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Decisiones de trascendencia

Carolina Castellanos
30 de noviembre, 2018

“Así, la decisión fundamental del hombre, puesto que es motivada por él mismo para trascender, es la de crear o destruir, de amar o de odiar”.  Erich Fromm

En estas últimas semanas se ha incrementado la presión en redes sociales para que el gobierno anule, de una vez por todas, la ilegal “carta de entendimiento” entre el Tribunal Supremo Electoral, TSE, y la nefasta CICIG.  Esto se deriva de la cercanía de la convocatoria a elecciones, que está programada para el 16 de enero.  Algo más motiva esta presión:  diciembre suele ser aprovechado por quienes buscan destruir, para aprobar convenios, reglamentos y cualquier otra cosa que no tiene que pasar por el Congreso.  Dado que estaremos disfrutando de las fiestas navideñas y de fin de año, este tipo de acciones suelen pasar desapercibidas.  Los destructores “se salen con la suya”.

Erich Fromm, psicoanalista, psicólogo social y filósofo humanista de origen judío alemán, fue muy claro en su percepción, en cuanto a que todos deseamos trascender. El problema está en los que desean hacerlo destruyendo y odiando.

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No pretendo ser psicoanalista; simplemente, me remitiré a los hechos. Iván Velásquez, sin duda alguna, ha escogido trascender utilizando el  odio, el desprecio y la destrucción de Guatemala. ¡Lo está logrando! Tenemos un sistema de justicia que emite fallos según los designios de este nefasto personaje.  Ha llegado al extremo que la corte de constitucionalidad (en minúsculas, a propósito), emite un expediente en el que le da órdenes al Presidente constitucionalmente electo, al Ministro de Gobernación, a la Dirección de Migración y a la PNC, de abstenerse de ejecutar órdenes que impidan el retorno de Velásquez a Guatemala.  ¿Desde cuándo la CC le da órdenes al poder Ejecutivo, empezando por el Presidente?

El Congreso de la República modificó la ley electoral y de partidos políticos, conocida como LEPP, también bajo la dirección de CICIG. ¡Es la peor ley en la  historia del país! Limita la libertad de expresión a los candidatos, la libertad de comercialización a los medios de comunicación y vuelve a los magistrados en “todo poderosos”.

La arrogancia y, debo reconocer, la persistencia de Velásquez, son ilimitadas.  Ya se le prohibió el ingreso al país pero, en su afán de seguir destruyendo para tener más y más poder, decide “entrar” vía videoconferencias, lo que le ha permitido seguir comandando el barco, mientras el verdadero capitán, Jimmy Morales, está detenido en su actuar.  Es más que urgente que anule el convenio con CICIG y que el Congreso haga lo propio.

Las decisiones que se tomen en estas próximas semanas marcarán el futuro de Guatemala.  Estamos a las puertas de un fraude electoral, al amparo de CICIG, si no se anula el convenio que tiene con el TSE.  Tendremos el peor proceso en la historia, con las libertades limitadas y los candidatos maniatados, al igual que los medios de comunicación.  Y si el Presidente y el Congreso no toman la decisión trascendental de acabar, de una vez por todas, con este experimento de Naciones Unidas, no esperemos crecimiento económico de Guatemala ni de nuestros negocios.  Tampoco pretendamos ver inversión y generación de empleos.  Lo que sí podemos esperar es un incremento en todo tipo de conflictos sociales pues, “en río revuelto, ganancia de pescadores”.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Decisiones de trascendencia

Carolina Castellanos
30 de noviembre, 2018

“Así, la decisión fundamental del hombre, puesto que es motivada por él mismo para trascender, es la de crear o destruir, de amar o de odiar”.  Erich Fromm

En estas últimas semanas se ha incrementado la presión en redes sociales para que el gobierno anule, de una vez por todas, la ilegal “carta de entendimiento” entre el Tribunal Supremo Electoral, TSE, y la nefasta CICIG.  Esto se deriva de la cercanía de la convocatoria a elecciones, que está programada para el 16 de enero.  Algo más motiva esta presión:  diciembre suele ser aprovechado por quienes buscan destruir, para aprobar convenios, reglamentos y cualquier otra cosa que no tiene que pasar por el Congreso.  Dado que estaremos disfrutando de las fiestas navideñas y de fin de año, este tipo de acciones suelen pasar desapercibidas.  Los destructores “se salen con la suya”.

Erich Fromm, psicoanalista, psicólogo social y filósofo humanista de origen judío alemán, fue muy claro en su percepción, en cuanto a que todos deseamos trascender. El problema está en los que desean hacerlo destruyendo y odiando.

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No pretendo ser psicoanalista; simplemente, me remitiré a los hechos. Iván Velásquez, sin duda alguna, ha escogido trascender utilizando el  odio, el desprecio y la destrucción de Guatemala. ¡Lo está logrando! Tenemos un sistema de justicia que emite fallos según los designios de este nefasto personaje.  Ha llegado al extremo que la corte de constitucionalidad (en minúsculas, a propósito), emite un expediente en el que le da órdenes al Presidente constitucionalmente electo, al Ministro de Gobernación, a la Dirección de Migración y a la PNC, de abstenerse de ejecutar órdenes que impidan el retorno de Velásquez a Guatemala.  ¿Desde cuándo la CC le da órdenes al poder Ejecutivo, empezando por el Presidente?

El Congreso de la República modificó la ley electoral y de partidos políticos, conocida como LEPP, también bajo la dirección de CICIG. ¡Es la peor ley en la  historia del país! Limita la libertad de expresión a los candidatos, la libertad de comercialización a los medios de comunicación y vuelve a los magistrados en “todo poderosos”.

La arrogancia y, debo reconocer, la persistencia de Velásquez, son ilimitadas.  Ya se le prohibió el ingreso al país pero, en su afán de seguir destruyendo para tener más y más poder, decide “entrar” vía videoconferencias, lo que le ha permitido seguir comandando el barco, mientras el verdadero capitán, Jimmy Morales, está detenido en su actuar.  Es más que urgente que anule el convenio con CICIG y que el Congreso haga lo propio.

Las decisiones que se tomen en estas próximas semanas marcarán el futuro de Guatemala.  Estamos a las puertas de un fraude electoral, al amparo de CICIG, si no se anula el convenio que tiene con el TSE.  Tendremos el peor proceso en la historia, con las libertades limitadas y los candidatos maniatados, al igual que los medios de comunicación.  Y si el Presidente y el Congreso no toman la decisión trascendental de acabar, de una vez por todas, con este experimento de Naciones Unidas, no esperemos crecimiento económico de Guatemala ni de nuestros negocios.  Tampoco pretendamos ver inversión y generación de empleos.  Lo que sí podemos esperar es un incremento en todo tipo de conflictos sociales pues, “en río revuelto, ganancia de pescadores”.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo