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AMLO y sus promesas

Ramon Parellada
02 de diciembre, 2018

Si ponemos atención a algunas de las promesas ( https://republica.gt/2018/12/01/amlo-y-las-10-promesas-que-hizo-en-su-dia-1/ )     que Andrés Manuel López Obrador hizo desde que quedó electo como presidente de México y ahora que ya tomó posesión el pasado 1ro. de diciembre, nos sentimos confundidos con los discursos que sostenía en las pasadas elecciones y en su trayectoria de vida política.

Ente sus promesas hay unas que sorprenden como la baja del impuesto del IVA en la franja fronteriza a partir del 1ro de enero.   Lo disminuirá a la mitad, del 16% actual al 8%.  La pregunta que cabría hacerse es ¿si esto es bueno por qué no bajarlo para todo el país de una vez y dejarlo parejo en 8%?  ¿Por qué sólo en la franja fronteriza?

También prometió que el gas y la gasolina reducirán sus precios.  Recordemos que México es un importante productor de petróleo y gas natural.  Lo ideal sería que el precio interno se rija por el mercado internacional.  ¿Cuál será el nuevo precio?  Definitivamente, esto abaratará el costo de vida de los mexicanos, pero si lo disminuye por debajo del precio internacional del gas y la gasolina podría fomentar contrabando hacia los países vecinos y malas inversiones que en el futuro le pasarán la cuenta al país.

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Otra promesa que tiene que ver con temas económicos es disminuir el precio de la energía eléctrica.  De nuevo, mientras se mantenga el precio de mercado y se permita que las inversiones que se hagan en este sector sean competitivas no hay problema, pero si va a subsidiarlo provocará malas inversiones que más temprano que tarde colapsarán a menos que se sigan subsidiando.  Pero los subsidios son un espejismo, un engaño a los inversionistas ya que provoca inversiones que no serían rentables sin el subsidio y al final éste tiene que ser pagado por toda la población vía impuestos o deuda.

De igual manera López Obrador ha ofrecido incentivos fiscales en forma de subsidios para nuevas fábricas a modo de crear empleos.  Pero si estas fábricas se instalan sólo por el subsidio estaremos hablando de inversiones fallidas que generarán empleos productivos y provocarán un problema mayor en el futuro.  No es a través de estos subsidios ni incentivos que se logra ser competitivo en el mundo globalizado en que vivimos hoy.  Mantener una empresa subsidiada implica cargarle impuestos a otras que podrían desaparecer, así como al resto de la población.

Hasta aquí veo muchas contradicciones en sus planes de reactivación económica que le llevarán a un crecimiento económico inicial pero un rotundo fracaso en el mediano y largo plazo.  En temas económicos, AMLO está mal asesorado y provocará un daño irremediable en la estructura productiva de México.  Posiblemente el país sobreviva por su enorme tamaño y su relación comercial con su principal socio que es Estados Unidos.  Pero no nos engañemos, esto es pan para hoy y hambre para mañana.  Entregará un problema a los futuros presidentes que tendrán que arreglar todo el desastre económico que causará durante los próximos seis años.

En cuanto a política, corrupción y democracia, ha hecho promesas muy interesantes.  De entradita habla de vender el avión presidencial y los helicópteros para uso de altos funcionarios.  Si bien, esto no puede ser muy significativo y a lo mejor causará algún problema de logística en ese país tan extenso, si es un mensaje en el sentido correcto de ajustarse el cinturón, de reducir costos y disminuir el gasto público en cierto sentido.  Si da el ejemplo puede presionar para que esto se multiplique en toda la administración pública.  Habrá que ver que efecto tiene al final pero es un mensaje positivo.

Promete no reprimir al pueblo bajo ninguna circunstancia y defenderá a capa y espada los derechos humanos.  Esperemos que respete los derechos individuales que son a la vida, la propiedad y la libertad y que no se deje llevar sólo por derechos que hoy se conocen como de segundo y tercer orden, es decir, derechos que no lo son en realidad.

