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Las carreteras: las arterias por donde se conduce el desarrollo. cuando se puede.

Alfonso Muralles
12 de julio, 2017

Es una alegoría muy trillada la de comparar las carreteras de un país con su aparato circulatorio, sin embargo, salta de nuevo a la vigencia el ver, sufrir y pagar las consecuencias de tener una red vial enferma, en proceso de arrastrar al cuerpo entero a un deterioro que cuyos costos ya altísimos, son crecientes.

Cuando Jorge Ubico llegó a la Presidencia de la República, por elección popular en 1931, no había carreteras que merecieran ese nombre, había brechas para pocos carros.  Entonces se diseñó la red vial original, mucho de ella todavía en uso, dándole importancia especial a la RN1 = Ciudad de Guatemala/Frontera El Carmen pasando por Chimaltenango, Sololá, Totonicapán, Quetzaltenango y San Marcos.  Se aprovechaba la inversión con un trazo que pasara por las cabeceras departamentales.  Para el momento, esa era la ruta lógica del desarrollo.  La RN2 sería la ruta de Ciudad de Guatemala/San Cristobal Frontera.  De este trazo sobreviven la subida de Muxbal, tramos paralelos a la carretera actual entre el entronque de Muxbal, pasando por el entronque a San José Pinula, en donde Don Justo era el nombre de una tienda, y entrando a Fraijanes para bajar de allí a la Laguna del Pino.  Y así, Ubico llego hasta le RN-veintitantos.  Vale la pena mencionar la RN5, de Ciudad de Guatemala a Flores, Petén pasando por Salamá y Cobán, que no concluyó; la RN7 como primera “Transversal del Norte”: de El Estor a Huehuetenango y la RN9 de Huehuetenango a Champerico.

Con la Lógica del desarrollo en mente, en tiempo de Arbenz se construyó la Carretera del Atlántico, aunque no se le dejó terminar y que hoy en día se amplía a 4 carriles de 20 en 20 kilómetros con apoyo financiero parcial de Taiwán; con Méndez Montenegro los ramales de El Rancho a Cobán, con bajada a Salamá; de Rio Hondo a Frontera Agua Caliente, con bajada a Nuevo Anguiatú; de El Molino a Frontera Valle Nuevo.  Todas re-trazando, y ahora asfaltando, rutas ubiquistas. 

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El sueño de contar con una autopista de 4 carriles de Tecún Umán a Pedro de Alvarado, la Transversal del Sur (RN6 de Ubico) que parecía hacerse realidad se ve truncado por la corrupción que no sólo detiene las obras sino inmoviliza soluciones.  No me parece correcto echarle la culpa de todo a los candados presupuestarios.  La semana pasada decía por radio el Ministro de Comunicaciones que el proceso de contratación de bacheo de carreteras, sin incluir la inmovilizada CA2, le tomará 4 meses por lo que este comenzará a ejecutarse dentro de 4 meses.  Sabiéndolo, ¿porqué no inició ese proceso hace 4 meses?  La temporada de lluvias, mal llamada invierno, tenía que llegar como lo hace todos los años.

En tiempos de Arzú vimos salir a las carreteras cuadrillas de chapeadores, eliminando la maleza que crece a los lados de las carreteras, protegiendo con ello cunetas y su labor de desagüe que protege de fracturas y baches al asfalto.  Ahora no los vemos y la maleza crece.  Las cunetas son macetas.  ¿Será que los candados también impiden la contratación de estas cuadrillas? Equipos de personal agrícola, buenos chapeadores, en época que no es zafra, cumpliendo con ese empleo temporal con otro importante cometido económico y social.

En 18 meses, más o menos, ya estaremos en campaña electoral y veremos las carreteras, puentes, piedras y paredones pintados con propaganda.  Los vasos capilares de ese aparato circulatorio tatuados con colores y símbolos de partidos que apelan al éxito de un mercadeo político de poca inteligencia.  Aunque, pensándolo bien, tal vez nos salvemos de ésta.  Los partidos también tendrán presupuestos con candados.

