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¿Estrategia fiscal ambiental?

Redacción
03 de octubre, 2018

El pasado 5 de septiembre el Ministerio de Finanzas Públicas aprobó mediante el Acuerdo Ministerial Número 442-2018 la Estrategia Fiscal Ambiental, por ahora un simple documento, pero a la postre una nueva amenaza a las escasas funciones, libertades y recursos que nos quedan a los guatemaltecos.

En este artículo cuestiono las premisas -o los Considerandos- de tan perversa iniciativa:

  • “Que la Constitución de la República establece que el Estado debe garantizarle a los habitantes de la República […] el derecho a un ambiente sano […]”

El “ambiente sano” NO es un derecho, ni tampoco menester del Estado. El (medio) ambiente sano es el resultado de una serie de complejas relaciones de cooperación social. Para que ellas emerjan espontáneamente, sin la costosa intervención estatal, es necesaria la existencia de: a) un gobierno limitado a ofrecer seguridad primero, justicia de verdad (no al estilo ONU-CICIG) y obras públicas de calidad; b) mercados libres y sin privilegios, tal que el intercambio de bienes y servicios no requiera de permisos gubernamentales ni altos costos, al punto que des-incentive el comercio per se, e incentive más bien el contrabando, la mordida, la corrupción o la violencia y; c) la propiedad privada, de tal manera que todo recurso económico de origen natural que ha sido obtenido por legítimos medios esté claramente Definido, sea jurídicamente Defendible y comercialmente Divisible o transferible.

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Continua el primer Considerando: “[…] al Ministerio de Finanzas Públicas le corresponde cumplir y hacer cumplir todo lo relativo al régimen jurídico hacendario del Estado.”

Sí, en cualquier caso, solo eso le corresponde. ¿Por qué la intromisión de la hacienda pública en asuntos “ambientales”? Quizás sea por el hecho de que hoy por hoy la agenda ambiental estatista supone billonarias sumas de dinero. Están en juego muchos fondos de “overhead” (costos por administración) y claro, hay “competencia” por ver quien se queda con la mayor parte; al fin y al cabo, los estatistas deben mantener a los más de 450,000 empleados públicos que, como dato preliminar y sin contar a empleados municipales, presenta una nota de prensa de mayo 2017.

  • El segundo de tres Considerandos expresa la supuesta justificación ambiental: “[…] gran presión sobre los recursos naturales […], los grados de contaminación que se presentan en la actualidad […], la planificación presupuestaria destinada a la protección ambiental no es suficiente […], por lo que se hace necesario incrementar el esfuerzo interno y acceder a fuentes de financiamiento internacional […]”.

La “gran presión” que existe sobre los recursos económicos de origen natural se debe principalmente a que no hay otra manera de donde obtener los satisfactores mínimos necesarios para sobrevivir. Como lo demuestra la Curva Ambiental de Kuznets en países desarrollados, en las primeras etapas de crecimiento económico se observa una intensiva explotación de los recursos naturales (subsuelo, agua, bosques, tierra) mientras se alcanza un ingreso por persona que permita alcanzar dichos satisfactores; Simon Kuznets, Premio Nobel de Economía en 1971, demostró que luego de cierto tiempo y cierto nivel de ingresos, los niveles de contaminación provocados por la explotación intensiva de los recursos comienza a decrecer, pero no así el nivel de ingreso por habitante. La demostración de este argumento económico la puedes encontrar aquí estimado lector: Economic freedom and air quality. Permíteme resumir: ¡a mayor riqueza menor es el grado de contaminación! Y no podremos crear riqueza si tenemos que pagar a cientos de miles de empleados innecesarios que diariamente se dedican a obstaculizar el comercio y a impedir la generación de empleo y el libre funcionamiento de industrias loables como la minería o la generación de energía hidráulica.

Gracias, pero no necesitamos ninguna “planificación presupuestaria” en este sentido. Si nos dejan cooperar libremente, sin tanta regulación absurda (por ejemplo, prohibición de uso de pajillas y plásticos) nosotros podremos prosperar económicamente y hasta entonces dedicarnos a la protección ambiental. ¡Así lo han hecho naciones como Suiza, Hong Kong o Australia! Sobre las “fuentes de financiamiento internacional” tampoco gracias…no necesitamos seguir comprometiendo nuestra soberanía nacional a la agenda socialista de la ONU y Cía.

  • El último Considerando hace alusión a la ya trillada artimaña: “Que corresponde al (MINFIN) […] promover […] las líneas estratégicas que orienten la inversión y el gasto público para el cumplimiento de los objetivos nacionales e internacionales de desarrollo sostenible, adaptación y mitigación del cambio climático […]”.

(Las cursivas son mías). El Estado no invierte, el Estado gasta y consume. “Invierten” las entidades que persiguen una rentabilidad. Usar esos términos para los asuntos públicos constituye un sofisma, un engaño, para hacerte creer que es necesario el Estado en estos asuntos. Con la alusión al “desarrollo sostenible y la mitigación y adaptación al cambio climático” pegan la típica estocada emotiva y alarmista. Mi postura escéptica y franca hacia la agenda corrupta de la ONU-IPCC en este tema la he dejado clara en varias columnas y ensayos, así que hoy aprovecho a compartir la más reciente defensa de la ciencia y la libertad que realizan mis colegas de The Heartland Institute en Oakland, California, hace unas semanas durante la Cumbre Global de Acción Climática.

Derrumbados los “Considerandos” dejo sin ningún sustento político, económico y científico los 5 ejes de la citada estrategia, la cual por ahora no es más que un intrascendente documento. No obstante, animo a permanecer alerta pues es muy probable que quieran calarnos más impuestos, y sigan usurpando atribuciones y poderes que solo a los guatemaltecos nos corresponden.

En el “mientras tanto” invito a conocer las 5 Reformas y el Foro Liberal de América Latina, la única iniciativa que por ahora visualizo como franca oposición de derecha liberal a estas amenazas. ¡Hasta la próxima!

_____________

@JDChapas | Guatemalteco, empresario, académico y político liberal clásico.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

¿Estrategia fiscal ambiental?

Redacción
03 de octubre, 2018

El pasado 5 de septiembre el Ministerio de Finanzas Públicas aprobó mediante el Acuerdo Ministerial Número 442-2018 la Estrategia Fiscal Ambiental, por ahora un simple documento, pero a la postre una nueva amenaza a las escasas funciones, libertades y recursos que nos quedan a los guatemaltecos.

En este artículo cuestiono las premisas -o los Considerandos- de tan perversa iniciativa:

  • “Que la Constitución de la República establece que el Estado debe garantizarle a los habitantes de la República […] el derecho a un ambiente sano […]”

El “ambiente sano” NO es un derecho, ni tampoco menester del Estado. El (medio) ambiente sano es el resultado de una serie de complejas relaciones de cooperación social. Para que ellas emerjan espontáneamente, sin la costosa intervención estatal, es necesaria la existencia de: a) un gobierno limitado a ofrecer seguridad primero, justicia de verdad (no al estilo ONU-CICIG) y obras públicas de calidad; b) mercados libres y sin privilegios, tal que el intercambio de bienes y servicios no requiera de permisos gubernamentales ni altos costos, al punto que des-incentive el comercio per se, e incentive más bien el contrabando, la mordida, la corrupción o la violencia y; c) la propiedad privada, de tal manera que todo recurso económico de origen natural que ha sido obtenido por legítimos medios esté claramente Definido, sea jurídicamente Defendible y comercialmente Divisible o transferible.

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Continua el primer Considerando: “[…] al Ministerio de Finanzas Públicas le corresponde cumplir y hacer cumplir todo lo relativo al régimen jurídico hacendario del Estado.”

Sí, en cualquier caso, solo eso le corresponde. ¿Por qué la intromisión de la hacienda pública en asuntos “ambientales”? Quizás sea por el hecho de que hoy por hoy la agenda ambiental estatista supone billonarias sumas de dinero. Están en juego muchos fondos de “overhead” (costos por administración) y claro, hay “competencia” por ver quien se queda con la mayor parte; al fin y al cabo, los estatistas deben mantener a los más de 450,000 empleados públicos que, como dato preliminar y sin contar a empleados municipales, presenta una nota de prensa de mayo 2017.

  • El segundo de tres Considerandos expresa la supuesta justificación ambiental: “[…] gran presión sobre los recursos naturales […], los grados de contaminación que se presentan en la actualidad […], la planificación presupuestaria destinada a la protección ambiental no es suficiente […], por lo que se hace necesario incrementar el esfuerzo interno y acceder a fuentes de financiamiento internacional […]”.

La “gran presión” que existe sobre los recursos económicos de origen natural se debe principalmente a que no hay otra manera de donde obtener los satisfactores mínimos necesarios para sobrevivir. Como lo demuestra la Curva Ambiental de Kuznets en países desarrollados, en las primeras etapas de crecimiento económico se observa una intensiva explotación de los recursos naturales (subsuelo, agua, bosques, tierra) mientras se alcanza un ingreso por persona que permita alcanzar dichos satisfactores; Simon Kuznets, Premio Nobel de Economía en 1971, demostró que luego de cierto tiempo y cierto nivel de ingresos, los niveles de contaminación provocados por la explotación intensiva de los recursos comienza a decrecer, pero no así el nivel de ingreso por habitante. La demostración de este argumento económico la puedes encontrar aquí estimado lector: Economic freedom and air quality. Permíteme resumir: ¡a mayor riqueza menor es el grado de contaminación! Y no podremos crear riqueza si tenemos que pagar a cientos de miles de empleados innecesarios que diariamente se dedican a obstaculizar el comercio y a impedir la generación de empleo y el libre funcionamiento de industrias loables como la minería o la generación de energía hidráulica.

Gracias, pero no necesitamos ninguna “planificación presupuestaria” en este sentido. Si nos dejan cooperar libremente, sin tanta regulación absurda (por ejemplo, prohibición de uso de pajillas y plásticos) nosotros podremos prosperar económicamente y hasta entonces dedicarnos a la protección ambiental. ¡Así lo han hecho naciones como Suiza, Hong Kong o Australia! Sobre las “fuentes de financiamiento internacional” tampoco gracias…no necesitamos seguir comprometiendo nuestra soberanía nacional a la agenda socialista de la ONU y Cía.

  • El último Considerando hace alusión a la ya trillada artimaña: “Que corresponde al (MINFIN) […] promover […] las líneas estratégicas que orienten la inversión y el gasto público para el cumplimiento de los objetivos nacionales e internacionales de desarrollo sostenible, adaptación y mitigación del cambio climático […]”.

(Las cursivas son mías). El Estado no invierte, el Estado gasta y consume. “Invierten” las entidades que persiguen una rentabilidad. Usar esos términos para los asuntos públicos constituye un sofisma, un engaño, para hacerte creer que es necesario el Estado en estos asuntos. Con la alusión al “desarrollo sostenible y la mitigación y adaptación al cambio climático” pegan la típica estocada emotiva y alarmista. Mi postura escéptica y franca hacia la agenda corrupta de la ONU-IPCC en este tema la he dejado clara en varias columnas y ensayos, así que hoy aprovecho a compartir la más reciente defensa de la ciencia y la libertad que realizan mis colegas de The Heartland Institute en Oakland, California, hace unas semanas durante la Cumbre Global de Acción Climática.

Derrumbados los “Considerandos” dejo sin ningún sustento político, económico y científico los 5 ejes de la citada estrategia, la cual por ahora no es más que un intrascendente documento. No obstante, animo a permanecer alerta pues es muy probable que quieran calarnos más impuestos, y sigan usurpando atribuciones y poderes que solo a los guatemaltecos nos corresponden.

En el “mientras tanto” invito a conocer las 5 Reformas y el Foro Liberal de América Latina, la única iniciativa que por ahora visualizo como franca oposición de derecha liberal a estas amenazas. ¡Hasta la próxima!

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@JDChapas | Guatemalteco, empresario, académico y político liberal clásico.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo