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La perversión de la Justicia

Ramon Parellada
01 de septiembre, 2017

Ayer escribí en Siglo21 un artículo titulado “Justicia Selectiva” en el que hablaba de la politización de la misma explicando que a mi juicio, tanto la CSJ (Corte Suprema de Justicia) como la CC (Corte de Constitucionalidad) se habían politizado e ideologizado debido la forma en que el sistema escoge a sus magistrados.   Esta situación está destruyendo al país.  

            Así es, la justicia no es justicia cuando se parcializa.  No es justicia cuando se irrespetan los derechos fundamentales del ser humano a su vida, su libertad y sus pertenencias.   

La invasión de fincas sin su debida defensa y la impunidad con que los invasores logran sus objetivos a base de fuerza, extorsión, secuestro, amenazas y hasta asesinatos está destruyendo la producción agrícola en el valle del Polochic y en otras zonas del país.  Es inadmisible que esta situación que lleva ya algunos años no se resuelva de inmediato.  El resultado es que se uno puede apropiarse de las pertenencias de los demás y no pasa nada.  El caso de la finca Bremen es triste pues asesinaron al dueño de la finca y luego invadieron cuando el hijo la estaba administrando amenazando y aterrorizando a sus trabajadores.  Mientras tanto, estos invasores están destruyendo impunemente el capital acumulado de muchos años de arduo trabajo. 

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Si dejamos a un lado las invasiones y vemos los fallos de la CSJ y la CC en relación a una enorme inversión en una hidroeléctrica y el caso de la Mina San Rafael entonces nos daremos cuenta que haber suspendido la operación de las mismas está ahuyentando las inversiones no sólo en estos sectores sino en todos.   

Estos fallos que considero erróneas tanto por parte de la CSJ y la CC están pasándonos factura.  El índice de confianza de la actividad económica de enero de 2016 a julio de 2017 ha pasado de ser positivo a negativo en cuanto a las expectativas sobre si la economía mejorará o empeorará.   Los encuestados esperan que la economía empeore.   El crédito bancario al sector privado está en 4.9%, uno de sus porcentajes más bajos luego de la recuperación de la crisis del 2008 – 2009.  Esto significa que no hay demanda para nuevos proyectos como ampliaciones de líneas productivas o nuevas empresas.  Quienes tienen fábricas están esperando que las cosas cambien para seguir invirtiendo como lo venían haciendo.   El Flujo de Inversión Extranjera Directa, después de llegar a un pico en 2014 de US.$. 1,388.70 millones, empezó a decaer.  En 2015 el total fue US.$. 1,220.8 millones y en 2016 fue US.$. 1,180.8 millones.  Si bien el primer trimestre de este año el dato fue US.$. 313.5 millones, esperaría que con los fallos de la CSJ y de la CC y la impunidad en cuanto a las invasiones que están ocurriendo, la cifra sea menor que la del año pasado.  El deterioro se notará cuando nos demos cuentas que el crecimiento económico no llega a los niveles esperados y será insuficientes incluso para tener un crecimiento económico per cápita en términos reales.  Como resultado, la inmigración hacia Estados Unidos seguirá creciendo puesto que las oportunidades para los más pobres brillarán por su ausencia

Hace 156 años, Frederic Bastiat escribía un libro que considero todos nuestros políticos y funcionarios públicos deberían leer.  Se trata de su famosa obra “La Ley”.  Un pequeño pero importante libro que contiene muchas verdades, sobre todo cuando Bastiat habla de la “Perversión de la Ley” como destructora de la Justicia.  Me parece pertinente con lo que está ocurriendo en nuestro país el siguiente párrafo: 

La ley debió mantenerse dentro de los límites de su función legítima.  Por desgracia, se alejó de esos límites, y no solamente en cuestiones neutrales o discutibles, sino también en cuestiones que contradicen su propio fin.  Destruyó su propia esencia.  Se dedicó a aniquilar la justicia, precisamente el valor que debía ensalzar.  Borró la línea que tenía por misión de hacer respetar, esa línea que limita los derechos de los individuos y garantiza que no haya agresiones de unos contra otros.  Puso la fuerza colectiva al servicio de los que buscan enriquecerse, sin riesgos ni escrúpulos, a expensas de las personas, las libertades y las propiedades de los demás.  Protegió la expoliación y le confirió categoría de derecho.  Denigró la legítima defensa y la rebajó a la categoría de crimen.           

Cuánta verdad hay en este párrafo y que vigente está hoy en día en nuestro país.  La ley se ha pervertido por parte de quienes administran la justicia en este país y la han destruido.  En vez de caminar hacia un verdadero Estado de Derecho nos estamos alejando del mismo.   La política y los grupos de presión vengan de donde vengan han tenido su efecto en la elección de los magistrados de la CSJ y la CC.  Las decisiones de ambas se han distorsionado por el sistema de elección.  No se trata de cambiar a las personas esperando que sean virtuosas sino cambiar el sistema para que la elección no esté politizada.  El sistema debe hacerse a prueba de influencias de los políticos de turno quienes siempre tratarán de lograr poder a través de las instituciones más importantes de la sociedad.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

 

La perversión de la Justicia

Ramon Parellada
01 de septiembre, 2017

Ayer escribí en Siglo21 un artículo titulado “Justicia Selectiva” en el que hablaba de la politización de la misma explicando que a mi juicio, tanto la CSJ (Corte Suprema de Justicia) como la CC (Corte de Constitucionalidad) se habían politizado e ideologizado debido la forma en que el sistema escoge a sus magistrados.   Esta situación está destruyendo al país.  

            Así es, la justicia no es justicia cuando se parcializa.  No es justicia cuando se irrespetan los derechos fundamentales del ser humano a su vida, su libertad y sus pertenencias.   

La invasión de fincas sin su debida defensa y la impunidad con que los invasores logran sus objetivos a base de fuerza, extorsión, secuestro, amenazas y hasta asesinatos está destruyendo la producción agrícola en el valle del Polochic y en otras zonas del país.  Es inadmisible que esta situación que lleva ya algunos años no se resuelva de inmediato.  El resultado es que se uno puede apropiarse de las pertenencias de los demás y no pasa nada.  El caso de la finca Bremen es triste pues asesinaron al dueño de la finca y luego invadieron cuando el hijo la estaba administrando amenazando y aterrorizando a sus trabajadores.  Mientras tanto, estos invasores están destruyendo impunemente el capital acumulado de muchos años de arduo trabajo. 

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Si dejamos a un lado las invasiones y vemos los fallos de la CSJ y la CC en relación a una enorme inversión en una hidroeléctrica y el caso de la Mina San Rafael entonces nos daremos cuenta que haber suspendido la operación de las mismas está ahuyentando las inversiones no sólo en estos sectores sino en todos.   

Estos fallos que considero erróneas tanto por parte de la CSJ y la CC están pasándonos factura.  El índice de confianza de la actividad económica de enero de 2016 a julio de 2017 ha pasado de ser positivo a negativo en cuanto a las expectativas sobre si la economía mejorará o empeorará.   Los encuestados esperan que la economía empeore.   El crédito bancario al sector privado está en 4.9%, uno de sus porcentajes más bajos luego de la recuperación de la crisis del 2008 – 2009.  Esto significa que no hay demanda para nuevos proyectos como ampliaciones de líneas productivas o nuevas empresas.  Quienes tienen fábricas están esperando que las cosas cambien para seguir invirtiendo como lo venían haciendo.   El Flujo de Inversión Extranjera Directa, después de llegar a un pico en 2014 de US.$. 1,388.70 millones, empezó a decaer.  En 2015 el total fue US.$. 1,220.8 millones y en 2016 fue US.$. 1,180.8 millones.  Si bien el primer trimestre de este año el dato fue US.$. 313.5 millones, esperaría que con los fallos de la CSJ y de la CC y la impunidad en cuanto a las invasiones que están ocurriendo, la cifra sea menor que la del año pasado.  El deterioro se notará cuando nos demos cuentas que el crecimiento económico no llega a los niveles esperados y será insuficientes incluso para tener un crecimiento económico per cápita en términos reales.  Como resultado, la inmigración hacia Estados Unidos seguirá creciendo puesto que las oportunidades para los más pobres brillarán por su ausencia

Hace 156 años, Frederic Bastiat escribía un libro que considero todos nuestros políticos y funcionarios públicos deberían leer.  Se trata de su famosa obra “La Ley”.  Un pequeño pero importante libro que contiene muchas verdades, sobre todo cuando Bastiat habla de la “Perversión de la Ley” como destructora de la Justicia.  Me parece pertinente con lo que está ocurriendo en nuestro país el siguiente párrafo: 

La ley debió mantenerse dentro de los límites de su función legítima.  Por desgracia, se alejó de esos límites, y no solamente en cuestiones neutrales o discutibles, sino también en cuestiones que contradicen su propio fin.  Destruyó su propia esencia.  Se dedicó a aniquilar la justicia, precisamente el valor que debía ensalzar.  Borró la línea que tenía por misión de hacer respetar, esa línea que limita los derechos de los individuos y garantiza que no haya agresiones de unos contra otros.  Puso la fuerza colectiva al servicio de los que buscan enriquecerse, sin riesgos ni escrúpulos, a expensas de las personas, las libertades y las propiedades de los demás.  Protegió la expoliación y le confirió categoría de derecho.  Denigró la legítima defensa y la rebajó a la categoría de crimen.           

Cuánta verdad hay en este párrafo y que vigente está hoy en día en nuestro país.  La ley se ha pervertido por parte de quienes administran la justicia en este país y la han destruido.  En vez de caminar hacia un verdadero Estado de Derecho nos estamos alejando del mismo.   La política y los grupos de presión vengan de donde vengan han tenido su efecto en la elección de los magistrados de la CSJ y la CC.  Las decisiones de ambas se han distorsionado por el sistema de elección.  No se trata de cambiar a las personas esperando que sean virtuosas sino cambiar el sistema para que la elección no esté politizada.  El sistema debe hacerse a prueba de influencias de los políticos de turno quienes siempre tratarán de lograr poder a través de las instituciones más importantes de la sociedad.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo