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¿Y si dejamos un único impuesto?

Ramon Parellada
29 de septiembre, 2016

¿Se ha preguntado Ud. qué pasaría si tuviéramos un único impuesto?  ¿Es posible?  ¿Por qué no lo consideramos en serio?  Pensar en esto no debe asustarnos sino entusiasmarnos pues simplificaríamos los pagos, reduciríamos costos tanto del gobierno como de las empresas y personas además que reduciríamos una cantidad de tiempo que hoy en día se desperdicia en cosas no productivas.

         Y es que nuestro sistema impositivo actual es demasiado complicado.  El abanico de impuestos que tenemos son interpretados de diferentes maneras cada vez que la SAT (Superintendencia de Administración Tributaria) cambia de directorio contradiciéndose ellos mismos en sus propias resoluciones a cada rato.

He llegado a creer que la complicación que existe en nuestro sistema tributario se debe a que a los políticos les gusta complicar las cosas para crear puestos de trabajo en el gobierno.  Así las cosas, cuando se tienen que hacer de la forma más difícil se requieren entonces más personas involucradas para resolver el problema.  A veces, los seres humanos somos complicados.  Pareciera que en política tenemos la tendencia a hacer las cosas de la manera más difícil posible.  Les comparto lo que considero que pasaría si simplificamos nuestro sistema tributario dejando un único impuesto al final que podría ser el IVA (Impuesto al Valor Agregado).

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         En primer lugar se eliminarían de tajo todos los aranceles con lo cual eliminamos las aduanas.  Automáticamente resolvemos el problema de la corrupción en las mismas.  Alguna persona dirá que es importante cobrar el IVA en la aduana pero eso no es necesario ni cierto, el IVA se cobraría mes a mes a las empresas.

No serían necesarios los tramitadores, ni agentes de aduana, ni burócratas dedicados a trabajar en aduanas, gente cuyos trabajos hoy son necesarios pero no aportan nada al crecimiento económico del país, son un gasto.  Estos trabajos que consumen nuestra riqueza y tiempo quedarían liberados para dedicarse a otras actividades que si pudieran crear valor.

El tiempo en que un contenedor llega a puerto y es retenido mientras se hacen actualmente los trámites desaparecería.  En cuanto lleguen los contenedores podrán ser trasladados inmediatamente a las fábricas o empresas que los importan.  Todo ese capital que se desperdicia en esperas y tiempo perdido se volvería productivo reduciendo el costo de producción de las empresas haciéndolas así más competitivas.  Ya sé que están pensando que podrían entrar productos prohibidos pero eso se podría controlar aleatoriamente en cualquier punto del país, no necesariamente se necesita una aduana para ello.  Lo cierto es que ganaríamos mucho porque eliminaríamos todo ese tiempo muerto que es altamente costoso por tener contenedores cargados de mercancías, algunas perecederas, esperando completar los trámites y permisos.  ¿Cuánto nos ahorraríamos?

         En segundo lugar, ¿cuántas personas que trabajan en las empresas se dedican hoy a completar toda la información fiscal?  Con un único impuesto ya no serían necesarios tantos trámites, papelería y pérdida de tiempo llenando formas de impuestos personales y empresariales.  No habría que dedicarse a llevar una contabilidad llena de arbitrariedades fiscales sino que los contadores y auditores dedicados a ello podrían enfocar sus conocimientos a una tarea tan importante y productiva como lo es la contabilidad empresarial.   De nuevo, esto haría más eficientes y competitivas a las empresas permitiendo darle al consumidor productos a mejor precio.

En tercer lugar, tanto la SAT como el Ministerio de Finanzas se reducirían enormemente.  Todo el personal que actualmente se dedica a la parte de ingresos fiscales podría reducirse en más de un 80%.  Este personal pasaría a participar activamente en la vida productiva del país, ocupando puestos que creen valor en vez de los puestos que actualmente tienen que es más bien una carga para el país.   ¿Cuánto papel, espacio de oficinas, computadoras, y demás recursos podríamos ahorrar con tan solo dejar un único impuesto?

         Un cuarto punto es que la fiscalización se simplificaría enormemente.  Supongamos que dejamos sólo el IVA.  La fiscalización consistiría en cerciorarse que todos emitan su factura.  Nada más.  No se necesita más.  No importa si las materias primas vienen sub-facturadas o no lo cual es una simplificación más.  Lo que hay que verificar es que se emitan las facturas de las empresas por el valor que es en realidad lo cual es muy fácil de verificar al cotejarlo con los pagos recibidos.   Nos ahorraríamos el trabajo y tiempo de todos estos auditores que la SAT manda a cada rato a revisar detalladamente, por ejemplo,  si los gastos que se están deduciendo son deducibles o no.  Toda esa gente que quedaría sin ese trabajo pasaría a encontrar trabajos que sean en realidad productivos y que creen valor para ellos, las empresas y la sociedad.  No por más trabajos que tenga un país se crecerá económicamente.   Como comentó un amigo economista recientemente, “el crecimiento económico viene de crear valor, no puestos de trabajo”.

         En quinto lugar, sería más transparente para todos el costo de tener gobierno.  Así es, la gente tendría en su mente cuánto le cuesta el gobierno pues lo verá en cada compra que hace ya que sabrá cuánto es el impuesto del IVA y cuánto es el resto.  Sería ideal que en vez de estar metido el valor del IVA en el precio esté separado.  Eso haría aún más transparente el costo de tener gobierno.

         Sexto: Los impuestos especiales desaparecerían.  Eso abarataría inmediatamente muchos productos y haría que el consumidor experimentara un incremento, en términos reales, en sus ingresos.   Considero que debería pagarse por algunos servicios como peajes en las carreteras que se usan (se pagaría según el uso), algunas tasas municipales por los servicios que preste la municipalidad del lugar pero todo sería en proporción al uso del servicio que se consuma siendo necesario que exista libertad de competencia entre quienes brindan dicho servicio.

Septimo: El costo de recaudar el impuesto que en este caso sería el IVA  sería muchísimo menor al costo de recaudación de los demás impuestos que tenemos hoy en día.  El costo de evadirlo sería mucho mayor debido a que sería más fácil controlarlo.  El costo de cumplir con el mismo sería muy bajo debido a que sería muy sencillo, fácil de calcular y de pagar.

         ¿Se imaginan si logramos simplificar nuestro sistema tributario lo que ganaríamos al dejar un único impuesto? La vida sería más sencilla.  El país produciría más riqueza dado que todas esas personas que hoy en día se dedican de una u otra manera a fiscalizar, a llevar contabilidades arbitrarias y engorrosas, a litigar, a llenar formas, a poner sellos, a perder tiempo en largas colas, a consumir valiosos recursos por el capital inmovilizado, se dedicarían a trabajar en puestos productivos.

         Estoy seguro que si se lograra esta simplificación el crecimiento económico del país aumentaría enormemente disminuyendo así más rápidamente la pobreza que todavía nos sigue preocupando.  Esto tiene mucho sentido porque los puestos de trabajo que hoy son un gasto y no generan valor pasarían a actividades que si generarían valor y riqueza para el país.  Se haría un uso más eficiente de todos los recursos escasos.

¿Y si dejamos un único impuesto?

Ramon Parellada
29 de septiembre, 2016

¿Se ha preguntado Ud. qué pasaría si tuviéramos un único impuesto?  ¿Es posible?  ¿Por qué no lo consideramos en serio?  Pensar en esto no debe asustarnos sino entusiasmarnos pues simplificaríamos los pagos, reduciríamos costos tanto del gobierno como de las empresas y personas además que reduciríamos una cantidad de tiempo que hoy en día se desperdicia en cosas no productivas.

         Y es que nuestro sistema impositivo actual es demasiado complicado.  El abanico de impuestos que tenemos son interpretados de diferentes maneras cada vez que la SAT (Superintendencia de Administración Tributaria) cambia de directorio contradiciéndose ellos mismos en sus propias resoluciones a cada rato.

He llegado a creer que la complicación que existe en nuestro sistema tributario se debe a que a los políticos les gusta complicar las cosas para crear puestos de trabajo en el gobierno.  Así las cosas, cuando se tienen que hacer de la forma más difícil se requieren entonces más personas involucradas para resolver el problema.  A veces, los seres humanos somos complicados.  Pareciera que en política tenemos la tendencia a hacer las cosas de la manera más difícil posible.  Les comparto lo que considero que pasaría si simplificamos nuestro sistema tributario dejando un único impuesto al final que podría ser el IVA (Impuesto al Valor Agregado).

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         En primer lugar se eliminarían de tajo todos los aranceles con lo cual eliminamos las aduanas.  Automáticamente resolvemos el problema de la corrupción en las mismas.  Alguna persona dirá que es importante cobrar el IVA en la aduana pero eso no es necesario ni cierto, el IVA se cobraría mes a mes a las empresas.

No serían necesarios los tramitadores, ni agentes de aduana, ni burócratas dedicados a trabajar en aduanas, gente cuyos trabajos hoy son necesarios pero no aportan nada al crecimiento económico del país, son un gasto.  Estos trabajos que consumen nuestra riqueza y tiempo quedarían liberados para dedicarse a otras actividades que si pudieran crear valor.

