Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

La incansable demanda de más gobierno

Carolina Castellanos
07 de abril, 2017

“Si su respuesta a cada fracaso del gobierno es más gobierno, usted es como un alcohólico que seguirá bebiendo hacia la sobriedad”. Will Spencer

Empiezan otra vez los tambores de guerra: más impuestos. Esa manía que tienen todos los gobiernos de incrementar impuestos porque, por supuesto, no les alcanza el dinero, es inaudita. No sé usted pero yo ya no quiero seguir financiando cientos de miles de actividades que no le corresponden al gobierno realizar y mucho menos a cientos de miles de burócratas que no cumplen ni con la más elemental de sus funciones (con honrosas excepciones).

Más impuestos significa, por lo menos, seguir sosteniendo un aparato burocrático enorme, ineficiente, que gasta y gasta. Pero, cuando se vean con más ingresos el siguiente año, programarán más cosas para gastárselo. Y también la contratación de más personas para que hagan esas nuevas cosas.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

El ejemplo trágico que nos ha tenido en vilo en estos últimos días es la intención de quitarle el hogar a las monjas católicas ortodoxas. ¿Creen que van a hacer un mejor trabajo que estas monjitas? ¿Con qué dinero lo van a sostener? Es más que evidente que el Estado es incapaz de darle atenciones mínimas y dignas a los niños y adolescentes huérfanos, abandonados, en riesgo, con discapacidad, etc.  Eso quedó comprobado con la tragedia que ocasionó la muerte de 41 niñas y adolescentes.

El Artículo 2 de la Constitución de la República de Guatemala (sí, esa que quieren adulterar), dice: Deberes del Estado.  Es deber del Estado garantizarle a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona.

El Estado nos debe garantizar la vida, pero tenemos pilotos de buses asesinados casi a diario por la absoluta incapacidad de resolver el flagelo de las extorsiones. ¿Se resolverá con más gobierno? Seguramente no.  Con inteligencia y enfoque de recursos en soluciones, sí. Por ejemplo, se ha hablado de la tarjeta prepago. Esto evitaría que los choferes lleven dinero en los buses. Las empresas propietarias tampoco manejarían dinero, pues las tarjetas se comprarían directamente en los bancos.  ¿Fin de la extorsión?

Dice el artículo 2 que también nos debe garantizar la libertad. Cada vez que los vividores de la conflictividad deciden bloquean carreteras y cualquier vía de paso, están bloqueando nuestra libertad de locomoción, garantizada en el artículo 26 de la Constitución.  Pero el gobierno de turno nunca ha hecho nada para disolverlas y procesar legalmente a los dirigentes. ¿Más gobierno actuará para esto? Definitivamente no. Es acción, no cantidad, lo que se requiere.

Sigamos… También nos debe garantizar la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona.  Lo único que cabría aquí es tener más policías, jueces y fiscales, a nivel nacional.  Sin embargo, esa “garantía” vendría dada si hay estrategias, acciones, inteligencia, atrás del incremento en el número de funcionarios.

¿Y los pasaportes y DPI? Tuvimos excelentes servicios cuando empresas privadas ofrecieron este servicio. El gobierno decidió retomarlo y el resultado es más que evidente.  Definitivamente, más gobierno no resolverá nada. Ni más dinero.

La constante demanda de más y más recursos es una espiral infinita. Si eso resolviera, ya no habría pobres en Guatemala, pues cada año hay incremento en el presupuesto del Estado, con un significativo detrimento en la calidad de servicios y, consecuentemente, en la calidad de vida de todos nosotros.

La solución: un gobierno pequeño que se dedique a esas funciones básicas que están descritas en nuestra propia Constitución. Lo demás lo puede dar en concesión, abrir a la competencia (como el IGSS), privatizar (uyyy…palabra prohibida para los vividores socialistas), alianzas público privadas, entre otras opciones.

Salgamos del cajón de quejarnos por el gigantesco presupuesto y promovamos acciones que conduzcan a mejorar servicios otorgándolos a entidades privadas. 

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

La incansable demanda de más gobierno

Carolina Castellanos
07 de abril, 2017

“Si su respuesta a cada fracaso del gobierno es más gobierno, usted es como un alcohólico que seguirá bebiendo hacia la sobriedad”. Will Spencer

Empiezan otra vez los tambores de guerra: más impuestos. Esa manía que tienen todos los gobiernos de incrementar impuestos porque, por supuesto, no les alcanza el dinero, es inaudita. No sé usted pero yo ya no quiero seguir financiando cientos de miles de actividades que no le corresponden al gobierno realizar y mucho menos a cientos de miles de burócratas que no cumplen ni con la más elemental de sus funciones (con honrosas excepciones).

Más impuestos significa, por lo menos, seguir sosteniendo un aparato burocrático enorme, ineficiente, que gasta y gasta. Pero, cuando se vean con más ingresos el siguiente año, programarán más cosas para gastárselo. Y también la contratación de más personas para que hagan esas nuevas cosas.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

El ejemplo trágico que nos ha tenido en vilo en estos últimos días es la intención de quitarle el hogar a las monjas católicas ortodoxas. ¿Creen que van a hacer un mejor trabajo que estas monjitas? ¿Con qué dinero lo van a sostener? Es más que evidente que el Estado es incapaz de darle atenciones mínimas y dignas a los niños y adolescentes huérfanos, abandonados, en riesgo, con discapacidad, etc.  Eso quedó comprobado con la tragedia que ocasionó la muerte de 41 niñas y adolescentes.

El Artículo 2 de la Constitución de la República de Guatemala (sí, esa que quieren adulterar), dice: Deberes del Estado.  Es deber del Estado garantizarle a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona.

El Estado nos debe garantizar la vida, pero tenemos pilotos de buses asesinados casi a diario por la absoluta incapacidad de resolver el flagelo de las extorsiones. ¿Se resolverá con más gobierno? Seguramente no.  Con inteligencia y enfoque de recursos en soluciones, sí. Por ejemplo, se ha hablado de la tarjeta prepago. Esto evitaría que los choferes lleven dinero en los buses. Las empresas propietarias tampoco manejarían dinero, pues las tarjetas se comprarían directamente en los bancos.  ¿Fin de la extorsión?

Dice el artículo 2 que también nos debe garantizar la libertad. Cada vez que los vividores de la conflictividad deciden bloquean carreteras y cualquier vía de paso, están bloqueando nuestra libertad de locomoción, garantizada en el artículo 26 de la Constitución.  Pero el gobierno de turno nunca ha hecho nada para disolverlas y procesar legalmente a los dirigentes. ¿Más gobierno actuará para esto? Definitivamente no. Es acción, no cantidad, lo que se requiere.

Sigamos… También nos debe garantizar la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona.  Lo único que cabría aquí es tener más policías, jueces y fiscales, a nivel nacional.  Sin embargo, esa “garantía” vendría dada si hay estrategias, acciones, inteligencia, atrás del incremento en el número de funcionarios.

¿Y los pasaportes y DPI? Tuvimos excelentes servicios cuando empresas privadas ofrecieron este servicio. El gobierno decidió retomarlo y el resultado es más que evidente.  Definitivamente, más gobierno no resolverá nada. Ni más dinero.

La constante demanda de más y más recursos es una espiral infinita. Si eso resolviera, ya no habría pobres en Guatemala, pues cada año hay incremento en el presupuesto del Estado, con un significativo detrimento en la calidad de servicios y, consecuentemente, en la calidad de vida de todos nosotros.

La solución: un gobierno pequeño que se dedique a esas funciones básicas que están descritas en nuestra propia Constitución. Lo demás lo puede dar en concesión, abrir a la competencia (como el IGSS), privatizar (uyyy…palabra prohibida para los vividores socialistas), alianzas público privadas, entre otras opciones.

Salgamos del cajón de quejarnos por el gigantesco presupuesto y promovamos acciones que conduzcan a mejorar servicios otorgándolos a entidades privadas. 

República es ajena a la opinión expresada en este artículo