República esa ajena a la opinión expresada en este artículo

Las carreteras: las arterias por donde se conduce el desarrollo. cuando se puede.

Alfonso Muralles
12 de julio, 2017

Es una alegoría muy trillada la de comparar las carreteras de un país con su aparato circulatorio, sin embargo, salta de nuevo a la vigencia el ver, sufrir y pagar las consecuencias de tener una red vial enferma, en proceso de arrastrar al cuerpo entero a un deterioro que cuyos costos ya altísimos, son crecientes.

Cuando Jorge Ubico llegó a la Presidencia de la República, por elección popular en 1931, no había carreteras que merecieran ese nombre, había brechas para pocos carros.  Entonces se diseñó la red vial original, mucho de ella todavía en uso, dándole importancia especial a la RN1 = Ciudad de Guatemala/Frontera El Carmen pasando por Chimaltenango, Sololá, Totonicapán, Quetzaltenango y San Marcos.  Se aprovechaba la inversión con un trazo que pasara por las cabeceras departamentales.  Para el momento, esa era la ruta lógica del desarrollo.  La RN2 sería la ruta de Ciudad de Guatemala/San Cristobal Frontera.  De este trazo sobreviven la subida de Muxbal, tramos paralelos a la carretera actual entre el entronque de Muxbal, pasando por el entronque a San José Pinula, en donde Don Justo era el nombre de una tienda, y entrando a Fraijanes para bajar de allí a la Laguna del Pino.  Y así, Ubico llego hasta le RN-veintitantos.  Vale la pena mencionar la RN5, de Ciudad de Guatemala a Flores, Petén pasando por Salamá y Cobán, que no concluyó; la RN7 como primera “Transversal del Norte”: de El Estor a Huehuetenango y la RN9 de Huehuetenango a Champerico.

Con la Lógica del desarrollo en mente, en tiempo de Arbenz se construyó la Carretera del Atlántico, aunque no se le dejó terminar y que hoy en día se amplía a 4 carriles de 20 en 20 kilómetros con apoyo financiero parcial de Taiwán; con Méndez Montenegro los ramales de El Rancho a Cobán, con bajada a Salamá; de Rio Hondo a Frontera Agua Caliente, con bajada a Nuevo Anguiatú; de El Molino a Frontera Valle Nuevo.  Todas re-trazando, y ahora asfaltando, rutas ubiquistas. 

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El sueño de contar con una autopista de 4 carriles de Tecún Umán a Pedro de Alvarado, la Transversal del Sur (RN6 de Ubico) que parecía hacerse realidad se ve truncado por la corrupción que no sólo detiene las obras sino inmoviliza soluciones.  No me parece correcto echarle la culpa de todo a los candados presupuestarios.  La semana pasada decía por radio el Ministro de Comunicaciones que el proceso de contratación de bacheo de carreteras, sin incluir la inmovilizada CA2, le tomará 4 meses por lo que este comenzará a ejecutarse dentro de 4 meses.  Sabiéndolo, ¿porqué no inició ese proceso hace 4 meses?  La temporada de lluvias, mal llamada invierno, tenía que llegar como lo hace todos los años.

En tiempos de Arzú vimos salir a las carreteras cuadrillas de chapeadores, eliminando la maleza que crece a los lados de las carreteras, protegiendo con ello cunetas y su labor de desagüe que protege de fracturas y baches al asfalto.  Ahora no los vemos y la maleza crece.  Las cunetas son macetas.  ¿Será que los candados también impiden la contratación de estas cuadrillas? Equipos de personal agrícola, buenos chapeadores, en época que no es zafra, cumpliendo con ese empleo temporal con otro importante cometido económico y social.

En 18 meses, más o menos, ya estaremos en campaña electoral y veremos las carreteras, puentes, piedras y paredones pintados con propaganda.  Los vasos capilares de ese aparato circulatorio tatuados con colores y símbolos de partidos que apelan al éxito de un mercadeo político de poca inteligencia.  Aunque, pensándolo bien, tal vez nos salvemos de ésta.  Los partidos también tendrán presupuestos con candados.

República esa ajena a la opinión expresada en este artículo