El tiempo en que un contenedor llega a puerto y es retenido mientras se hacen actualmente los trámites desaparecería.  En cuanto lleguen los contenedores podrán ser trasladados inmediatamente a las fábricas o empresas que los importan.  Todo ese capital que se desperdicia en esperas y tiempo perdido se volvería productivo reduciendo el costo de producción de las empresas haciéndolas así más competitivas.  Ya sé que están pensando que podrían entrar productos prohibidos pero eso se podría controlar aleatoriamente en cualquier punto del país, no necesariamente se necesita una aduana para ello.  Lo cierto es que ganaríamos mucho porque eliminaríamos todo ese tiempo muerto que es altamente costoso por tener contenedores cargados de mercancías, algunas perecederas, esperando completar los trámites y permisos.  ¿Cuánto nos ahorraríamos?

         En segundo lugar, ¿cuántas personas que trabajan en las empresas se dedican hoy a completar toda la información fiscal?  Con un único impuesto ya no serían necesarios tantos trámites, papelería y pérdida de tiempo llenando formas de impuestos personales y empresariales.  No habría que dedicarse a llevar una contabilidad llena de arbitrariedades fiscales sino que los contadores y auditores dedicados a ello podrían enfocar sus conocimientos a una tarea tan importante y productiva como lo es la contabilidad empresarial.   De nuevo, esto haría más eficientes y competitivas a las empresas permitiendo darle al consumidor productos a mejor precio.

En tercer lugar, tanto la SAT como el Ministerio de Finanzas se reducirían enormemente.  Todo el personal que actualmente se dedica a la parte de ingresos fiscales podría reducirse en más de un 80%.  Este personal pasaría a participar activamente en la vida productiva del país, ocupando puestos que creen valor en vez de los puestos que actualmente tienen que es más bien una carga para el país.   ¿Cuánto papel, espacio de oficinas, computadoras, y demás recursos podríamos ahorrar con tan solo dejar un único impuesto?

         Un cuarto punto es que la fiscalización se simplificaría enormemente.  Supongamos que dejamos sólo el IVA.  La fiscalización consistiría en cerciorarse que todos emitan su factura.  Nada más.  No se necesita más.  No importa si las materias primas vienen sub-facturadas o no lo cual es una simplificación más.  Lo que hay que verificar es que se emitan las facturas de las empresas por el valor que es en realidad lo cual es muy fácil de verificar al cotejarlo con los pagos recibidos.   Nos ahorraríamos el trabajo y tiempo de todos estos auditores que la SAT manda a cada rato a revisar detalladamente, por ejemplo,  si los gastos que se están deduciendo son deducibles o no.  Toda esa gente que quedaría sin ese trabajo pasaría a encontrar trabajos que sean en realidad productivos y que creen valor para ellos, las empresas y la sociedad.  No por más trabajos que tenga un país se crecerá económicamente.   Como comentó un amigo economista recientemente, “el crecimiento económico viene de crear valor, no puestos de trabajo”.

         En quinto lugar, sería más transparente para todos el costo de tener gobierno.  Así es, la gente tendría en su mente cuánto le cuesta el gobierno pues lo verá en cada compra que hace ya que sabrá cuánto es el impuesto del IVA y cuánto es el resto.  Sería ideal que en vez de estar metido el valor del IVA en el precio esté separado.  Eso haría aún más transparente el costo de tener gobierno.

         Sexto: Los impuestos especiales desaparecerían.  Eso abarataría inmediatamente muchos productos y haría que el consumidor experimentara un incremento, en términos reales, en sus ingresos.   Considero que debería pagarse por algunos servicios como peajes en las carreteras que se usan (se pagaría según el uso), algunas tasas municipales por los servicios que preste la municipalidad del lugar pero todo sería en proporción al uso del servicio que se consuma siendo necesario que exista libertad de competencia entre quienes brindan dicho servicio.

Septimo: El costo de recaudar el impuesto que en este caso sería el IVA  sería muchísimo menor al costo de recaudación de los demás impuestos que tenemos hoy en día.  El costo de evadirlo sería mucho mayor debido a que sería más fácil controlarlo.  El costo de cumplir con el mismo sería muy bajo debido a que sería muy sencillo, fácil de calcular y de pagar.

         ¿Se imaginan si logramos simplificar nuestro sistema tributario lo que ganaríamos al dejar un único impuesto? La vida sería más sencilla.  El país produciría más riqueza dado que todas esas personas que hoy en día se dedican de una u otra manera a fiscalizar, a llevar contabilidades arbitrarias y engorrosas, a litigar, a llenar formas, a poner sellos, a perder tiempo en largas colas, a consumir valiosos recursos por el capital inmovilizado, se dedicarían a trabajar en puestos productivos.

         Estoy seguro que si se lograra esta simplificación el crecimiento económico del país aumentaría enormemente disminuyendo así más rápidamente la pobreza que todavía nos sigue preocupando.  Esto tiene mucho sentido porque los puestos de trabajo que hoy son un gasto y no generan valor pasarían a actividades que si generarían valor y riqueza para el país.  Se haría un uso más eficiente de todos los recursos escasos.