Dijo que prometía acabar con la corrupción.  Me parece que la intención es buena, pero recordemos que el camino al infierno está pavimentado con buenas intenciones.  Para lograr que sus promesas sea conviertan en lo que desea, tendrá que reducir el tamaño del gobierno.  Si no, será una misión imposible en un país donde la corrupción está tan arraigada y se ve como normal dar mordidas (coimas) desde el nivel más bajo hasta el más alto.  Existe también una enorme corrupción en el sistema de justicia.  Esto genera ineficiencia e impunidad.  Ojalá logre su objetivo para poder aprender cómo lo hace y replicarlo.  Le deseo el mejor de los éxitos en este sentido.

Ha prometido no reelegirse bajo ningún concepto.  Muchos presidentes electos democráticamente se convirtieron en dictadores luego de hacer declaraciones similares y por eso cuesta tanto creer en estas promesas.  Esperemos que los mexicanos no permitan modificar su constitución para que pueda reelegirse.  Más bien, debería ponerse un candado a esta posibilidad.

Interesante es que se someterá en dos años a una consulta popular donde le preguntará a los ciudadanos si quieren que siga en el poder o no.  Ya veremos si se lleva a cabo esta consulta.  No tiene por qué hacerla, pero interesante es que lo esté anunciando.

Ha prometido esclarecer lo ocurrido en Ayotzinapa donde desaparecieron una buena cantidad de jóvenes.  Para ello creó una Comisión de la Verdad.  Ojalá esto esclarezca lo que pasó.  Le dará mucha credibilidad si aclara el asunto y lleva a juicio a los responsables.

Otra promesa que la he escuchado de todos los candidatos a presidentes del mundo es que no robará.  Ajá.  Esperemos a que termine su mandato.  La verdad es que soy muy escéptico cuando un político te dice que no robará, que no mentirá, que no….

Finalmente indicó que trabajará 16 horas diarias.  No hace falta que diga eso.  Si va a trabajar creando un gobierno más grande y obeso mejor que descanse.  Si va a desmantelar toda esa grasa que ahoga a los mexicanos con impuestos, corrupción e injusticia, adelante.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

AMLO y sus promesas

Ramon Parellada
02 de diciembre, 2018

Si ponemos atención a algunas de las promesas ( https://republica.gt/2018/12/01/amlo-y-las-10-promesas-que-hizo-en-su-dia-1/ )     que Andrés Manuel López Obrador hizo desde que quedó electo como presidente de México y ahora que ya tomó posesión el pasado 1ro. de diciembre, nos sentimos confundidos con los discursos que sostenía en las pasadas elecciones y en su trayectoria de vida política.

Ente sus promesas hay unas que sorprenden como la baja del impuesto del IVA en la franja fronteriza a partir del 1ro de enero.   Lo disminuirá a la mitad, del 16% actual al 8%.  La pregunta que cabría hacerse es ¿si esto es bueno por qué no bajarlo para todo el país de una vez y dejarlo parejo en 8%?  ¿Por qué sólo en la franja fronteriza?

También prometió que el gas y la gasolina reducirán sus precios.  Recordemos que México es un importante productor de petróleo y gas natural.  Lo ideal sería que el precio interno se rija por el mercado internacional.  ¿Cuál será el nuevo precio?  Definitivamente, esto abaratará el costo de vida de los mexicanos, pero si lo disminuye por debajo del precio internacional del gas y la gasolina podría fomentar contrabando hacia los países vecinos y malas inversiones que en el futuro le pasarán la cuenta al país.

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Otra promesa que tiene que ver con temas económicos es disminuir el precio de la energía eléctrica.  De nuevo, mientras se mantenga el precio de mercado y se permita que las inversiones que se hagan en este sector sean competitivas no hay problema, pero si va a subsidiarlo provocará malas inversiones que más temprano que tarde colapsarán a menos que se sigan subsidiando.  Pero los subsidios son un espejismo, un engaño a los inversionistas ya que provoca inversiones que no serían rentables sin el subsidio y al final éste tiene que ser pagado por toda la población vía impuestos o deuda.

De igual manera López Obrador ha ofrecido incentivos fiscales en forma de subsidios para nuevas fábricas a modo de crear empleos.  Pero si estas fábricas se instalan sólo por el subsidio estaremos hablando de inversiones fallidas que generarán empleos productivos y provocarán un problema mayor en el futuro.  No es a través de estos subsidios ni incentivos que se logra ser competitivo en el mundo globalizado en que vivimos hoy.  Mantener una empresa subsidiada implica cargarle impuestos a otras que podrían desaparecer, así como al resto de la población.

Hasta aquí veo muchas contradicciones en sus planes de reactivación económica que le llevarán a un crecimiento económico inicial pero un rotundo fracaso en el mediano y largo plazo.  En temas económicos, AMLO está mal asesorado y provocará un daño irremediable en la estructura productiva de México.  Posiblemente el país sobreviva por su enorme tamaño y su relación comercial con su principal socio que es Estados Unidos.  Pero no nos engañemos, esto es pan para hoy y hambre para mañana.  Entregará un problema a los futuros presidentes que tendrán que arreglar todo el desastre económico que causará durante los próximos seis años.

En cuanto a política, corrupción y democracia, ha hecho promesas muy interesantes.  De entradita habla de vender el avión presidencial y los helicópteros para uso de altos funcionarios.  Si bien, esto no puede ser muy significativo y a lo mejor causará algún problema de logística en ese país tan extenso, si es un mensaje en el sentido correcto de ajustarse el cinturón, de reducir costos y disminuir el gasto público en cierto sentido.  Si da el ejemplo puede presionar para que esto se multiplique en toda la administración pública.  Habrá que ver que efecto tiene al final pero es un mensaje positivo.

Promete no reprimir al pueblo bajo ninguna circunstancia y defenderá a capa y espada los derechos humanos.  Esperemos que respete los derechos individuales que son a la vida, la propiedad y la libertad y que no se deje llevar sólo por derechos que hoy se conocen como de segundo y tercer orden, es decir, derechos que no lo son en realidad.

Dijo que prometía acabar con la corrupción.  Me parece que la intención es buena, pero recordemos que el camino al infierno está pavimentado con buenas intenciones.  Para lograr que sus promesas sea conviertan en lo que desea, tendrá que reducir el tamaño del gobierno.  Si no, será una misión imposible en un país donde la corrupción está tan arraigada y se ve como normal dar mordidas (coimas) desde el nivel más bajo hasta el más alto.  Existe también una enorme corrupción en el sistema de justicia.  Esto genera ineficiencia e impunidad.  Ojalá logre su objetivo para poder aprender cómo lo hace y replicarlo.  Le deseo el mejor de los éxitos en este sentido.

Ha prometido no reelegirse bajo ningún concepto.  Muchos presidentes electos democráticamente se convirtieron en dictadores luego de hacer declaraciones similares y por eso cuesta tanto creer en estas promesas.  Esperemos que los mexicanos no permitan modificar su constitución para que pueda reelegirse.  Más bien, debería ponerse un candado a esta posibilidad.

Interesante es que se someterá en dos años a una consulta popular donde le preguntará a los ciudadanos si quieren que siga en el poder o no.  Ya veremos si se lleva a cabo esta consulta.  No tiene por qué hacerla, pero interesante es que lo esté anunciando.

Ha prometido esclarecer lo ocurrido en Ayotzinapa donde desaparecieron una buena cantidad de jóvenes.  Para ello creó una Comisión de la Verdad.  Ojalá esto esclarezca lo que pasó.  Le dará mucha credibilidad si aclara el asunto y lleva a juicio a los responsables.

Otra promesa que la he escuchado de todos los candidatos a presidentes del mundo es que no robará.  Ajá.  Esperemos a que termine su mandato.  La verdad es que soy muy escéptico cuando un político te dice que no robará, que no mentirá, que no….

Finalmente indicó que trabajará 16 horas diarias.  No hace falta que diga eso.  Si va a trabajar creando un gobierno más grande y obeso mejor que descanse.  Si va a desmantelar toda esa grasa que ahoga a los mexicanos con impuestos, corrupción e injusticia, adelante.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo