si bien, entiendo las razones por las cuales el alcalde Bran optó por cambiarse de partido, valdría la pena analizar si la nueva política debe aceptar la existencia del transfuguismo, o debe buscar la erradicación de dicho fenómeno.

República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo

¿Qué gana Neto Bran al aliarse con Álvaro Arzú?

Redacción
26 de septiembre, 2016

La integración del alcalde de Mixco, Neto Bran, al Partido Unionista de Álvaro Arzú muestra que, a pesar de las demandas de transformación del sistema, hay incentivos que no han cambiado en la política guatemalteca. Las organizaciones internas de los partidos mantienen las prácticas de siempre. Los comités nacionales reclutan a líderes municipales con un alto caudal electoral. Por su parte, los líderes locales buscan un partido que sirva como vehículo para una candidatura en el municipio.

En efecto, la adhesión de Bran al Unionista tiene algunos elementos interesantes de analizar. En primer lugar, me queda duda sobre la legalidad de dicha incorporación. Según el artículo 58 de las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos aprobadas en abril, “queda prohibido a las organizaciones políticas recibir o incorporar integrantes de las corporaciones municipales que hayan sido electos por otra organización política”. En este caso, la normativa es similar a la aplicada a los diputados, quienes pueden cambiarse de partido hasta tres años después de haber tomado posesión.

Segundo, es interesante que un joven político como Neto Bran, quien hasta ahora ha gozado de un alto grado de popularidad tanto en su municipio como fuera del mismo, haya tomado la decisión de cambiarse de partido ocho meses después de iniciada su administración. ¿Por qué tomar el riesgo de desgastarse tan pronto con un acto de “transfuguismo”? ¿Por qué no esperar hasta el tercer año para anunciar su cambio de partido? ¿Qué gana Neto Bran al aliarse con Álvaro Arzú?

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Una hipótesis podría ser que Neto Bran, a pesar de su popularidad, entiende que a nivel municipal, los ciudadanos esperan resultados concretos. Si bien, su estrategia de comunicación en redes sociales ha sido efectiva, su administración aún enfrenta las secuelas de la anterior. Por ejemplo, durante estos meses, Bran ha denunciado la existencia de plazas fantasmas en la municipalidad, así como el hecho que los sindicatos han emplazado a la institución. Asociarse a Alvaro Arzú podría darle a Bran una imagen de alcalde ejecutor, mitigando así las críticas de sus detractores quienes aseguran que Bran es un alcalde mediático pero con pocos resultados visibles.

En efecto, en el ámbito municipal, la Municipalidad de Guatemala es quizás la institución con más experiencia y capacidades técnicas. Arzú podría brindarle a Neto Bran herramientas de gestión que podrían resultarle útiles en Mixco. Proyectos como el Transmetro, Pasos y Pedales y Limpia y Verde, han sido prometidos por el alcalde mixqueño para los próximos años. De lograr concretar estos proyectos, Bran podría asegurar su caudal electoral y a la vez, tener una marca de partido con la cual competir en 2019. Por su parte, el partido Unionista recluta en sus filas a uno de los políticos jóvenes más populares en la actualidad. Esto podría permitirle al partido tener mayor presencia en municipios vecinos de la Ciudad y replicar el modelo de administración que le ha permitido ganar la reelección en varias ocasiones.

En esta unión de fuerzas, tanto Bran como el partido Unionista obtienen un beneficio. Sin embargo, la dinámica transaccional de las organizaciones políticas no permite la construcción de verdaderos partidos políticos, lo cual en el largo plazo podría resultar costoso para la democracia. Si bien, entiendo las razones por las cuales el alcalde Bran optó por cambiarse de partido, valdría la pena analizar si la nueva política debe aceptar la existencia del transfuguismo, o debe buscar la erradicación de dicho fenómeno.

República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo