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Un llamado a la derecha

Betty Marroquin
02 de diciembre, 2018
¿Cuándo aprenderán los políticos a anteponer el bien del país sobre el bien propio?
Es la pregunta que muchos nos hacemos ante la posibilidad de tener otra boleta de lotería delante de nosotros para las elecciones Presidenciales del 2019. Quieren la guayaba y ninguno parece entender que el país necesita menos candidatos pero que valgan la pena. La palabra alianza no entra en sus entendimientos, según parece. No queremos votar “en contra de”, sino por un líder con los valores y las ideas justas que ayuden a construir patria.
La corriente Internacional se divide en dos claras vertientes: los globalistas y los nacionalistas. La izquierda, representada en los globalistas quieren mayor injerencia de la ONU y de los “donantes” en las decisiones nacionales, quieren agenda LGBT, quieren leyes específicas, quieren anular la presunción de inocencia y usar la justicia como nuevo campo de batalla ideológico, quieren manipular las instituciones estatales a su sabor y antojo para hacer de los países una Venezuela, una Bolivia o similar. Quieren eliminar fronteras, todos bienvenidos y como dicen en el acuerdo de migrantes que será votado en diciembre, que todo inmigrante sea bienvenido sin importar credo, mentalidad ni nada. Terroristas, bienvenidos sean.  Pretende aniquilar la propiedad privada de otros, no las suyas, obviamente. Redistribución de la tierra ajena, mayores impuestos, y la aplicación de política populistas proteccionistas, paternalismo puro.
Pero al menos estamos claros que quiere la izquierda.
La derecha es un desmadre. Pululan candidatos, muchos de la vieja guardia que no aportan sino restan. Candidatos con colas que les machuquen, políticos trillados, y que francamente solo dividen y restan.
¿Qué proponen en concreto? ¿Cómo proponen sacar a Guatemala de esta espiral descendiente en la que nos han metido? Yo no sé ustedes, pero votaría feliz por un nacionalista.
¿Qué no existe en Guatemala un líder empresarial tipo Trump o Bolsonaro que ponga a Guatemala primero y por encima de todo? ¿Dónde están los hombres o mujeres valientes y decididos a pelear por defender su libertad y la nuestra? ¿Qué a nadie le importa como estaremos en 5 o 10 años? ¡Les vale madres! Y si no es así, eso parece.
Tanto miedo le tienen a la CiCiG que no se animan a alzar la cabeza y salir a la defensa clara de nuestras tradiciones, cultura multicultural, ladinos, xincas e indígenas iguales ante la Ley, bajo una sola Constitución. ¿Tanto temen enojar a los europeos socialistas?
Aquí no vale Chapulín Colorado ni medias tintas. Queremos alguien con los arrestos necesarios que saque la cara y diga ¡yo guiaré Guatemala hacia adelante porque para atrás, ni para agarrar avisada! Basta de cobardes, medias tintas.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Un llamado a la derecha

Betty Marroquin
02 de diciembre, 2018
¿Cuándo aprenderán los políticos a anteponer el bien del país sobre el bien propio?
Es la pregunta que muchos nos hacemos ante la posibilidad de tener otra boleta de lotería delante de nosotros para las elecciones Presidenciales del 2019. Quieren la guayaba y ninguno parece entender que el país necesita menos candidatos pero que valgan la pena. La palabra alianza no entra en sus entendimientos, según parece. No queremos votar “en contra de”, sino por un líder con los valores y las ideas justas que ayuden a construir patria.
La corriente Internacional se divide en dos claras vertientes: los globalistas y los nacionalistas. La izquierda, representada en los globalistas quieren mayor injerencia de la ONU y de los “donantes” en las decisiones nacionales, quieren agenda LGBT, quieren leyes específicas, quieren anular la presunción de inocencia y usar la justicia como nuevo campo de batalla ideológico, quieren manipular las instituciones estatales a su sabor y antojo para hacer de los países una Venezuela, una Bolivia o similar. Quieren eliminar fronteras, todos bienvenidos y como dicen en el acuerdo de migrantes que será votado en diciembre, que todo inmigrante sea bienvenido sin importar credo, mentalidad ni nada. Terroristas, bienvenidos sean.  Pretende aniquilar la propiedad privada de otros, no las suyas, obviamente. Redistribución de la tierra ajena, mayores impuestos, y la aplicación de política populistas proteccionistas, paternalismo puro.
Pero al menos estamos claros que quiere la izquierda.
La derecha es un desmadre. Pululan candidatos, muchos de la vieja guardia que no aportan sino restan. Candidatos con colas que les machuquen, políticos trillados, y que francamente solo dividen y restan.
¿Qué proponen en concreto? ¿Cómo proponen sacar a Guatemala de esta espiral descendiente en la que nos han metido? Yo no sé ustedes, pero votaría feliz por un nacionalista.
¿Qué no existe en Guatemala un líder empresarial tipo Trump o Bolsonaro que ponga a Guatemala primero y por encima de todo? ¿Dónde están los hombres o mujeres valientes y decididos a pelear por defender su libertad y la nuestra? ¿Qué a nadie le importa como estaremos en 5 o 10 años? ¡Les vale madres! Y si no es así, eso parece.
Tanto miedo le tienen a la CiCiG que no se animan a alzar la cabeza y salir a la defensa clara de nuestras tradiciones, cultura multicultural, ladinos, xincas e indígenas iguales ante la Ley, bajo una sola Constitución. ¿Tanto temen enojar a los europeos socialistas?
Aquí no vale Chapulín Colorado ni medias tintas. Queremos alguien con los arrestos necesarios que saque la cara y diga ¡yo guiaré Guatemala hacia adelante porque para atrás, ni para agarrar avisada! Basta de cobardes, medias tintas.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo